Introducción.

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Era al rededor de las 10:00 de la noche, Juliette seguía caminando por las frías calles de San Francisco. Estaban a mediados de octubre y era cuando más comenzaba hacer frío, era lo que casi no le gustaba de salir por las noches de su trabajo.
Esta vez era por qué su jefa decidió hacer corte de caja del día hoy, así que eran más horas de retraso.
Sólo faltaban unas cuantas cuadras más para llegar al edificio donde ella vivía.

Hoy estaría sola en su casa ya que su pequeño hermano estaría durmiendo en la casa de uno de sus amiguitos de la escuela. Le agradaba la idea de que el chiquillo tuviera a sus amigos le hacía sentir muy contenta por el. Después de todo por lo que ha pasado, su pequeño príncipe merecía lo mejor.

Entrando al edificio saludó al portero como de costumbre, tomó el ascensor dirigiéndose hacia su piso, este era el cuarto piso.
Las puertas de abrieron, lo único que pudo percibir fue el fuerte olor a tabaco, cerveza y el infernal sonido de guitarras junto con una estúpida batería. La chica maldijo a sus adentros y no muy convencida decidió salir.
¡Señor! ¿Porqué a mí? Se dijo a sí misma mientras caminaba hacia a su departamento.
Tenía al rededor de casi medio año viviendo en este edificio, esto era muy grato por una parte y por la otra un calvario soportando a los tíos esos que vivían enfrente de ella, en especial una.
Mamarrachos, pensó ella.

Juliette toma su mochila buscando entre sus cosas las llaves de su casa, las encuentra a hasta el fondo las saca y torpemente se caen al suelo.

-¡Maldición! -exclama la chica irritada por su torpeza.

Bufa indignada y no le queda más que agacharse a recogerlas, cuerpo se congela al ver lo que hay enfrente de ella.
Unas zapatillas gastadas están enfrente de ella, mientras sigue subiendo su mirada hasta encontrarse con su sorpresa.
Se encuentra con su dolor de cabeza, vestido con esos jeans ajustados, junto con su playera de Deep Purple que tanto usa y una chaqueta de cuero, típica vestimenta de un chico trasher en los 80's.
Los ojos verde esmeralda del chico la observa detenidamente, una pequeña punzada golpea su pecho haciéndolo sentir de una manera incómodo, ¿Será que ella lo tiene incómodo?
El ambiente comienza a ser más y más intranquilo. Observa como la chica comienza a colocarse de pie.

- H-Hola... -dice Juliette en voz baja, sintiéndose nerviosa por su presencia. Muerde su labio inferior tratando de controlar el temblor.

Lars observa sus facciones, podría jurarse así mismo que es el es la razón de su nerviosismo, una sonrisa egocéntrica comienza formarse en sus labios.
-¿Porqué tan nerviosa? -pregunta sin dejar de mirarla.

La misma Juliette por dentro se hizo esa misma pregunta, ¿Porqué tan nerviosa?

-Necesito entrar a mi casa, si me disculpa -toma la perilla, y trata de abrirla puerta pero sus manos comienzan a temblar.

De pronto el chico con una de sus manos detiene la perilla haciendo una barrera entre su cuerpo y la puerta. El corazón de Juliette comienza a latir con fuerza golpeando sus costillas frenéticamente.
Con esta vista podía ver lo hermoso que era los ojos esté chico, su color eran un verde esmeralda auténtico muy poco visto en otras persona.
Los ojos más hermosos a comparación de sus ojos café oscuro.
¿Qué era lo que ocurría en el interior de Juliette? ¿Acaso comenzaba a sentirse atraída por este chico? No podía ser esto cierto.
En cambio Lars comenzaba tener una lucha interna, ¿Será cierto lo que los chicos le decían sobre Juliette?

-No has respondido a lo que te dije - rompió el silencio Lars sin dejar de verla a los ojos.

-Yo...

La puerta de enfrente se abre haciendo saltar del susto ambos chicos, ambos voltearon viendo al rubio que vive con el.

- Oye enano, deja de estar perdiendo el tiempo y ven a ensayar -dijo el chico rubio junto con la cerveza en la mano.

-Deja de joder James - replicó Lars algo fastidiado, se separa de la puerta y intercambia una última mirada con Juliette está se sonroja y entra rápidamente a su casa dejándola solos ha ambos.

-Tendrás que hacer más que sólo un cruce de miradas -sugirió James.

-Ya ni me lo recuerdes -respondió el chico aturdido mientras se dirigía a su apartamento.

¿Cómo conquistar una persona que sentía una clase de rechazo hacia ella? Sería un gran reto.
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Aquí el la introducción de Faithfully. Próximamente el primer capítulo de esta maravillosa historia ¡Esperala!

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