Subimos al auto, me pongo el cinturón de seguridad y mamá empieza a conducir...
-Y bien cariño, ¿dónde vamos?.-dice animada.
-Emmm, no lo sé.-respondo.
-Ok, irémos de compras, ¿te parece bien?.
-Si, perfecto.
No hay mucho tráfico, por lo tanto nos facilita la llegada al SOHO, dejamos el auto en el estacionamiento y vamos al shopping. Hay tantas tiendas que no sé a cuál entrar primero, le sugiero que probemos con la que está a la derecha, me atrajo mucho la ropa de su vidriera...entramos y una mujer alta, rubia y muy arreglada, se acerca a nosotras...
-Buenas tardes, ¿puedo ayudarlas en algo?.-dice amablemente.
-Sí, de hecho buscamos algo deportivo, se vá de campamento mañana.
¡Mierda!, olvidé mencionarle lo del castigo...
-Disculpenos un momento.-le digo tímidamente a la dependiente del local.
Nos vamos al rincón de la tienda...
-¿Qué sucede?.-pregunta mi madre sorprendida.
-Olvidé mencionarte que me castigaron por llegar tarde el segundo día, por lo tanto no voy al campamento.-respondo.
-Oh cariño, lo entiendo, había mucho tráfico ese día, pero debiste habermelo mencionado, hubiera ido a hablar con el director para que te den otro castigo y no ese.
-No, estoy bien así.-digo.
-Vale, volvamos a comprar, sábes Amanda creo que iré a comprarme la blusa de ese escaparate, me encantó, ¿te importaría si te dejo eligiendo sola un momento?.-dice mamá.
-No, claro que no, ve, yo me quedo aquí comprando.-respondo.
Luego de unos segundos se marcha del local y yo vuelvo a hablar con la dependiente...
-Lo siento, busco algo para una cita, algo sencillo.-digo tímidamente.
-Wow, ¡púes has venido al lugar indicado!, ven conmigo.-dice animádamente.
Me lleva a los probadores, y en un instante aparece con un hermoso vestido color rosa claro, en la mano, es ajustado arriba y acampanado abajo,¡me encanta!...
-Pruebate éste, está muy de moda esta temporada, es algo casual que se puede usar tanto de día como de noche, éste vestido es muy sofisticado, y va muy bien con tu tono de piel, ve al probador.-dice entusiasmada.
Entro al probador y mientras me cambio, la empleada comienza a hablarme...
-Y bien, ¿cómo es el?, ¿es tierno y detallista?.-pregunta.
-Púes no hace mucho que lo conozco, por la tanto no sabría describirlo, supongo que detallista y muy atento considerando que un día de lluvia me llevó hasta mi casa...no lo sé.
Salgo del probador y la cara de la dependiente se transforma, ¿eso es bueno o malo?...
-Y ¿qué tal?.-digo
-Woooooow, te queda precioso, es perfecto niña, si no te lo llevas yo me lo llevo, una vuelta por favor...
Doy media vuelta
-Sí definitivamente es para ti, pero falta algo más, toma este blazer blanco, le da un acabado perfecto.-dice.
-Me los llevo.-digo decidida.
Voy a sacarme el vestido y me dirijo hacia la caja, mamá ya está allí...
-Bien, ¿cuánto es?.-le dice a la cajera.
-Son 2850 dólares.
¡DIOS!, ¡son carisimos!...
-Aquí tiene.-dice mamá dandole la tarjeta.
-¡Que te valla bien!.-grita la dependiente que me atendió y yo asiento.
Salimos del local.
-Estoy ansiosa por ver lo que te compraste.-dice mamá entusiasmada.
Me río.
