salto de acantilado

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Y eme aquí.

- Guau, lamento lo de tu amigo Nessie - me dijo Seth al finalizar mi historia, bueno mi supuesta historia.

- Tranquilo - mire a Jacob y le sonreí, aunque creo que no debí hacerlo -, ahora estoy mejor.

Estábamos alrededor de una gran fogata, asando salchichas, que hambre tenia.

- Oye Jake, mañana iremos a saltar el acantilado, ¿vienes? - dijo Quil, ya me había olvidado que a ellos les gustaba hacer eso, era uno de sus pasatiempos preferidos.

- Seguro, sera divertido - le sonrió a su amigo.

Ya habían pasado como 17 días de la boda de mis padres, me pregunto cuando volverán quería volver a verlos. Aunque tendría que verlos a escondidas ya que ellos no sabían que yo existía y a Jacob no le agradaría nada que vaya a visitarlos. Tomaba tranquila mi lata de limonada - todos tenían una -, cuando Embry me pregunto algo que yo no me esperaba.

- ¿Tu quieres venir Nessie?

Me había atragantado con mi limonada que empece a toser, aunque me controle al instante, pues estaba rodeada de gente y no quería que se preocuparan.

- ¿Como dices? - pregunte como una tonta que no sabe a que refería.

- A saltar el acantilado, ¿estas bien? - genial, ahora preocupe a Jacob.

Debía de tener una cara de espanto, yo soy un medio-vampiro pero le tenia un poco de miedo a las alturas... y al mar.

- mmmm... pues... yo, no se.

- Vamos sera divertido - me dijo Seth, tratando de convencerme.

Trague sonoramente saliva, y lo pensé durante un momento.

De acuerdo Nessie, tienes que enfrentar tus miedos, aparte Jacob ya te había enseñado a nadar, ah, pero todavía le tengo un poco de miedo.

Todo el mundo aguardaba mi respuesta, me miraban fijamente, en ese momento desee ser invisible para no ser el centro de atención. Hasta que por fin solté un largo suspiro y di mi respuesta.

- De acuerdo, los acompañare.

Todos me sonrieron y Jacob me envolvió la cintura y me acerco un poco a el para darme ánimos, se estaba tan bien ahi.

- No tengas miedo, solo son unos metros - de pronto su cara se transformo en una de tengo una idea - si quieres, puedo saltar contigo. Solo si quieres.

Lo mire sorprendida, pues no me esperaba esa sugerencia, me encantaba la idea, saltar juntos el acantilado.

- Claro, por que no, tal vez así no tenga tanto miedo - solté una risilla en esta ultima parte.

Me pego un poco mas a el, y yo repose mi cabeza sobre su hombro. Todos miraban a Jake con cierta sorpresa, seguro que era porque tenia el corazón destrozado por el tema de mi madre, pero luego aparezco yo, una extraña, y ahora parece que esta mucho mejor.

Eso me gustaba, que ya no este tan triste, estresado y emocional todo el tiempo. Que este alegre, jovial, era todo lo que yo quería que fuera feliz...

Cuando todos nos despedimos y fuimos yendo a nuestras respectivas casas, al final, solo quedamos Jacob y yo. Caminábamos hacia su casa, y por ratos intercambiábamos una que otra mirada, hasta que se paro en seco y no tuve mas remedio que detenerme.

- ¿Como lo haces? - me pregunto.

- ¿Que?

- Hacer que me ponga nervioso, no saber que decir... escucha se que te parecerá raro pero siento que hay algo que me ata a ti de alguna forma.

- ¿Insinúas que estas imprimado de mi? - le pregunte, deseando que la respuesta fuera un si.

- No claro que no, no te espantes, no tiene nada que ver con eso - demonios -. Es solo que... no lo se, es muy raro, me preguntaba si tu también lo sientes.

- Yo... ah, creo que yo también - le respondí dudosa, no sabia si debía de haberle dicho que si.

- ¿En serio? - me pregunto sorprendido.

- Si, dime loca pero cuando estoy contigo siento que puedo ser libre, que estoy en paz, completa...

- Guau, yo siento lo mismo, es, sinceramente, algo increíble.

- Si que lo es.

Ya habíamos comenzado a caminar de nuevo, y estaba que la pasaba de lo lindo, pues parecía que en realidad si estaba curando su profundo dolor, me sentía muy feliz por haber conseguido sacarle unas cuantas sonrisas estos días.

A la mañana siguiente me puse una camiseta de tirantes blanca que tenia guardada en mi mochila - por suerte - mis tenis, mis jeans y mi camiseta a cuadros roja encima de la blanca. Hoy hacia calor, por eso no usaba ninguna chaqueta, estaba muy nerviosa por lo del acantilado, era una de las tantas cosas de mi lista que no me gustaría hacer.

Pero con Jacob a mi lado, las cosas serian diferentes, estaba segura de que ni sentiría el salto ni el impacto contra el agua, pues toda mi atención seria para el.

Cuando llegamos al punto exacto donde saltaríamos, los chicos empezaron a pelearse por ser los primeros en saltar, mis nervios estaban a flor de piel, no quería saltar, pero tenia que enfrentar mis miedos de una vez por todas.

Comenzaron a saltar por orden de llegada a la manada - de abajo para arriba -, los primeros Collin y Brady, Seth fue el segundo, Leah la tercera, Quil fue el cuarto, Jacob había pedido ser el ultimo para saltar conmigo, así que el quinto fue Embry, lo siguió el sexto Jared, el séptimo Paul y el octavo Sam que se lanzo con gran maestría - se notaba que había sido uno de los primeros en entrar en la manada -, Jacob y yo eramos los siguientes, ya no podía hacer nada para evitarlo.

Me quite mis tenis y mi camiseta a cuadros roja - no quería mojarla era la única que tenia - me quede con la de tirantes blanca y mis jeans.

Y Jacob se había quitado la camiseta... me voltee inmediatamente, no quería abalanzarme sobre el en ese instante, era por su bien, solo quedo con sus pantalones cortos. Se inclino hacia el acantilado para poder ver cuanta altura era. Cuando termino de examinar, extendió una mano hacia mi y me subí a su espalda - ordenes suyas, no mías -, me apreté contra el y trataba de despejar mi mente y dejarme llevar, pero nada funcionaba.

- Estarás bien, no tengas miedo, somos como una sola persona, ¿no es cierto? - y esas palabras fueron el impulso que necesite para relajarme completamente.

Entonces tome aire y... saltamos.

El pasado de un loboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora