Llamada Inesperada

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    -¡Mierda! -escuché un grito a lo lejos-. ¡Llegamos tarde otra vez, James! ¡Levántate! -la voz de Oliver sonaba por todo el lugar y al abrir los ojos me encontré en una habitación que no conocía. Al captarlo me levanté inmediatamente.

    -No hice nada malo ¿Cierto? -me pregunté mientras veía mi ropa, aún tenía el vestido y aún recordaba que me había quedo dormida en el auto.

    -¿Y por qué no despiertas también a Norie? -la voz de James se escuchó también.

    -Porque... -de repente la puerta se abrió-. Oh, ya despertaste -Oliver me sonrió.

    -Corine me matará -susurré dándome cuenta de que no había llegado a casa.

    -¿Tú manager? Tranquila, ayer te llamó y contesté, le dije que te habías quedado dormida y que no sabía tú dirección. Sólo dijo que estaba bien y que ni intentara levantarte porque seria un caso perdido -rió al verme fruncir el ceño-. Vamos, llegamos tarde... -dicho esto salió apurado.

    Me quedé sentada en la cama por unos segundos hasta que me di cuenta que no llevaba ropa extra, Emma se había llevado mi ropa y sólo tenía el vestido que mostraba casi por completo mi espalda.

    -Este... -salí de la habitación y caminé por un pequeño pasillo que daba a la sala-. ¿Tienen algo que podrían prestarme? -señalé el vestido que llevaba.

    -¿De hombre? -James sonrió de lado.

    -No importa, ya veré como lo adapto -reí.

    Al final, James me prestó un  chaleco que ya no le venía pero que según sólo lo guardaba porque le gustaba y un jersey negro con cuello V y mangas largas también que ya no le venía. Elegí el jersey, me quedaba algo largo, pero recogí las mangas y lo subí un poco más. Me vi al espejo y no se veía tan mal aquella combinación, el jersey negro quedaba con el vestido blanco y así. Me gustó, pero supuse que sentiría calor después así que también tomé el chaleco.

    -¿Ya? No es por ser grosero pero ¡Llegamos demasiado tarde! -Oliver corrió a la cocina y trajo tres emparedados-. Vamos, vamos que ya van a dar las nueve y media y llegaremos aún mas tarde sí nos alcanza el tráfico... -dijo mientras nos arrastraba hacia la puerta.

    Al final llegamos a los estudios como a las 11 y media, nos llevó poco más de dos horas llegar ya que estuvimos como una atrapados intentando salir de la ciudad. Al llegar bajamos algo apresurados y nos metimos rápidamente hasta nuestro set en donde se grababa la película.

    -¡Norian! -Corine llegó con grandes pasos al verme-. ¡Primero no llegas a dormir a casa y luego llegas dos horas tarde a los ensayos! -me reprendió observándome con una de sus miradas más serias que tenía, luego desvió la vista hacia los gemelos y los examinó con la mirada-. Vayan a su prueba de vestuario ¡Pero ya! que hoy decidieron comenzar con los más jóvenes respecto a los papeles -frunció el ceño levemente enfadada. -¿Qué esperan? ¡Vayan, vayan! -comenzó a mover las manos para que nos apresuraramos.

    Comencé a andar con la cabeza gacha como una pequeña niña regañada hacia el estudio, tan solo entré, dos pares de manos me jalaron hasta un taburete bajo y terminaron rodeándome de cintas de medir y quién sabe qué más.

    -¿Recuerdas el vestido de la boda de Melrick y Loraine? -sonrieron alegremente las dos ayudantes de vestuario.

    -Ajá...

    -Pues ya están haciéndolo -chilló una de las dos realmente emocionada, la rubia para ser exacta. Tenía una mala memoria para recordar los nombres, realmente me sorprendía que recordara los guiones.

Memorias de una Estrella -Niall Horan FicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora