Rubén estaba viendo fotos en su móvil, de él y Mangel.
Mientras el pelinegro jugaba con su pequeña hija de solo unos meses de edad.- Mangel?
- Dime.
- Tu...¿me amas?
Mangel se levantó del sillón en donde estaba sentado y dejó a su pequeña hija en su cuna.
- Claro que te amo, como no hacerlo, eres mi esposo y no te cambiaría por nada en el mundo.
Tu eres mi mundo.- Es que a veces tengo miedo de perderte.
- Rubén, yo jamás me iré de tu lado.
Dijo para después fundirse en un calido beso.
@AmorOfRubiuh