!no! !esto no puede estar pasado! !no!

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Fuego.

Mucho fuego.

Era lo único que lograba ver. Las imágenes se volvieron cenizas nuevamente... dejando solo la de mi matrimonio con Jake... como lo extrañaba...

La misma niña volvió a aparecer, la imagen se desvaneció y solo quedamos ella y yo. Se acerco lentamente a mí, me tomo de las manos y me sonrió. No sé por qué, pero le devolví la sonrisa y de una forma muy cálida.

-¿Quién eres? - le pregunte.

Ella derramo unas cuantas lágrimas y sin previo aviso, me abrazo fuertemente. Le devolví el abrazo lentamente. El abrazo lo sentí cálido... muy cálido a decir verdad. Cuando se separo de mi, aun tenía algunas lagrimas, pero se las limpio ella sola.

La niña comenzó a desaparecer, antes de que pudiera decir algo.

-¡No! ¡Espera! ¡No!

-Nessie... - ¿ese era Jacob?

-¡No! ¡Por favor! ¡Espera!

-¡Nessie!

-¡No!

Abrí los ojos, encontrándome con Jacob, se le notaba muy asustado. Sin pensar siquiera me lance a sus brazos y solloce suavemente. La verdad, no sabía por que estaba llorando, tan solo sabía que esa niña se había convertido en alguien muy importante para mí, esa niña me perseguía constantemente en mis sueños. Era algo muy raro. El simple hecho de que ella desapareciera me llenaba de tristeza...

-Cálmate, tranquila, ya está todo bien - me tranquilizaba.

-Lo lamento - me disculpe, mientras me secaba las lagrimas innecesarias.

-No tienes porque disculparte, fue horrible, seguro.

-La verdad, últimamente no sé que me pasa. Sueño con una niña, una niña que es igual a mi cuando yo era pequeña, solo que esta tiene los ojos verdes. Y siempre ocurre lo mismo, ella me ve, suelta unas cuantas lágrimas y luego desaparece y siento un gran vacío... es como si ella fuera una parte muy importante de mí, y el simple hecho de perderla, me doliera.

Ya había pasado casi un mes desde que nos enteramos del embarazo de mi madre, y yo sufría como nunca, deseaba decirles la verdad a todos, en especial a Jacob. Me dolía mentirle, era algo que no soportaba. Me preguntaba, ¿cuánto tiempo más permanecería aquí? No lo sabía. Pero esperaba regresar pronto a casa. Durante estas últimas semanas, Jacob y yo habíamos progresado mucho en nuestra relación, y no refería a ser más que amigos, me refiero a que ya nos habíamos vuelto inseparables, siempre estábamos juntos, era como cuando éramos solo "mejores amigos". Rosalie se había convertido en una muy buena amiga mía, si supiera que en realidad era mi tía... Con los demás me llevaba bien, incluso con Leah - si, ya se unió a la manada de Jacob -. Jacob me había confesado que ella sentía algo por él, pero que ya estaba medio superándolo. Lo cual, me alegro. Jacob siempre me contaba todo, incluso me conto como se sentía después de que ambos supimos que Bella estaba embarazada. El estaba destrozado, para mi suerte fue fácil convencerlo de que no matara a mi padre, como siempre, yo tenía el control sobre él. Yo tenía ganas de matarme con mis propias manos, por causarle tanto dolor a Jacob, por causarle tanto dolor a mi familia, a mi madre... sin duda esto era peor que ver cualquier asesinato. Mi madre se estaba desmoronando poco a poco y todo por mi culpa. Lo bueno de esto es que podía estar con ella y cuidarla. Según mi abuelo Carlisle, mi madre daría a luz en tres días. Tres días. Solo tres días, y tal vez mi sufrimiento terminaría. Rosalie y Emmett me habían cedido su habitación para descansar durante mi estancia. A Jacob, Seth y a mí, nos estaban prestando sus ropas, ya que no teníamos nada que usar. Las caras de Jacob y Seth siempre me causaban gracia, pues para ellos las ropas de Emmett apestaban, en cambio para mí, la ropa de Rosalie olía muy bien. Leah se había negado a usar las prendas de Rosalie, para ella era difícil convivir con mi familia. Los odiaba. Aun así nos llevábamos bien. Eran como las cuatro de la mañana y había tenido esta pesadilla, la misma de estos últimos días y siempre pasaba lo mismo, ¿que significaría? Lo que ahora me recuerda... ¿Y Jacob como había entrado? ¿No se supone que debería estar patrullando con Leah y Seth?

El pasado de un loboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora