◐SEIS◐

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-¿Sylvanne? -la voz de mi madre me dejó helada. Harry me sujetó aún con más vehemencia.

-Si dices algo, juro que me las pagarás de la peor manera.

Entonces me quedé en silencio, pues sabía que, fuera lo que fuera que le dijera a mi madre, ella encontraría la forma de no creerme.

Asentí muy débil y él me acomodó la ropa antes de sentarme en el sillón.

Mi madre justo apareció en la sala cuando yo me bajé la falda hasta la rodilla.

-¿Qué ocurre aquí? -preguntó, deteniendo sus ojos entre Harry y yo.

-Sylvanne solo estaba contando algo de su escuela, porque no quería molestarte a ti -explica. Maldito bastardo.

-Ya. ¿Y por eso estabas gritando? -me reclamó -Tus alaridos se escuchan hasta la calle.

El sudor frío me estremeció. ¿Qué se supone que debería responder a eso?

-Ha sido mi culpa, Lo. Yo estaba haciéndole cosquillas a Sylvanne y ella me rogaba que parara. No se volverá a repetir, descuida.

-Sylvanne, el señor Styles y tú no son iguales, y quiero que respetes eso. Compórtate como alguien de tu edad, por Dios- dijo.

Levanté mi mochila del suelo, molesta ante la insultante confianza que mi madre le tenía a un desconocido en lugar de a su propia hija, y azoté la puerta tras de mí.

Tuve la suerte de no tener a Harry pisándome los talones y, luego de un rato, agradecí que mi madre hubiera llegado antes de que Harry hubiera tenido la oportunidad de traerme a la escuela.

Dios sabe lo que me habría hecho durante el trayecto, sin embargo no podía quitarme la sensación de mis labios cubriendo los suyos. Traté de convencerme a mi misma de que aquello era normal. Había sido mi primer beso, era obvio que no olvidaría pronto aquello.

Más tarde, en la escuela, Gwen se acercó para charlar conmigo mientras ambas estábamos en las gradas, observando a Percy jugar fútbol.

- Puedo asegurar que algo está ocurriendo contigo. ¿Quién era ese hombre del coche que lucía tan enfadado? -preguntó.

- Podría decirse que es el novio de mi madre -respondí, y aquello sonó como una mentira bastante buena.

- Hmm, no nos habías contado de él -apuntó.

- Tampoco les había contado que mi padre murió, Gwen. Llevamos solo tres meses conociéndonos, hay varias cosas que no sabemos.

- Ya, es que fue bastante extraño. Incluso pensé que te estaba secuestrando. En realidad me preocupé.

Si supieras... Pensé.

- Bueno, pues gracias. Pero todo está bien, de verdad.

- Prepárate para tener esta misma charla con Percy -avisa- Él te quiere mucho, como a una hermanita, y no quiere que nada malo te pase.

- Hablaré con él, tranquila.

El resto del día traté de alejarme de todo y simplemente formar una burbuja a mi alrededor. Me sentía culpable, con un dolor en pecho y estómago, ese que sientes cuando sabes que estás haciendo algo malo.

Luego, como si me hubiera convertido en una especie de bruja y al haber pasado el día entero pensando en él, lo vi a él y a su auto en la calle de la escuela, esperándome.

You Are Mine. H.S (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora