Capítulo 7
Javier me señala a la pared pero no logro escuchar que es lo que dice, así que solo desvió la mirada a donde me señala y veo que hay un clavo en la pared que tiene colgadas las llaves de las celdas, intento ver si mi mano alcanza las llaves en la pared pero mi brazo es demasiado corto, All lo intenta pero sin éxito alguno, al final va Javier que es como si fuese la salvación, mi salvación o mejor dicho la de todos, apenas si alcanza a tocarlas.
–Una vara...– digo para mis adentros chasqueo los dedos, comienzo a buscar una vara o algo lo suficiente mente largo para alcanzarlas pero no logro localizar nada, después el oído regresa no estoy segura de porque no lograba escuchar pero vuelvo la cabeza hacia arriba y miro que hay un tubo como de al menos unos 30 centímetros y logro alcanzarlo.
De un momento a otro veo a Javier que se abalanza hacia mí y bajo la mirada, tiene una flecha en el corazón y el alma se me cae a los pies, me agacho y pongo su cabeza sobre mi regazo
– ¡Javier!, ¡Javier! ¿Puedes escucharme? Dime que me escuchas por favor- sin evitarlo las lágrimas comenzaron a correr y rodar por mis mejillas, no puedo desviar la vista a otro lugar que no sea donde esta Javier, en este instante, veo la flecha y no tengo el valor suficiente para poder sacarla, está enterrada pero parece que sigue con vida, da jadeos leves apenas audibles y solo me acaricia la mejilla y con su mano logra hacerme señas de que agache más la cabeza, así que sin mas lo hago, me acerca el odio a sus labios y logra susurrar palabras que logro entender claramente, lo susurra no porque no tenga fuerzas de hablar si no porque creo que no quiere que nadie lo escuche y solo logro escucharlo atentamente.
–¿sabes algo?-me dice- Me agrado verte dormida por el tiempo que estuviste aquí... yo solo quiero decirte que aun que mis amigos te hacían burla yo... los reñía cuando tú no mirabas, ese día... que me hablaste para pedirme un lápiz, ese mismo día que te dije que me ayudaras, ese día estuve más sonriente que nadie en el mundo, yo siempre, bueno... siempre me has gustado no me importaba tu manera de vestirte y que no tuvieras amigas chica –con cada una de esas palabras me derretía de amor pero no podía concentrarme en ello ya que una flecha le está reposando sobre el corazón y no puedo hacer nada, ahora que está a punto de partir a su próxima morada el me declara su amor, cada cosa que yo hacia él la sabia, en la escuela, aunque para recordar ese día del lápiz que en realidad yo no le quería pedir ya que en la mochila tenía dos, y solo buscaba una excusa para hablarle, para él fue un día muy feliz mientras que para mí fue uno de los peores días que he tenido, ya que creí que para él y sus amigos junto con la insufrible de victoria había hecho completamente el ridículo, ese sentimiento que tenía dentro y después al día siguiente la amenaza de victoria para que dejara en paz a Javier o me haría la vida peor de cómo ya la tenía -nunca se me paso por la cabeza porque victoria me diría esas cosas y cosas de esas, te me asías muy tierna y ahora que hiciste el intento de salvarme yo preferí salvarte a ti antes, siempre te he amado.
Tal vez porque notó un gran cambio de humor en Javier y pensó que yo lo había causado, ahora me doy cuenta de que victoria simplemente no quiere perder a Javier pero....por lo que escuche a duras penas en el hospital no me cómbense.
Además con que aparente unos 17 años de edad aun teniendo 15, todo esto es solo parte de mí y debo vengar a Javier, tomo su mano y el entrelaza mis dedos con los suyos dando un apretón de manos muy tierno y después lo miro a los ojos, mi boca quiere decir todo lo que siento por él pero nunca he sido de esas chicas que siempre tienen las mejores líneas.
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DEAD MEMORIES
Ficción GeneralElisabeth Collins es una chica muy tímida con una doble vida que ella misma no sabe que tiene. todo comieza con unos sueños extraños llenos de acción para darse cuenta que el mundo que cree ah vivido todo su vida no era más que un sueño y que ahora...