DEAD MEMORIES

Heroína

Capítulo 14

Tomo un vaso de leche entre mis palmas, leche tibia, a mi madre le gusta que mi leche no esté ni fría pero tampoco caliente, me agrada verla en su tiempo libre en el restaurante, las cosas van bien, me siento en una mesa sola, los asientos, son en cuadros, o al menos los que están pegados a la ventanas, son sillones, queriendo aparentar piel, pero un color rojo vivo, las mesas de madera, bien tallada, y en los ventanales se puede ver toda la calle, autos pasando tranquilos, la noche que cubre la ciudad, la gente riendo, platicando, contándose cosas mutuamente o simplemente leyendo el periódico con un café por debajo del periódico.

Miro a mi madre, tiene un hermosa sonrisa en el rostro, tal vez trabaje en dos trabajos, pero se le nota más feliz ahora que trabaja de estas dos cosas, al parecer, el trabajo de mesera si le pagan bien, para solo empezar tu turno a las7:00 y terminar a media noche, al parecer, la dueña si es muy buena gente ya que si le ha dado el trabajo a mi madre, a pesar de que no se buscaba una nueva para el trabajo, mi madre, siempre que llega del trabajo y yo aún sigo despierta, me cuenta, como le ha ido en los dos trabajos, cosas como cosas normales "hoy me fue bastante bien" me alegra que mi madre por fin sea feliz.

Lo que me intriga es que pasan y pasan los años y no sale con nadie, no soy gran fan de las citas pero lo que si sé, es que mi madre, se merece más amor de lo que una hija le puede dar, un hombre que le quiera de verdad, y el dueño de esa pequeña tienda en el parque no es mal partido, es decir esta guapo, y le he observado mientras mira a mi madre, escoger libros justo enfrente de su puesto, aun no sé cómo se llama pero sé que si es un buen hombre, creo que a mi madre no le vendría mal, es decir, también he visto como mi madre le mira, ambos son jóvenes, pues mi madre, se embarazo de mi a los 16 años, no me ha dicho porque mi padre no se quedó con nosotras. Pero me alegra de no conocerle para no matarlo dejarlo lastimado porque nadie le hace daño a las personas que más amo.

Cuando alzo un poco la mirada, una chica está escribiendo en un cuaderno, lo cual es un poco raro, ya que como dije estamos de vacaciones, tiene un hermoso cabello ondulado, café, como el chocolate, como lo era mi cabello, solo que mi cabello era rubio, antes del primer día de clases (que por cierto me lo pinte de negro), la campana de la puerta principal suena y miro que un chico, rubio ojos... me parece que verdes, y un cuerpo que se ve que ejercita, entra, baja su capucha de la sudadera ya que afuera el ambiente aún está un poco húmedo ya que en agosto siempre tiene que llover, sonríe mirando a la barra del menú sobre la barra que atiende, recorre el lugar con la mirada, examinado todo, su mirada se queda sobre la chica que acabo de mirar, y camina muy confiado hacia ella, se acerca y le habla, ella ni siquiera alza la mirada, no sé porque pero sospecho que eso terminara en una pelea, nunca había visto algo así, él le quita el cuaderno y mira lo que está escribiendo, ella solo alza la mirada muy cabreada y le dice que se lo devuelva, él niega con la cabeza y empieza recitar algo, no sé qué sea, ya que no estoy muy cerca de donde ellos están y no se escucha del todo bien,

"NO ME IMPORTA LO QUE DIGAN DE TI,

OLVIDADIZ... SI QUIERES PUE... SER,

INSITO EN ESTAR A TÚ....LADO-se detiene-

La chica forcejea con él para quitárselo, pero el chico es más fuerte que ella, intenta la chica con sus dos brazos, pero pone una mano y le toma las dos, sin previo aviso, nadie les toma importancia, ya que son jóvenes, tal vez sean amigos, pero a comparar como la chica le mira, que es como la mirada que le doy a García, no creo lo más mínimo en eso, cuando el chico termina, le hace unas burlas y comienza a reírse como nada, el chico se va al mostrador y pide su orden, él ha soltado el cuaderno, pero por el forcejeo, el té helado de la chica se ha derramado por toda la mesa y el cuaderno se ha mojado, me levanto dispuesta a ayudarla.