-Necesitamos hablar a solas Elizabeth.- recalcando el "a solas" en la cara de mamá. Quien fue tomada por los hombres de Jack y sacada de la habitación. Sin mi madre mi nerviosismo se triplicó. No sabría que decir ni cómo defenderme. Rebelde podré ser, pero sigo siendo una indefensa chica. -¿Por qué no has ido a la fábrica estos días?-
-¿En verdad lo preguntas?-Se dibujó en mí la expresión de indignación mezclada con la evidente irritación. Le dejé ver mi brazo roto y mis moretones del mismo. Rio de nuevo. Me comenzaba a molestar muchísimo su risa. ¿Acaso era gracioso?
-Sabes muy bien que a mí no me interesa tu estado, lo único que me importa es la producción; y aunque no me guste decirlo, eres la persona más productiva de la fábrica. Te necesito al frente.- Una pausa incómoda se dio mientras hacía un incómodo y muy poco confortable contacto visual conmigo.-Pero si nos arruinas una vez más no serás más indispensable. Todos los trabajadores son reemplazables ¿no? Tú hermana, ella sería una buena candidata.- de nuevo un contacto visual mientras observaba en mis pupilas el pánico que en mí crecía.- Por cierto, hay que discutir los términos de esa condena. O amenaza, si lo quieres ver así.-
-Me puedes explicar ¿Qué tiene que ver mi hermana en todo esto?- estaba totalmente atónica por lo que acababa de mencionar.
-Verás, como ya te había mencionado antes, eres muy productiva; eso no se podría discutir jamás. Por ello, sí tu condena se lleva a cabo ¿Qué mejor que un familiar joven para suplir tu área? Tu hermana será tu reemplazo y tú no harás nada al respecto.- Ambos estábamos furiosos, yo por su afirmación de que seré ejecutada y que Denisse me supliría, y Jack porque lo interrogaba yo a él, y no él a mí.
-A mi hermana no la tocarán, aunque este muerta. Tú mismo redactaste ese ridículo reglamento, en dónde la única regla coherente es la de la minoría de edad para entrar a tu fábrica. Mi hermana tiene diez años, no tiene la edad adecuada. Por Dios, tú y todos los que trabajan contigo son unos incompetentes.- solté de golpe con ira.
-No me hables así Monteros.-Me señaló con molestia.-No lo hagas si no quieres acelerar las cosas. Te ejecutaremos antes si sigues con ese comportamiento ante la autoridad; ósea yo, te guste o no.- Me quedé callada ante su precipitada respuesta por más o menos dos minutos, y él ante esto comenzó a hablar.
-No he venido para esto. Vine a hablarte sobre las condiciones de la condena. Tu actitud se nos ha salido de las manos, y no nos podemos dar el lujo de soportar esa conducta que contamina la de los demás.- ¿Está hablando en serio? Nadie me sigue, nadie se atreve a retarlos. - Entonces te leeré las condiciones. Primeramente, debes asistir a partir del viernes de la próxima semana a la fábrica, independientemente de los padecimientos que existan; como tu brazo. Segundo, Dejarás la mala conducta, respetarás a tus superiores y asistirás a trabajar a diario sin ninguna molestia, y no incentivarás a nadie a revelarse ante las autoridades. Tercero, no hablarás con nadie acerca de esta condena fuera de nosotros y tu familia. Cuarto, un llamado más de atención justificada, de menor o mayor grado, significará cárcel el resto del día y la ejecución al día siguiente. Quinto, cuando incumplas una de las anteriores se llevará a cabo la ejecución y se dará una severa sanción a tu familia. Sexto, Denisse Monteros sustituirá a Elizabeth Monteros en su área de trabajo inmediatamente después de la condena. Séptimo, cualquier indicio de rebeldía, bajo nuestro criterio, será tomado en cuenta para llevar a cabo la ejecución, sin necesidad de una falta grave o menor conforme sea necesario.- es evidente, buscan cualquier cosa para llevarme a la tumba lo antes posible.
-¿Qué tiene que ver mi familia Jack? Por favor, hazme todo lo que quieras a mí, mátame ahora si lo deseas, pero por primera vez, deja en paz a mi familia. Ya le has hecho demasiado daño en el pasado.- estoy triste, desconcertada y enojada. Todo era absurdo.
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Dos Destellos Iguales (Actualizando)
General FictionEl nuevo siglo, el cual es muy esperado para la mayoría de la población en todo el mundo; quienes, en este siglo, han vivido de una forma humillante e indignante, con mucha escasez de recursos ambientales y básicos para sobrevivir. Yo al no quedar...