POV:JACOB parte 2

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Estaba sentado en el porche, eran cerca de las tres de la mañana, pero no importaba nada importaba. No podía dormir porque cada vez que cerraba los ojos la veía a ella. A mi esposa, la mujer que amaba con toda mi alma, con todo mi ser, con cada átomo de mi cuerpo. Ya había pasado un mes desde que ella se había ido, no sabíamos absolutamente nada de ella, todos la extrañábamos mucho, era lógico, ella era la persona mas especial que pudiera existir. Ezequiel ya había llegado hace unas semanas, y se había puesto manos a la obra enseguida, por lo pronto, lo único que podíamos hacer era esperar, pero yo no podía esperar, es mas todo este asunto me estaba poniendo de los nervios. Quería que ella estuviera aquí ya, tenerla entre mis brazos, decirle cuanto la amaba, cuanto significaba ella para mi.

Las lagrimas salieron de mis ojos sin cuartel, y enterré mi cara entre mis manos. Escuche la puerta abrirse y cerrarse detrás de mi, y a alguien sentarse a mi lado, pero yo no me moví y seguí sollozando como un niño pequeño.

- Papá, ¿estas bien? - era Sarah, seguro la había despertado. Ella al no obtener una respuesta, me abrió los brazos -. Ven aquí.

Sin pensármelo dos veces, me lance a sus brazos y seguí llorando.

- Tranquilo, todo va a estar bien - me decía con el fin de calmarme -. Tranquilo, yo estoy igual que tu, no podía dormir - me confeso.

Trate de tranquilizarme lo mas que pude, para hablar con ella.

- Lo siento - dije con un hilo de voz.

- No fuiste tu si es lo que piensas - me tranquilizo al instante -. Es solo que... tuve una pesadilla - me dijo mientras apartaba el rostro.

- ¿Y que soñaste? - le pregunte preocupado, se le veía mal.

- Yo... soñé que, estaba frente a mamá y cuando yo trataba de alcanzarla, ella desaparecía - me dijo con lagrimas en los ojos -. Papá, y si no la volvemos a ver. Y si se a ido para siempre - me dijo con voz ahogada.

La tome del mentón y la obligue a alzar la vista y mirarme.

- No pienses en eso, la encontraremos - le dije mientras le limpiaba una lagrima - No llores, te prometo que vamos a encontrar a tu madre.

Ella se acurruco en mi pecho y empezó a sollozar mientras yo la abrazaba.

- La extraño - sollozaba -. La quiero mucho.

- Yo también. Mas que a mi propia vida.

Nos quedamos así un rato, hasta que ella me soltó suavemente y luego beso mi mejilla cosa que me tomo por sorpresa.

- Te quiero mucho papá - dijo mientras ponía su cabeza sobre mi hombro y yo le envolvía la cintura.

- Yo también, mucho - dije mientras besaba su cabeza.

En ese momento sonó el teléfono y yo me pare a atenderlo, pero Sarah me tomo del brazo.

- Yo voy.

Volví a sentarme pero me gire un poco para verla - pues había dejado la puerta abierta -, Sarah contesto.

- ¿Diga? Ah, hola Bella.

¿Bella llamando a esta hora?, que raro.

- No, no es mal momento ¿por?

Espero unos segundos.

- ¿En serio? ¿No estas bromeando?

¿Que le estará diciendo?

- Esta bien. Se lo diré a papá enseguida. Muchas gracias Bella, hasta pronto.

Y colgó. Su rostro demostraba: emoción, alegría, alivio, mas emoción. Me dirigí hacia ella en ese momento, pues no se movía.

- Sarah, ¿que te dijo Bella?, apuesto a que fue algo bue...

El pasado de un loboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora