Mordidas

7 "Hermanos"

"Tú puedes hacer que un pecador cambie su manera de ser

así que abre tus puertas porque no puedo esperar a ver la luz

Y ahí es donde me quiero quedar"

(You can make a sinner change his ways

Open up your gates cause I can't wait to see the light

And right there is where I wanna stay

Locked Out of Heaven – Bruno Mars

NICK

Salgo del auto, busco mi teléfono, cuando lo encuentro me lo meto en el bolsillo. Después de unos minutos estoy yo solo con Nate en la recepción de la clínica. Mi hermano me dijo que Papá no podía venir, es la primera vez que Nate me acompaña a una sesión. Estoy Nervioso.

- Si te da vergüenza puedo quedarme afuera – me susurra Nate, mientras estamos sentados esperando a que me llame la doctora.

- Alguien tiene que entrar conmigo – respondo nervioso – tienes que firmar los papeles y todo eso –

- Siento mucho que Papá no haya podido venir –

- NICHOLAS MOON! – Dice la secretaria en voz alta, yo y Nate nos ponemos de pie.

- Soy yo – le digo a la secretaria.

- Joven la doctora Lilly lo espera en la sala 3.26 -

- Okay, Gracias – digo, como si yo no supiera en cual sala es la que atiende la doctora, si venga cada dos semanas a esta clínica. Nate y yo subimos al tercer piso por las escaleras, nunca me han gustado los ascensores, siento que en cualquier momento caerán y yo bajare cientos de pisos sin control. Papá una vez me dijo que Mamá también les tenia pánico a los ascensores, seguramente yo herede ese miedo. Cuando encuentro la sala 3.26 golpeo, la doctora nos abre de inmediato la puerta. Nate saluda, pero no se presenta, porque la doctora ya lo conoce de ocasiones anteriores en las que todo esto comenzó. La doctora dice que cada vez me pongo igual de guapo que mi hermano, le sonrió como respuesta, pero sé que no es verdad. Aunque Nate igual tiene el mismo color de cabello y piel, el heredó los ojos verdes de mi Papá, en cambio yo los tengo Marrón. Nate siempre ha sido atlético, tiene un buen cuerpo y cuando yo tenía 13 años, y el aun iba en mi escuela, sé que varias chicas morían por él. No era el más guapo de la escuela, pero sí que tenía para elegir con quien salir.

La Doctora me hace las mismas preguntas de siempre ¿Cómo estás? ¿Has comido bien? ¿Sigues la dieta que te recomendé? Para todas esas preguntas tengo una sola respuesta, SI, SI y SI.

- Entonces vamos directo al grano – dice la doctora, con su enorme sonrisa que siempre siento que es falsa. Ella señala con su mirada la pesadora que está en un rincón, yo miro a Nate, y nos veo a él y yo Jugando con Pistolas de Agua en nuestro jardín, Nos veo persiguiéndonos uno al otro por los pasillos de la casa, y recuerdo esa vez que le robamos la cámara a Mamá y viajamos en un bus ida y vuelta solo para sacarle fotos graciosas a las personas mientras dormían. De todas esas situaciones que vivimos, jamás pensé que él me acompañaría en una como está. Me saco mi chaqueta de mezclilla, mi remera celeste, luego las zapatillas y calcetines, por último y algo nervioso, me quito el pantalón, quedo solo en ropa interior negra. (Siempre que tengo control en la clínica me pongo ropa interior negra, siento que es menos trasparente), Una vez que ya estoy listo, me subo a la pesadora, y la doctora arruga la nariz.