No sé cómo cojones me dejé convencer, pero acepté ver a Pablo.
Blanca y las chicas son demasiado insistentes cuando quieren. Decidimos despedirle con una pequeña fiesta, en el local donde se celebró la última.
-No quiero ir.
-Me la suda- dijo Blanca sin dejar de maquillarse-Vas a venir, no te cuesta nada.
Resoplé.
-Además, él no te hará nada que tu no quieras.
Me quedé callada. ¿Qué?
Terminamos de arreglarnos, así, en silencio y nos fuimos al local.
Allí estaban todas. Y Pablo. Joder, tan sexy como siempre, para qué vamos a engañarnos.
-Hola- me saludó sonriente.
Pasé de él y fui a la barra.
-¿Qué te pasa?- preguntó sentándose en el taburete situado a mi lado.
-Nada.
-Entonces no pases de mí.
-Frena, Pablo. Dijiste de verme, no de hablarme.
Me miró serio.
-Pensaba que hoy serías diferente.
En ese momento apareció Rosa.
-Morena, dedicame un baile.
Antes de irme con ella, me dirigí a Pablo.
-Pensaste mal.Hoy me había propuesto no beber más de dos copas. Y así hice. Pero este ambiente me seguía encendiendo, y me desenvolvía en la pista sin ningún tipo de vergüenza.
Estaba bailando al son de la música cuando unas manos rodearon mi cintura. Sabia que era él así que me pegué a su cuerpo. Su respiración entrecortada me avivó y me moví sensualmente. Apretó mi cintura y me di la vuelta, observé sus labios y después sus ojos. Joder.
Quité rápidamente sus manos de mí.
-Tengo que irme.Salí del local y Pablo me seguía.
-Te acompaño.
-No quiero que me acompañes.
-Me importa una mierda lo que quieras- dijo enfadado.
-¿Perdona?
-Estoy harto de que seas así cuando sé perfectamente lo que quieres.
Se dirigió a su coche y antes de montarse, dijo borde:
-Sube.
Y por una extraña razón, le hice caso.Nos pasamos todo el trayecto en silencio y cuando llegamos me baje rápidamente.
-Joder, por qué eres así.- gritó.
Casi había llegado a la puerta. Me giré y lo vi caminando hacia mí.
-¿Así cómo?
Llegó a mí.
-Sólo quería despedirme ¿sabes? Irme con, al menos, tu amistad.
-Has tenido toda la noche para decirme adiós.
-¿Por qué eres tan fría? - preguntó enfadado.
- ¿Y tú? ¿Por qué eres tan iluso?
Me miró fijamente y después se pasó las manos por el pelo.
-Ni siquiera sé por qué pierdo el tiempo contigo.
-Yo tampoco sé por qué lo haces.- empezaba a cabrearme- No mereces la pena.
- Tú si que no la mereces.
-¿ Y qué haces aquí? - grité.
-Eres una jodida niñata- gritó.
- Y tú un sensible de mierda.
-Inmadura.
- Me das asco.
-¿Te doy asco? - preguntó desafiante.
-S..
Me besó con desesperación.
Y me gustaba.
Agarré su pelo y le seguí el beso. Él tiró de mi labio inferior e introdujo su lengua en mi boca. Gemí. Gimió.
Nuestras lenguas se peleaban entre ellas. Pablo me apretaba contra él.
Esto se nos iba de las manos y nos daba igual.
Me separé de él, cogí su mano y abrí la puerta de mi casa. En silencio fuimos hacia mi cuarto.
Al cerrar la puerta, volvimos a besarnos de la misma manera. Le saqué la camiseta y recorrí con mi mano sus abdominales hasta llegar al bulto de su pantalón.
Gimió y me empujó hacia la cama, no tardó en ponerse encima mía.
La ropa iba desapareciendo y quedamos piel con piel.
Se introdujo dentro de mí en un movimiento rápido y me tapó la boca para que dejara de gemir. Mis padres podían despertarse.
Sus movimientos eran rápidos y decididos. Cada vez sus suspiros eran más fuertes por lo que tuve que taparle la boca también.
Ambos nos llevamos algún que otro bocado en la palma de la mano.
Llegamos al orgasmo y se derrumbó a mi lado. Cuando mi respiración volvió a la normalidad, hablé.
-Pablo...
-Dime- contestó aún con la respiración entrecortada.
-Vete
-¿Qué?
-Que te vayas.
Se levantó y comenzó a vestirse.
-Oye-le dije antes de que abriera la puerta.
-Dime- contestó apagado.
-Suerte con la promoción.
-Claro, gracias- susurró.
Y entonces se fue.
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Recuérdame.
FanfictionElla le escupe al amor. Él le canta. Ella odia a los maduros. Él a las niñatas. Ella tiene la vida arruinada. Él, planificada. Él lo siente todo y ella no siente nada. Pero ni ella es tan dura como él piensa, ni él tan frágil. ¿Qué pasaría si dos po...