Impresionante. Emma Watson, James y Oliver Phelps.

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        --Norie, Norie... ¡Norie!

    --¿Que demonios? --del gran susto que me di caí de la cama. Inmediatamente las carcajadas de Corine se escucharon ¿Y cómo no asustarme? ¡Tenía un alto parlante! Con ese endemoniado aparato me gritó solo para levantarme. Y lo utilizó al siguiente día, y al siguiente, y todos los días mientras viví con ella. Me sorprende no haber muerto de un infarto o algo parecido.

    --Hubieras visto tú cara --dijo entre risas y yo le mandé una mirada asesina.

    --No es nada gracioso ¿No pudiste levantarme más bonito?

    --Mujer, tienes el sueño más pesado que mi abuela --siguió riendo hasta dirigirse a la puerta--. Por cierto, te mencionaré la agenda.

"Hoy a las nueve treinta tienes la reunión con los demás actores, a las doce habrá un tiempo para almorzar, a las catorce tienes pruebas de vestuario y maquillaje, a las dieciséis comenzarán los ensayos, a las dieciocho llevarás una hora de equitación, a las  diecinueve habrá tiempo para cenar, y a partir de las veintiún estas libre por hoy.

    --Esto será agotador... --hice una mueca mientras tomaba mi ropa del armario y hacía el vano intento de mantenerme con los ojos abiertos.

    --Mucho y no sólo por hoy, eh. Por cierto, a partir de este viernes tendrás dos horas de clases particulares los lunes, miércoles y viernes --sonrió divertida luego de ver mi rostro desencajado y salió de la habitación como si hubiera confesado una travesura.

    Mi educación era el punto por el cual mis padres se habían preocupado demasiado y por el cual Corine les prometió su carrera que llevaría 6 horas a la semana de clases particulares. Por un momento deseé ser mayor de edad en ese entonces.

   

    A las 7 am, me di una ducha y salí a desayunar rápidamente. Me quedaba en el departamento de Corine, y hasta que no consiguiera más dinero rentaría ese con ella que, la verdad, estaba muy amplio y cómodo para mi gusto y no podía ni quería quejarme.

    El día anterior habíamos dado ya nuestro tercer tour para recorrer todo Londres así que con eso explico por qué tenía tanto sueño. Fuimos a ver los castillos, los parques, y un par de museos, en fin. A Corine le encantaba el cricket, solo que no podía jugarlo, era pésima en los deportes al igual que yo, a parte de que ese deporte era sólo para hombres por la rudeza que se empleaba así que solo nos quedamos sentadas observando a los jugadores. Era interesante, pero me daban nervios por alguna razón. Lo único que me había encantado de ir era que a lo lejos pudimos ver a los gemelos Phelps jugando. ¡Los gemelos! Tuve ganas de salir corriendo y pedirles su autógrafo pero Corine me arrastró hasta la salida diciendo que ese no era un "comportamiento adecuado para una futura actriz"

    Salimos del departamento justo y sorprendentemente a las 8; llegaríamos exactamente a la hora en la que nos habían citado a los estudios que estaban realmente muy retirados de donde vivíamos. Como tenía demasiado sueño me quedé dormida en el camino. Siempre me quedé dormida en el trayecto.

    --Niña ¡Niña ya llegamos! --me gritaron con fuerza. Corine, claro.

    --Nunca me levantarás bien ¿Cierto?... Wow --fue lo único que pude pronunciar al darme cuenta que estaba frente a los enormes terrenos de los estudios donde rodaríamos parte de la película.

    --Cierra la boca, te entrarán mosquitos.

    --Cielos, es mucho más enorme de lo que vi en las imágenes.

Memorias de una Estrella -Niall Horan FicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora