Erotismo Prohibido (+18)

Capítulo 1

Un mediodia de un domingo de diciembre

Se acerca a mi madre y le da un beso en la mejilla y un abrazo aparentemente nervioso.
-Hola tía, ¿cómo está usted?
-Por favor llamame Kim.-Dice y lo abraza otra vez-Estoy muy feliz de que ayudes tanto a Monika, vuestra amistad es más fuerte que la de los hermanos.-Dice emocionada.
-Si, somos cómo hermanos, más que eso...-Me mira a los ojos y sonrie, dios cómo me gustan esos ojos, esos labios, esa nariz, esas gafas, esa sonrisa, esa mirada, en general él, me encanta.-¿Vamos? Llegará Emily y todavía estaremos aquí.-Dice burlón mientras sonríe.
-Claro, vamos.-Digo y empiezo a caminar camino a mi casa.-Mathias, ¿cómo ha sido el camino hacia aquí?
-Ha ido bien, gracias, he venido hablando contigo, ¿qué mejor que eso?-Me mira y me guiña el ojo mientras pone esa preciosa sonrisa que tanto me gusta.-Mi hermanita...-Añade para despistar a mi madre, ambos sabemos que aunque no seamos pareja, hermanos no somos...
-¡Siiii! ¡Mi hermanitoo! ¡Cuanto lo quiero!-Digo mientras le alboroto el pelo.
-¡Ay mi hermanita!-Dice mientras me toma de la cintura y me sube a su espalda.
-¡¡¡Nooo!!! ¡¡¡Sueltame!!!-Digo mientras pateo el aire.
-No lo haré hermanita...-Dice malvadamente.-Muajajajajajajajajajaja-Hace una risa malvada y me saca la lengua.
-O me bajas o te planto un morreo delante de mi madre.-Le susurro al oido-Ehh hermanito...-Digo un poco más alto.
-Está bien canija.-Me susurra y me baja.-¡¡Ay mi hermanita!!¡¡Que pava es!!
-¿Yo?¿Pava? Nooooo...-Digo con sarcasmo.
-Anda niña tira pa' tu casa.-Dice mi madre en broma y me da una palmadita en la espalda mientras ríe.-Por cierto, ¿a qué hora llega Emily?
-En media hora aproximadamente.-Digo mientras me dirijo a la puerta de el portón de la zona comunitaria y saco las llaves.-Aquí es.-Digo mientras abro la puerta pequeña que está al lado del portón, les indico que pasen, paso la última y cierro la puerta.
-Wow, ¿cual de todas es?
-Es una de las del fondo.-Digo mientras me adelanto y les guio hacia mi casa. Cuando llegamos la señalo con el brazo.-Bienvenidos a mi humilde hogar.-Abro la puerta, mi madre entra y mi perro viene hacia mi y empieza a saltar alto para lo pequeño que es para que lo tome en brazos.-Hola bebé.-Digo y lo cojo en brazos, me intenta chupar la cara y lo aparto, de golpe ve a Mathias y le empieza a ladrar como loco.-¡¡¡Zelda!!!¡¡Calla!!-Le digo un poco alto a mi yorkshire con espiritu de doberman.
-Monika no te preocupes, al final le acabaré cayendo bien. Soy el encantador de perros...-Dice coquetamente, me guiña el ojo y se empieza a reír.
-Coqueto, que está mi madre...-Le digo y le lamo el cuello.-Venga, que te voy a enseñar la casa.-Le doy la mano vigilando que mi madre no nos vea y siento un escalofrío en mi cuerpo entero, subo las escaleras con él, mientras estoy subiendo me da una palmada en el culo, esta pillín, huh, quiere acción, pues tendrá acción... Llegamos a la habitación y le indico que pase, cuando entramos cierro la puerta y le pongo el pestillo, él se queda de pie en frente de mi cama mirándolo todo, mis posters, mi cama, mis armarios, mirando cada detalle hasta que le beso, siento cómo mi cuerpo entero se enciende, siento algo raro en mi estómago, lo empujo ligeramente y lo tiro a la cama, él se sienta y yo lo miro picarona y le vuelvo a besar, sus manos se posan en mi cintura mientras lo beso y me siento sobre él. Nuestras lenguas se acarician la una a la otra en un momento inolvidable, mis manos se enrredan en su pelo y tiran ligeramente de él de tanto en tanto. Una de sus manos se queda en mi cintura mientras que esa se mueve creando una sensación en mi entrepierna que me hace gemir de placer, la otra de sus manos sube hasta mis pechos, me desabrocha el sujetador y me lo quita mientras tomamos un descanso de este momento tan intenso. Me quito la camiseta y los pantalones y quedo solo en bragas y el se quita los pantalones y queda en boxers y en camiseta, dios, cuanta sensualidad junta... Se estira en la cama y yo me siento encima de su polla con las piernas abiertas y empiezo a besarlo mientras que tiro de su pelo con una mano y con la otra recorro su intimidad, él con una mano acaricia mis pechos y con la otra recorre mi coño. Me da tanta vergüenza... pero no puedo dejar de gemir, mis pomulos estan rojos y mi espalda se arquea cada vez que sus dedos entran dentro mio, dios, estoy tan mojada... Él saca sus dedos de dentro mío y se los lame, cuanto lo deseo...