Capítulo 4; Don Mimado

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De camino a casa Blanca se iba riendo por todo, pero por todo.
Ahora mismo la tenía tirada en el suelo meándose de la risa porque decía que había pisado una baldosa roja y eso significa que se ha quemado el pie.
¿Por qué? Dios mío, ¿Por qué?
Yo iba pedo, sí, pero a mi estas cosas no me pasan. O al menos yo no me doy cuenta.
-Blanca por favor levanta.
-JAJAJAJAJA- lloraba de la risa- tía que he pisado la baldosa roja JAJAJAJAJA
-Ya lo sé, ya- la levanté- mañana vamos al médico a que te miren el pie.
Ella paró de reírse y me miró fijamente. Me cogió la cara con las dos manos y me susurró.
-¿Te cuento un secreto?
-Dime.
-Es un secreto.
-Que sí, dime.
-Voy a potar- me miró muy seria.
Oh, oh.
- ¿Ahora?
Ella asintió.
Yo negué con la cabeza la cual ella me sujetaba.
Ella volvió a asentir.
Antes de que ella pudiera decir algo más, pasó. Sólo me dio tiempo a alejarme un poco, pero mi vestido se manchó.
Genial eh, genial.
-Blanca me voy a cagar en tu puta madre tía.
Ella se tiró al suelo a reírse de nuevo. Yo no podía con ella.
Y me estaba empezando a estresar. Me senté en el suelo y sólo me quedaba observarla. Digo yo que se le pasará en algún momento.
Habían pasado unos minutos cuando un coche paró frente nuestra y pitó.
Levanté la cabeza. Mierda. Él.
Me levanté y empecé a arrastrar a Blanca por el suelo. ¿Ella no se levantaba? Pues a rastras.
Nada hacia que la niña parara de reírse.
-Vaaaaaal, me tienes que llevar así siempre eh.
Pablo salió del coche y me llamó. No le hice caso y seguí paseando a mi amiga.
-TE ESTOY LLAMANDO EH- gritó Pablo
- Y YO TE ESTOY IGNORANDO.
Se acercó a nosotras.
-¿Qué le pasa a tu amiga?
-Está bien- miré a Blan- a que sí, bebé
-Bueno... Lo veo todo borr...
-¿Ves?- la interrumpí- está perfectamente...- le miré con una sonrisa forzada.
Pablo intentó coger a Blanca y le aparté la mano bruscamente.
-Si tocas a mi amiga te puedes llevar una hostia importante.
Él rió.
-Venga, por favor, sé razonable- suspiró- ella no puede ir así por la calle.
- ¿Piensas que nos vayamos en tu coche? ¿Contigo?- pregunté con asco.
- Tú si quieres puedes irte andando, pero piensa en tu amiga. Lo aconsejable sería que llegara temprano.
-¿El don mimado también es médico ahora?
-No soy un mimado- dijo serio.
- Si que lo eres
- Val...
- ¿Qué haces llamándome así?
-¿Valeria?
- Estaría mejor si no me llamaras.
Rió.
-Vale, vamos a llevar a tu amiga.
La cogió en brazos y yo, a duras penas, le seguí.
Llegamos a su coche y metió a Blanca en el asiento trasero con cuidado. Me iba a sentar a su lado pero mi querida amiga se tumbó y ocupó los tres asientos.
Pablo me fue a abrir la puerta del copiloto pero le paré.
-Puedo yo sola, sé abrir una puerta, gracias.
Me metí en el coche y esperé a que él lo hiciera también.
Una vez dentro me miró serio.
- ¿Te comportas así con todos?
Clavé mi mirada en la suya.
-Depende.
- ¿De qué?
- Del momento.
Me miró confuso.
- Cuando me los tiro los trato bien. Demasiado bien. Después no.
-Ah- se puso nervioso.
-Tranquilo don mimado, contigo no haré nada así que puedo tratarte mal siempre.
Arrancó el coche. Le di la dirección y él la siguió.
A mitad de camino me llamó.
-Oye... Tu vestido...- señaló la mancha.
- Como hagas algún comentario te juro que me tiro en marcha.
-Vale, vale- dijo con una sonrisa.
Me apoyé en la ventanilla y me quedé absorta en mis pensamientos hasta que llegamos.
Él se bajó y ayudó a salir a Blanca. Salí y la cogí para llevarla hasta la puerta de mi casa. Su madre no debería verla así por lo que esta noche dormiría conmigo.
Íbamos caminando cuando la voz de Pablo me paró.
-¿No me das las gracias?
Me giré.
-Eres tú el que has dicho de llevarnos, yo no te he pedido nada.
-Despídete al menos- me miró serio.
-Que te den, don mimado.
Seguí caminando.
Escuché un 'Buenas noches' de su boca antes de entrar en mi casa.
Ya estaban todos dormidos. Normal, eran las 4.
Subí las escaleras sin hacer ruido. En mi habitación, le quité el vestido a Blanca, la cual ya estaba dormida, y le puse unos de mis pijamas.
Yo me duché e hice lo mismo.
Estaba muy cansada por lo que me fui directa a la cama.

Claro que lo de tirarle una copa a un 'famoso' si es algo que les contaré a mis hijos. Si los tengo.

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