Memorias de una Estrella -Niall Horan Fic

Citas y Mensajes

    No caí en la realidad de que esa sería mi primera cita oficial con un chico luego de estar ya en el departamento de Corine a sólo un par de horas para la hora indicada. Toda la mañana había estado en un pequeño concierto cerca de las instalaciones de la estación de radio RadioCity y en una pequeña entrevista con ellos.

    Al terminar había ido directo a una de las tantas oficinas del señor Stamford sólo para que me felicitara por el día anterior y para darme instrucciones estrictas de no hacer cualquier escándalo, me dio las fechas en que comenzaríamos a grabar el nuevo sencillo y el nombre de este. Secondhand Jeans. Tendría casi el mismo estilo que What's Up y no tendría video hasta después de sacar el tercer sencillo. Para ese último tenía que colaborar con alguien más y aún estaban viendo con quién. También tenía que aportar la letra.

    -¡Nora! ¡Aquí está Skandar! –me gritó Corine haciendo que saliera de mis pensamientos de golpe. Me di un último vistazo al espejo y suspiré. Había optado por llevar pantalones de jean negros, una blusa larga y ceñida a mi cintura de color beige que había diseñado y dejaba al descubierto uno de mis hombros, botas militares de tacón del mismo color que la blusa y una bufanda café. Tomé rápidamente una gabardina café junto a un bolso cruzado y salí rápidamente.

    -¡Hola! –sonreí un tanto nerviosa al ver a Skandar charlando junto a Corine en la pequeña sala. Llevaba pantalones beige de jean junto a una gabardina negra entreabierta que dejaba ver una camisa café y un chaleco negro desabrochado. Fue cuando sus ojos achocolatados me vieron donde me di cuenta que era realmente atractivo y muy lindo.
    -¿Lista? –sonrió de lado, algo que hizo que mis piernas temblaran ligeramente.

    -Claro –reí colocándome el bolso de lado y avancé hacia él. Se despidió de Corine quien le advirtió llevarme de regreso antes de las 3 am (se había vuelto una regla), luego ofreció su brazo con tanta educación y una enorme sonrisa que me hicieron sonreír como tonta.
    -¿Llevo tu gabardina? –esbozó una pequeña sonrisa mientras me la señalaba ya estando afuera del edificio.

    -No te preocupes, me la pondré ya –sonreí algo nerviosa colocándomela rápidamente sobre el bolso. El rió divertido y abrió la puerta del copiloto para que entrara.

    -Por cierto, te ves hermosa –susurró con una sonrisa hermosa antes de que entrara. Mis mejillas se incendiaron por completo.

    Vale, Skandar había comenzado a gustarme desde ese instante. Luego de una media hora llegamos a un lindo y acogedor restaurante donde, casualmente, solo habían parejas tomando café. Luego de sentarnos y pedir nos pusimos a charlar animadamente; supe mucho de su familia y cuan famosos eran los Keynes y los Hourani, reí y le hice bromas llamándole “Mr. Darwin” y el a mi llamándome “Mrs. Darwin”. Sí, me había sonrojado cuando lo mencionó. A las 20 horas habíamos emprendido camino hacia Primrose Hill donde me sorprendí de lo bella que se veía Londres y el mismo parque lleno de luces por la noche.

    -Entonces Sou me tiró de las escaleras y mamá la castigó por un mes –soltó entre risas luego de contarme una anécdota de chico.

    -Algo parecido me hizo mi hermano Sebs… -reí divertida mientras iba tomada de su brazo y caminábamos por los caminos del parque. Y fue entonces que, a lo lejos, reconocí la silueta de aquella persona que no correspondió a mis sentimientos semanas atrás.

    -¿Estás bien, Nou? –pero era demasiado tarde. La chica con la que estaba lo había abrazado por el cuello y el la había besado. No de una forma delicada.