Capítulo III

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Lars se encontraba afuera del departamento de Juliette. Se sentía tan indeciso de tocar o no  la puerta, ya que si fuera por el en éste mismo instante saldría corriendo hasta su apartamento y olvidar todo este macabro plan.
El mismo sabía que al momento de tirar la toalla, quedaría como un completo idiota ante sus amigos y les pagaría la prometida suma de dinero.

Pero al final, ¿Qué pasará con esa pobre chica? Ese era también otro dilema.

Ayer por la noche al entrar a su casa, recibió tremendo sermón de parte de James y Kirk, en especial James, por otro lado Jason se mantenía tranquilo escuchando mientras revisaba lo que había traído su compañero de comer. Pero a pesar de tal show, todo estuvo tranquilo.
Aunque tuvo que soportar la serie de bromas que le hacían sus amigos y sobre todo por la chaqueta.

"Aaaw el gran Romeo al rescate de su Juliette ", "Todo un caballero el señor Ulrich" o "¿Cuándo se van a casar?". Esas y entre muchas más  frases entrañables.

—Desgraciados —dijo en voz baja al recordar ese bochornoso momento.

—Ptss...Lars —una voz llamó al baterista, este se volvió. Su compañero Jason estaba parado en la puerta. Lars lo observó, rodó los ojos irritado y se acerco hacia su amigo.

—¿Qué demonios quieres? —exclamó Lars con  exasperación.

—Baja la voz —golpeó a su compañero en el hombro. — ¿O quieres que te escuchen? 

Lars simplemente negó con la cabeza de mala gana.

—Sólo te traje esto antes de que te vayas —Jason sacó una hermosa rosa roja, después le entregó un sobre del mismo color que la rosa. — la rosa se la darás en cuanto salga de su departamento y la carta se la darás al final.

Lars frunció el ceño mientras tomaba la rosa y el sobre. El delicioso  aroma a rosa se impregno en sus fosas nasales, la palabra "perfecta" vino a su mente, sobre todo porque era para alguien perfecta. Observó el sobre detenidamente, no le dijeron nada acerca de un sobre, le sugirieron la rosa ya que eso sería un gran gesto, pero el sobre no estaba en sus planes. Ni siquiera sabía que había en el, quizá una carta o un poema.

—¿Qué hay en el sobre? —preguntó confundido.

—Oh, es un poema —dijo  sonriente el bajista.

¡Bingo!

—¿Tan siquiera puedo leerlo antes? —alzo una ceja en desconfianza Lars. Sentía algo de pavor lo que viniese escrito ahí.

—Adelante. —contestó Jason.

Rápidamente abrió el sobre y saco una tarjeta de color crema donde venía escrito el poema.
"Muy ingenioso" pensó al observar a detalle la tarjeta.  

La abrió y comenzó a leerla. Su boca se secó al instante, trató como pudo tragar saliva pero era imposible. Sentía que cada verso, cada palabra, era un estallido de emociones. ¿Será buena idea darle este poema? 

Es casi poco creíble que esto saliera de su corazón o quizá estaba comenzando a entender estas cosas del amor, se sentía demasiado intimidado. Ahora es cuando los nervios se hacían aun más presentes.

— ¿Tú crees qué sea una buena  idea? —acomodó muy bien la tarjeta en el sobre — se supone que esto es una cita amistosa, aun no pienso declarare lo que supuestamente siento por ella. Además, ¿De dónde rayos sacaste ese poema?

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