Pensado en la vida en general en compañía de una gran amiga, llegamos a la conclusión de que rareza y originalidad son conceptos que definimos nosotros mismos cada día. Me atrevería a decir que incluso, son completamente opuestos, ya que aunque se basan en ideas similares, realmente sería erróneo ponerlas como sinónimas.
Calificamos de raro a todo aquello que se sale de lo normal. Ahora bien, ¿qué es, exactamente, lo normal? Pues bien, yo lo definiría como algo que forma parte del día a día y no produce sobresalto alguno. Lo normal nunca debería ser malo; al revés: hacer el bien debería ser algo rutinario. Por lo tanto, cuando algo es raro, suele impactar, y no necesariamente de forma positiva. Infringe lo que no es lógico, natural. Lo raro es extraño, incoherente incluso, y muy pocas veces causa una buena impresión en el exterior del asunto.
No obstante, para colmo, aparecen nuestros amigos los prejuicios. Es verdad que la rareza es algo real; ahora bien, en mi opinión, se está haciendo un mal uso del término como tal. Se confunde mucho con lo que es original, diferente.
Me gusta describir como original a aquellas cosas que se salen de lo común. Destacan por ser diferentes; brillan gracias a su condición de inconformistas. Lo común es algo que vemos todos los días y a lo que, por lo tanto, estamos acostumbrados. Pero olvidamos el hecho de que hay algunos gustos, actitudes, formas de actuar y demás que nos hipnotizan. Nuestro entorno es uniforme, nadie sobresale: la personalidad brilla por su ausencia. En el momento en que percibimos que algo no cumple con este borreguismo, lo tachamos de raro sin pararnos a pensar que realmente puede ser una pieza muy valiosa, una pieza original.
Concluyo diciendo que el mundo necesita más valentía para tener algo de variedad. Atrévete a ser original sin que te importe la opinión de los demás. ¿No eres como el resto? Pues mucho mejor: siguiendo tu propio camino es donde encontrarás amistades de verdad, que se complementan unas a otras gracias a sus distintas características.
'Raro, no digo diferente, digo raro. Ya no sé si el mundo está al revés o soy yo el que está cabeza abajo'. Fito y Fitipaldis, La casa por el tejado.
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Bomba de Relojería
RandomAbsurdo, rutinario. La historia de mis emociones y el desarrollo de las mismas.