10/Octubre/2015

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El viaje hasta ese lugar misterioso se había hecho más corto de lo que pensé, pero ahí estábamos, en frente de una preciosa casa rural a las afueras de la ciudad, cómo si de una pareja de recién casados se tratase.

Y cómo una pareja de recién casados tuvimos nuestra noche de bodas.

-Luke... Esto es genial- Me abalancé a el besándole los labios.
Pero esta vez ese beso llevaba algo más.

Deseo.

Y era la primera vez que experimentaba esa sensación desde que estaba con el, nunca me había imaginado el momento de tener sexo con alguien.
Luke sonrió y me volvió a besar, esta vez mientras me llevaba hasta la habitación.
El también ardía en deseo.
Metió sus frías manos bajo mi camiseta y apretó mi espalda haciendo que me estremeciese, después se deshació de ella dejando a la vista mi sujetador, me tumbé boca arriba dejando que Luke se subiese encima mía y le quité la camiseta, después el pantalón, que por lo que se veía (y notaba) ya estaba estorbando, cómo su ropa interior, y mis pantalones y mi ropa interior.

Estábamos desnudos.
No había vergüenza.

Notaba su miembro duro y eso me excitaba.

El pasaba su piercing del labio por mi tripa y eso me excitaba.

Notaba sus dedos acercándose peligrosamente a mi zona y eso me excitaba.

Luke Hemmings me excitaba.

Estaba a punto de dejar de ser la niña tonta e inocente que tiene un diario con un perrito peludo en la portada.

Entonces introdujo un dedo en mi.

Suspiré de placer y mi inocencia se empezó a difuminar.
Introdujo otro.

Volví a suspirar y mi inocencia estaba más borrosa todavía.

Jugueteó con los dedos dentro de mí.
Cerré los ojos y me mordí el labio, aquello era genial.

Luke Hemmings saca los dedos e introduce su pene en mi después.

Ya no soy esa niña tonta e inocente.
Mi inocencia se ha esfumado por completo.

Luke Hemmings embistió flojito.
Lo noto y gimo su nombre no tan flojito.
Y otra vez embiste un poco más fuerte.
Y otra vez más fuerte.
Y otra vez, todavía más fuerte.
Y vuelvo a gemir su nombre cada vez más fuerte
Después de unas cuantas embestidas más llegué al orgasmo ¡Y qué orgasmo!
Luke bufaba y suspiraba sin parar de embestir, gemía de vez en cuando.

Eso me ponía mucho.

Sacó su pene de mí y se corrió en las sábanas.
Suspiró satisfecho y después me volvió a besar, acabando abrazados entre las sábanas que nos tapaban desnudos.

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N/A: HOLA, AQUÍ CAP HOT
Se que algo así hacia falta a la historia y aquí está.
Espero que os guste
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Guada xx

M&G | L.H #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora