Erotismo Prohibido (+18)

Capítulo 4

Un día de Diciembre por la noche

Hace ya una semana que no veo a Mathias, lo echo de menos pero hoy vuelo hacia Barcelona a ver a mi familia y Mathias se quedará aquí, un mes más sin verlo, no sé si aguantaré... Antes de que me de cuenta mi familia me está llamando para embarcar el vuelo hacia Bogotá, para después subir a otro avión que me llevará directa a mis orígenes.

Una mañana de Diciembre a la madrugada

Miro el tiempo que llevo volando en la pantallita del asiento delantero del avión, 5 horas... Solo falta una más para llegar a Bogotá y después 8 más para llegar a Barcelona, dónde mis abuelos, mis primas y mis amigos esperan ansiosos nuestra llegada.

Una mañana de un día de Diciembre

Al fin el avión empieza a aterrizar, la verdad es que he dormido poquisimo y no he podido parar de pensar en Mathias, ¿qué voy a hacer un mes sin él? Ya llevo una semana sin verlo y lo echo muchisimo de menos, no lo he vuelto a ver desde que le pedí que fueramos pareja, aunque, ahora que lo pienso, ¿por qué no me lo pidió él? ¿será que no le gusto y sólo habrá aceptado salir conmigo por pena? Mientras me pierdo en mis pensamientos el vuelo aterriza y en menos tiempo del que me doy cuenta ya estoy saliendo del avión.
-Monika vamos, date prisa que tenemos que ir a recojer las maletas.-Me apura mi madre.
-Eso Monika.-Me intenta chinchar mi hermana con una sonrisa maliciosa, ¿por qué me trata así? No la entiendo, sé que su edad es difícil y más aún si es que vives en la otra punta del mundo (en referencia a donde perteneces) pero no entiendo el por qué me trata así, se pasa el día molestándome y siendo mala conmigo y yo solo intento ser una buena hermana, una buena persona, aunque casi siempre la cago monumentalmente pero no creo que esa sea razón como para tratarme así... Sigo callada hasta que mi madre me pregunta:
-Monika, ¿por qué estás tan callada?
-Nada...-Me limito a responder.
Vamos a recojer las maletas y antes de que me de cuenta ya estamos pasando la aduana. Cuando la hemos pasado y hemos recogido las maletas nos dirigimos a la salida. En cuanto salimos por las puertas automaticas de cristal vemos a mis cuatro abuelos, me dirijo corriendo hacia ellos y abrazo a los cuatro a la vez.
-Os he echado tanto de menos.-Sollozo de alegría y de tristeza a la vez en sus hombros, de alegría por estar aqui con ellos pero de tristeza porque me gustaría que Mathias estuviera aqui conmigo, aunque eso es imposible que pase...

Día de navidad

Me despierta mi madre a las 9 en punto de la mañana para ir a casa de todos los familiares y amigos para darnos los regalos de navidad que hemos comprado y hemos fingido que un gordo pedofilo en pijama nos ha debajo bajo el arbol entrando por una chimenea que no existe y desactivando la alarma con sus rayos laser, ridiculo, ¿verdad? Me ducho, me visto y me maquillo para ir a casa de mi abuelos maternos, mi Abuelo Pau y mi Abuela Stephanie, dónde también irá mi Tía Maca con mi prima Flor y mi Tío Nacho. Mi Tía Maca no tiene dinero suficiente para pagar el alquiler, la academia de ingles y alimentar a Flor y mis abuelos la ayudan a pagar recibos y mi Tío Nacho es esquizofrénico desde que tenía más o menos unos 20 años y mis abuelos cuidan de él. Después iremos a casa de mis abuelos paternos, mi Abuelo Richard y mi abuela Sandra con mi Tío Valentín, mi Tía Sofía y mi prima, Nayomi. Al salir de ambas casas tenemos que ir a comer con los padrinos de mi hermana y sus hijas y después seré libre para irme con mis amigos. Termino de arreglarme y bajo justo cuando mi madre empieza a llamar a mi hermana y a mi padre:
-¡¡¡Lucy!!!¡¡¡Max!!!¡¡¡Vamos daros prisa, que llegamos tarde!!!
-¡¡¡Ya voy Kim!!!-Le responde mi padre desde arriba.
Ambos bajan entre 5 y 10 minutos después de haberlos llamado y nos subimos al coche, ponemos la radio "MaximaFM" y nos dejamos llevar por la música electrónica hasta que llegamos a casa de mis abuelos maternos.

Día de fin de año

Me termino de peinar y de maquillar, me miro al espejo y me bajo un poco la falda del vestido, me he rizado el pelo y me he maquillado con sombra haciendo un degradado de blanco a negro y con delinador gris en la raya inferior y para finalizar, un poco de colorete marrón, rimmel y pinta labios rojo. Miro el telefono, nada, ni una noticia de él desde anoche, le mando un WhatsApp: <<Cuando leas este mensaje, por favor, avisame de si te puedo llamar cuando den las uvas, me encantaría empezar mi año hablando contigo>>. Me dirijo a la mesa y me siento, dentro de nada llegaran mis tios y Gerard, un amigo de la familia desde que mis padres eran adolescentes. Miro el telefono, nada, está en linea pero no lo ha leido, a lo mejor es que ya ha perdido el interes en mi... Mientras me sumerjo en mis pensamientos pican al timbre, mi Tío Valentín, mi Tía Sofía y Gerard vienen y me saludan, mientras que Gerard me dice todo lo que segun él he crecido me suena una notificación en el movil.

Un día de princípios de Enero por la tarde

Paso a buscar a Ariel, mi mejor amigo, a su casa y nos dirigimos a por Javier, un vecino mío que es amigo mío desde que tengo memoria. Cuando ya lo hemos recogido de su casa nos dirigimos a por Santi, un amigo dominicano que conozco desde hace poco pero que me ayuda bastante, y a por Alexander, otro amigo que le gusta a Ariel y que al principio le tenía pelusilla pero ahora me cae de puta madre. Y para terminar, cuando estamos los cinco vamos a buscar a Noelia, otra amiga que me cae muy bien y que le gusta a Santi. Cuando ya estamos todos ya son las 19:15 y a mí solo me dan permiso a salir hasta las 21:00, vamos a por dulces a una tienda llamada "El palacio de la magia" y cuando salimos de ahí nos dirigimos a mi casa, me acompañan hasta ahí y cuando entro veo una nota en la puerta.

Hola Moni,
Hemos salido a dar una vuelta por el centro de Barcelona, cuando llegues calientate los macarrones de tu abuela Sandra y si tienes más hambre descongela pan y hazte un bocadillo de fuet. Con cariño, mamá.

Leo la nota y en cuanto asimilo que estaré sola en casa llamo a Ariel, a Javier, a Santi, a Alexander y a Noelia, les digo que entren y cuando me dirijo a la cocina a prepararme la cena veo una botella de ron añejo, la verdad es que hoy he tenido un día bastante raro y malo, no he hablado con Mathias en todo el día y no sé si estará enfadado pero el día de año nuevo tampoco quiso hablar conmigo, no me vendrá mal una copa para olvidarme de todo... Cojo la botella de ron añejo, la cual está casi llena, la abro y le doy un par de tragos a palo seco y me dirijo con el cenicero y la botella al jardín, me siento en una silla de las que hay fuera, enciendo un cigarro y le doy otro trago largo al ron. Antes de darme cuenta a la botella solo le queda un culito de nada y ya me he fumado 4 cigarros, y no solo eso, sino que también he llamado a Mathias y él al darse cuenta de que estoy borracha me ha colgado la llamada. Vuelvo a beber y empiezo a toser y me empiezan a dar arcadas, en ese momento todos se acercan a mí preocupados.
-¿Sabeis una cosa muy graciosa?-Pregunto arrastrando las palabras cuando se me han pasado un poco las arcadas.
-¿El qué Moni?-Me pregunta Ariel.
-¿Que cosa Monika?-Pregunta Santi.
-Que si bebo mucho, con la medicación que estoy tomando me puedo morir, o eso dicen porque ya estoy pedo y sigo viva.-Digo con tono burlón y se me escapa una pequeña carcajada de esas típicas de los borrachos.
-¿¡¿¡Qué!?!?¡¡¡Alex cojele la botella y llévala a dónde estaba!!!-Medio grita Santi preocupado y se acerca a Ariel y a mí mientras que Alex y Noelia van a dejar la botella y salen a la zona comunitaria.-¿Estais bien?-Pregunta Santi, al parecer Ariel ha bebido conmigo y se encuentra mal, aunque yo tampoco es que este muy fina...
-Sssiii.-Contesto arrastrándole las palabras.
-No.-Contesta Ariel medio sollozando mientras que se hace un ovillo en el suelo.
-¿Qué ha pasado?-Pregunto arrastrando las palabras con un tono aparentemente preocupado pero muy ebrio.
-Alexander, él no me quiere...-Solloza mientras que yo intento procesar lo que acaba de decir. Él está sufriendo por amor, porque Alexander no lo quiere... Automáticamente me levanto y me dirijo medio tambaleandome a donde está Alex y le intento pegar un puñetazo pero me esquiva, intento con la otra mano y me vuelve a esquivar y cuando le voy a proporcionar el tercer intento de puñetazo Santi me coje por atrás y me aparta de él, yo empiezo a llorar y a gritar y no me suelta hasta que Alex se va y él se asegura de que no voy a salir corriendo tras él.

Una noche de un día de mediados de Enero

Llevo un mes sin ver a Mathias y he intentado quedar con él pero siempre me pone alguna excusa, no sólo eso, sino que no hablamos tanto, no se ve tan interesado, no lo sé, sinceramente, él ya no es el mismo conmigo, ¿será que ya no le gusto? Me sumerjo en mis pensamientos hasta que me quedo dormida dentro del avión que me llevará de vuelta al país que me ha causado tantas alegrías cómo desgracias.

Una madrugada de un día de mediados de Enero

Al fin ha aterrizado el avión con destino a Santiago de Chile, ya he llegado técnicamente a Chile y ya tengo 3G otra vez, le mando un WhatsApp a Mathias avisándole de que he llegado aunque dudo que le interese, tal y cómo ha estado conmigo ultimamente... Le mando otro WhatsApp a mi padre que está esperándonos fuera con mi precioso y enano perrito llamado Zelda. Salimos del avión y nos dirigimos a las cintas a por las maletas, cuando ya hemos recogido las maletas tenemos que pasar todo el equipaje por unas cintas de rayos X, cuando al fin pasamos la inmensa cola para pasar las maletas por las cintas de rayos X y pasamos las maletas, salimos hacía fuera y me encuentro con alguien que nunca hubiese esperado que viniera, y menos ahora...