Después del velorio de nana, me fui a mi habitación a descansar. No podía creerlo, después de tanto tiempo tenía que aprender a vivir sin ella. De solo recordar que no está conmigo se me forma un nudo en el estomago.
-Gaby, tienes que alimentarte, te puede hacer mal.-Horacio, mi padre.
-¿Ahora te importo?
-Siempre me importaste cariño.
Una risa sarcástica se apodero de mi-Claro, es por eso que me dejaste sola durante todos estos años sin importarte si estaba bien o mal.
- Necesitas alimentarte, es una orden hija-Otra risa sarcástica-
-No tengo apetito "Padre".
Soltó un bufido de frustración. Desde que murió nana no he podido comer ni un solo bocado. Y eso fue hace 3 días. Tan solo pensar que ella no me traerá la comida se me van todas las ganas.
He perdido 10 kilos solo por no comer, tengo ojeras del tamaño de mis mejillas y estoy tan palida como un papel. Lo bueno de esto es que no tendré que preocuparme por hacer dietas o ir al gimnasio para perder peso.
Mañana empiezo mi primer día de escuela. Mis padres me inscribieron en una escuela pública, siendo que podemos pagar una escuela privada, solo porque creen que ahí podré hacer amigos más rápido. Como si necesitara amigos.
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Al despertar hice la típica rutina matutina.Al bajar encontré a una señora.
-¿Quién es usted?-Pregunte seca.
-Soy Marta su nueva ama de casa.
-Ohh-fue lo único que dije.
Tome mi mochila de Minecraft, uh otro dato curioso me encantan los videojuegos, No todos pero si la mayoría, y me fui rumbo a la puerta.
El miedo me entro de repente, hace un año aproximadamente que no salgo de mi casa. Si, suena raro. Pero no tenía la necesidad de salir. Todo lo que quería me lo brindaba nana.
Mi reparación se empezó a entrecortar. Mi pulso se empezó a acelerar. Empecé a sudar frio.
-¿Todo en orden señorita?
-S-si.
Justo cuando estaba por poner mi mano en el picaporte la puerta se abrió.
-Señorita, le espera el coche.-Era Martín, nuestro chofer.
-Claro.-Gire mi cabeza para ver a Marta- Hasta luego.
-Hasta luego señorita.
Y Salí con Martín y la luz del sol me deslumbro por competo, suerte que traje mis lentes de sol. Y partimos a la escuela.
Era una estructura en decadencia, chicos corriendo y gritando por todas partes. Profesores que dan miedo y profesoras que desde lejos se ve que son zorras.
-Llegamos señorita.
-Muchas gracias. Nos vemos a la salida.-Y baje del auto.
-Que tenga un buen día.
Cuando baje todos me miraban raro. Y murmuraban cosas entre ellos.
-Mira como esta vestida-Decía una mientras se reía.
-Debe pensar que se va a un desfile o a un circo. -Decía otra de igual modo.
Me mire, no iba mal vestida. Tenía puesto un vestido de animal print, unos zapatos taco alto color verde. Un collar con una flor, otro con cadenas y pompones verdes.
-Y su maquillaje-Decía otra.
Tenía un maquillaje completo que consistía en labios rojos, mis ojos marrones delineados, sombras color café y mi peinado era mi pelo rubio atado en un rodete
Pase haciendo caso omiso a sus comentarios y me dirigí a dirección.
-Hola, soy Gabriela Ortiz y soy nueva.
Una señora con cara flácida y llena de ojeras y grasa me miro y con voz rasposa me dijo:
-Me alegro por ti, empezar a mitad de año es lo mejor que pudiste hacer-Su sarcasmo se detecta de acá a la china.
-Tube problemas, por eso vine.
Ella rodo los ojos y se puso a buscar en uno de sus cajones.
-Aquí esta su horario.
-Gracias.
Y salí de ahí, ¿Qué no saben quién soy, o de quién soy hija? ¿Como me van a tratar así?
Al entrar a mi salón, todo era caos. Niños gritando, chicos besándose, otros dormidos. ¿Qué en esta institución no hay disciplina?
No me imagino si así es el primer día como serán los que restan.
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Niña Rata
HumorGabriela Ortiz, también conocida como niña Rata, tras la muerte de su nana se ve obligada a abandonar su zona de confort para salir al mundo exterior, ese lugar que evito por mucho tiempo.