visita a un amigo

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Llegamos a casa, donde depositamos a Johnny en su cama, profundamente dormido. En el salón todavía se encontraban A.J y Sarah, peleándose por el control remoto, solté una risita, parecían unos niños...

Bueno siempre lo serian para mi, lo se, es una "típica frase materna". Volví a reír - esta vez en mi fuero interno - Jake, que estaba a mi lado, se percato de mi risita y mi cara atontada mientras miraba a mis hijos.

- Nuestros hijos, están creciendo... el tiempo si que pasa rápido - los miraba de la misma forma que yo, pero luego también soltó una risita -. Bueno, están tratando de madurar - rió de nuevo.

- Sí, parecen niños de nuevo.

Sarah logro quitarle el control a Anthony de las manos usando su don telequinetico, A.J empezó a protestar, esa imagen hizo que viniera a mi cabeza un recuerdo de cuando eran niños...

" Era un día soleado, estábamos en el patio trasero - yo con Johnny en brazos - apenas tenia tres años, estaba sentado en mi regazo mirando continuamente todo lo que lo rodeaba - era un niño un tanto inquieto - mi pequeña Sarah, a sus dos años ya parecía tener como unos diez, y Anthony, a sus diez años, cada día tan guapo como su padre... Los dos jugaban, corrían, saltaban - Sarah muy ágil, gracias a su condición de medio-vampiro - aun no podía creer que ya era madre y que tenia todo lo que yo deseaba, a mi familia.

- Mamá, ¿puedo ir a jugar con mis hermanitos? - me pregunto Johnny, con esa voz tan dulce suya.

- Claro que sí, hijo, anda ve - y lo deje libre, apenas lo libere salio corriendo en dirección a sus hermanos.

Mis hijos me hacían recordar a mi y a Jake - yo cuando era pequeña - y jugábamos por el bosque. Eran igual a nosotros, los quería tanto, mis hijos voltearon a verme y se les escapo una risita, pues yo debería tener una cara de boba. Se acercaron a mi y me abrazaron, hicieron tanta fuerza que los cuatro caímos de espaldas y nos carcajeamos. Les di un beso en la cabeza a cada uno, y los abrace mas fuerte.

- Los quiero mucho, mis niños... ojala nunca crecieran - dije - Los amo, mas que a mi propia vida.

- También nosotros mami - dijeron al unisono, y sonreí de felicidad."

Salí de ese maravilloso recuerdo, suspirando con añoranza, luego note que tenia mi mano amarrada a la de Jake. ¿Habra visto ese recuerdo? ¿estaría pensando en que decirme ahora?

Me acaricio la mejilla con dulzura y me dio un beso corto en los labios, y luego me abrazo con fuerza.

- ¿Estas bien? - me pregunto, aun abrazándome.

- Sí

Nuestros hijos voltearon a vernos y nosotros a ellos.

- ¿Que sucede mamá? - me pregunto Sarah, preocupada por mi.

- Nada, solo... cosas mías - dije dirigiéndome al sofá con Jake.

Nada mas sentarme, sonó el teléfono y yo corrí a atenderlo.

- ¿Diga?

- Hola Nessie, soy Teresa.

- Ah, hola Teresa ¿como estas?

- Muy bien, solo quería preguntarte si mañana estabas libre.

- Mi agenda esta despejada.

- Que bueno, ¿quisieras venir a hacerme compañía?, Ezequiel tiene que ir a atender unos asuntos personales y me quedare sola.

No sonaba mal, la verdad, hace tiempo que no veía a Teresa.

- De acuerdo, entonces te veo mañana - dije alegre de ver a mi vieja amiga.

- Esta bien, hasta mañana - y corto.

Me dirigí a casa de Ezequiel y Teresa, Jake había ido a patrullar con los demás miembros de la manada - A.J incluido - y Sarah cuidaba de Johnny en casa. Todo estaba bien por mi hogar, no tenia que preocuparme, divise la casa de Teresa a lo lejos ya casi llegaba, cuando aparque el coche y baje la puerta de su hogar estaba abierta.

Así que me asome, no parecía haber nadie, pase y cerré la puerta a mis espaldas. me di cuenta de que detrás de la puerta había una nota, la tome y decía:

"Nessie tuve que ir a cazar de ultima hora, puesto que no había cazado en una semana, si llegas antes que yo, solo espérame. Llegare lo mas rápido que pueda.

POST: Si tienes hambre, puedes tomar lo que quieras de la nevera la llene especialmente para ti".

Guau. Se lo agradecí a Teresa muchísimo, puesto que no había desayunado. Revise la nevera, tome un refresco de limón y pan integral, no quería abusar tampoco en su ausencia. Mientras terminaba mi comida, me decidí por leer el periódico un rato, luego recordé que ellos siempre los dejaban en la sala.

Caminaba hacia la sala, y veo en el trayecto una puerta, parecía un sótano o algo así... me invadió la curiosidad y atravesé esa puerta donde efectivamente me llevaba hacia el sótano, abajo no era lo que imaginaba, era como un laboratorio y una biblioteca al mismo tiempo, entonces supe de que se trataba, el laboratorio de Ezequiel aquí fabricaba y hacia sus encantamientos, y guardaba sus mejores libros de hechizos, estaba segura que entre ellos estaba el libro de la profecía del Gran Lobo, aquel que recupero tras salvarme el y mi familia del castillo de Bulgaria de Razvan, Nikolay y Ruslan. Todavía me daba rabia recordar sus asquerosos nombres. En ese momento tropecé con algo que no esperaba encontrar, el espejo que Teresa me había dado para ver a Jacob durante mi tiempo de encarcelamiento. A su lado vi una esfera azul del tamaño de una canica, la tome y vi que dentro de ella habían como partículas que se movían. Me asuste y tire la bola ipsofacto, la bola choco contra el suelo no se porque pero de forma instintiva tome el espejo del suelo, apoyándolo contra mi pecho, lo siguiente que recordé después del choque de la bola, fue que me había sumergido en un estado de inconsciencia total...

El pasado de un loboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora