Capítulo IV

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Silencio. Los extraños ruidos y golpes acabaron. Los gritos desesperados y desgarradores de Luhan han cesado. Ya no se oye nada desde la habitación número ocho. Al parecer, todo allí dentro había finalizado.

Estoy aterrada, temblando sin control. Yixing aún me sostiene entre sus brazos, mientras yo sigo cubriendo mis oídos y cerrando los ojos. El silencio también se apodera de quienes estamos afuera, nadie dice alguna palabra. Sólo se puede sentir la respiración agitada de todos. Me separo de Yixing, apartándolo de golpe. A pesar de la situación, no quería estar cerca de él, no quería que me tocara. Me alejo un poco, lo suficiente para poder mirar al resto de mis compañeros. Todos con sus miradas de espanto, perdidos, hasta que uno de ellos se anima a hablar;

— M-¿Murió? — pregunta Hani, en un hilo de voz, entrecortada y temblorosa.

Kris, Xiumin y Sehun se aproximan a la puerta y comienzan a golpearla desenfrenadamente. Puñetazos, patadas, de todo intentando derribarla para saber que ha pasado con ese chico, Luhan. Pero, es completamente imposible.

— ¡Abran la maldita puerta! — grita Xiumin al aire, tal vez esa orden iba para aquella persona. La que seguramente había acabado con la vida de Luhan.

No obtenemos ninguna respuesta. Los segundos pasan, minutos eternos y todos nos mantenemos ahí, tras esa puerta, con la mirada fija en ella. Tenemos la esperanza de que se abra, de que ese chico este con vida, pero eso nunca sucede. Al parecer, Luhan si había muerto, y el pánico volvía a apoderarse de nosotros.

— ¡Acabamos de dejar morir a una persona! — grita Kyungsoo, desesperado, casi rompiendo en llanto.

— No puede ser...— oigo murmurar a Krystal, que está tapando su boca con ambas manos y temblando.

Joder, ¡¿qué mierda es todo esto?!— espeta Sehun, quien agarra su cabeza con ambas manos y empieza a caminar torpemente, sin sentido.

Silencio. Nadie vuelve a decir nada, no había respuesta para lo que acababa de suceder. Todos estamos aturdidos, aterrados, desesperados. Si esa persona mato a Luhan, lo mismo nos esperaba al resto. Y ni siquiera podíamos hacer algo para evitarlo, estábamos encerrados en su juego.

Después de largos y agobiados minutos, aquella persona nos vuelve a hablar...

Felicidades juguete, han pasado a la segunda ronda. ¿Se han divertido con el primer juego?

Siento un escalofrío recorrer mi cuerpo al momento de oírlo. Suena contento, divertido, burlón. Parece que disfruta de lo que está haciendo. ¿Qué clase de enfermo es?, me hace querer vomitar.

— ¡Hijo de puta! — grita Sehun. Esta demasiado alterado, enfurecido. La vena que brota desde su cuello lo dice todo. Está a punto de explotar. — ¡¿Quién mierda eres?! ¡¿Qué quieres de nosotros?!

Silencio. La persona no contesta y eso hace que Sehun se enfurezca más, y comienza a patear la pared atrás de él.

— Oye, cálmate— le dice Kris a Sehun y este se voltea para fulminarlo con la mirada— No pierdas tu tiempo con esa persona. Esta completamente mal de la cabeza.

—Está loco, no debemos caer en su juego — intenta añadir Xiumin, pero el rubio hace caso omiso a sus palabras.

— ¡No! — grita fuertemente— ¡Es un asesino, acaba de matar a una persona!

Y al parecer, a aquella persona no le gusto oír eso, ya que vuelve a referirse a nosotros;

Yo no mate a nadie, fueron ustedes.

Contesta, esta vez sonaba serio.

— ¡Cállate!, ¡tú pusiste las malditas reglas y llaves! — le recuerda Sehun.

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