Capítulo XVI [Final]

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* Sun.

En la habitación sólo reina el silencio desde el momento que he susurrado su nombre. Me encuentro paralizada. Siento como mi corazón bombea con tanta fuerza y es como si la sangre corriera disparada por todo mi cuerpo.

A mi cabeza llegan de golpe los recuerdos de aquel chico moreno de labios carnosos y pequeños ojos cafés brillantes. Me acuerdo de aquella vez que lo vi entrar con una pequeña y tímida sonrisa en los labios, saludando amistosamente y presentándose como mi nuevo compañero de trabajo. Recuerdo a aquel chico tierno que cada jueves por la tarde, al terminar nuestro turno, me invitaba un batido de fresas en "Happy Coffee", y solíamos hablar de todo hasta que llegaba la noche. También recuerdo, cada vez que me encontraba triste, él cantaba mis canciones favoritas sólo con el fin de sacarme una sonrisa.

Recuerdo perfectamente a aquel chico que se convirtió en mi amigo y del cual me aleje por in pequeño error...

Trato de recobrar mi compostura y volver a la normalidad mi respiración. Miro de reojo hacia mi izquierda y me encuentro con un Yixing inmóvil, mirándome totalmente confundido, esperando una explicación de mi parte. De seguro él escucho el nombre de la persona que nos tiene allí. De seguro ambos me escucharon.

Trago saliva con dificultad y trato de pronunciar algo, pero mi voz no me acompaña. Carraspeo un poco mi garganta hasta que consigo decir: – K-Kai... ¿eres tú?

* Kai.

Un escalofrío recorre mi espina dorsal al momento que la escucho decir mi nombre. Mis manos comienzan a sudar y mi respiración es agitada. Miro por la pantalla a la chica de cabello cobrizo, quien con sus ojos cubiertos de lágrimas y una expresión afligida mira hacia arriba, en mi dirección, esperando una respuesta.

Tomo una gran bocanada de aire y cierro mis ojos, cada parte de mi cuerpo se tensa antes de contestar su pregunta. Pero, consigo armarme de valor y contesto: – Sí, soy yo.

El silencio se apodera de todo. Sun ha cubierto su coba con ambas manos y su rostro palideció al extremo. Veo como su cuerpo tiembla, yo también estoy temblando. Ella parece desmoronarse, pero aquel imbécil que tiene a un lado la ha sostenido entre sus brazos.

Los ojos de Sun se cierran mientras las lágrimas corren disparadas por sus mejillas. Una desagradable sensación me recorre por dentro y mi pecho duele, me duele verla así. Un par de lágrimas también brotan de mis ojos.

Con esto había terminado de cavar mi propia tumba.

Froto mi rostro bruscamente con mis manos y luego subo hasta mi cabello, tirando mechones con fuerza. Necesitaba mantener la compostura, no podía quebrarme, no ahora.

Con mi mano temblorosa cojo el vaso de agua que tengo a un costado y trato de beber, pero esta ni siquiera pasa por mi garganta. Me preparo para decir algo, aunque no lo hago, Sun es más rápida y ella vuelve a hablar primero:

–– ¿P-Por qué hiciste todo esto? –– pregunta con voz leve y entre sollozos.

¿Por qué hiciste todo esto?... Aquella pregunta cae como balde de agua fría.

Inconscientemente una sonrisa de lamento aparece en mis labios, mientras yo hago lo mismo y me pregunto Por qué.

¿Por qué lo hice?.... Lo hice porqué perdí el control de mi mismo. Porqué elegí un mal camino. Porqué lentamente me fui llenando de veneno para matar al monstruo que llevaba dentro. Mientras que, perdí el eje, las ganas de vivir, vivir nada más se convirtió en un infierno y mi corazón, mi corazón se fue convirtiendo en una piedra que pesaba toneladas. Y todos ellos, cada uno de ellos... ayudaron en eso.

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