Los días siguientes fueron una tortura, no solamente tenía que lidiar con la ausencia de mi padre, sino también con la extraña actitud de mi mamá, ella simplemente estaba tan tranquila, no lo podía soportar, se vestía de negro, pero no parecía que en serio llevara el luto. Mientras yo me pasaba horas llorando, ella hacía cualquier cosa menos conmemorar a Hunzahua, en realidad no entendía cómo era posible que después de más de 200 años de matrimonio y supuesto, amor ella no se derrumbara en la tristeza de verlo morir.
Un día como cualquiera, salí de mi habitación para invitarla a cazar, ella aceptó, pero a excepción de los otros días esa mañana estaba dispuesta a enfrentarla.
—Mamá, ¿Puedo hacerte una pregunta?
—Claro, soy tu madre, dímelo.
—¿Tú en serio querías a mi papá?
—¡¿Qué?! Cómo te atreves a dudarlo, ¿Qué te pasa mariana? —alzó mucho su tono.
—Pues, parece que estuvieras contenta de que muriera —recibí una cachetada.
—Mariana, soy tu madre y me respetas, amaba a tu padre y no voy a permitir que me ultrajes de esa manera.
—Si es así, ¿Por qué pareces ser la única tranquila en tu posición? —la reté.
—No sabes lo que dices.
—Claro que lo sé, tu no sientes dolor por la muerte de papá.
—Por supuesto que siento dolor, pero estoy tranquila, tranquila porque sé que está en un lugar mejor, porque no tendrá que luchar más contra brujas, tranquila porque no estará amarrado a la vida eterna, y se liberó de la condena que es ser un ser mágico, mira Mariana por supuesto que voy a extrañar muchísimo a tu padre, y sé que él nos va a extrañar, pero no podemos ser egoístas, no podemos desear tenerlo aquí para nuestra felicidad, cuando sabemos que él es aún más feliz en donde quiera que esté.
Aunque la escuché no oí ninguna de sus palabras.
—¿Y qué hay de las brujas? ¿Qué acaso piensas dejarlas tranquilas después que mataron a tu marido?
—Mariana no estás viendo las cosas con claridad, matar a una bruja es condenarte a muerte, tu papá y yo lo hicimos muchos años atrás, tú no puedes ir a vengarte, no te puedes condenar.
—No te creo nada.
Las oraciones no llegaban completas a mi cerebro, la furia me tenía totalmente cegada, ahora lo veo, fui una estúpida, debí haberla escuchado, pero no lo hice en el momento y en verdad me arrepiento, pero tuvo que pasar para que entendiera, ese día tome mis cosas y me fui, salí huyendo de mi casa dejando a mi madre abandonada, fui muy egoísta, recorrí cientos de kilómetros volando hasta Italia, no sé qué estaba pensando, solamente quería hacer lo que todos me decían que no debía, quería salirme de mis cabales por unos días, quería dejar de ser la niña buena, quería dejar de ser yo.
Llegué a Volterra, sabía quiénes eran los Vulturi, sabía que mi tío había sido uno, sabía las cosas atroces que hacían, pero como toda adolescente, quería revelarme y hacer por un instante todo lo que los demás me impedían, no fui a buscarlos, pero sabía que ellos llegarían a mí, me alojé en un viejo hotel y salí a la ciudad.
Volterra como todo en Europa estaba frío, no tanto como Kiev, pero un buen abrigo era necesario, o por lo menos lo era para los humanos, recorrí con tranquilidad la ciudad, todo allí parecía ser viejo, hasta las personas, las calles estaban vacías lo que le daba un toque espeluznante a la ciudad.
No sabía hacia donde me dirigía, sólo caminaba sin rumbo, Volterra era un laberinto del cual no sabía cómo salir, hasta que hallé su centro, la torre del reloj, estaba justo al frente de ella, a muchos metros de distancia, pero la veía tan clara como el agua.
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Mantener la distancia, lo haré mientras pueda. (Jasper Hale)
FanfictionMariana es una joven que se cree, nunca debió nacer. Es un milagro de la naturaleza. Su llegada al mundo va a poner en peligro la estabilidad del tan amado clan Cullen, son su familia, los ama. Pero, cuando Jasper Hale entra a su vida, no hay nada q...