Me aleje un poco de él solo para poder ver su cara, con mis manos la tocaba verificando que era real.
- ¿en realidad estas aquí?
- Si mi amor, aquí estoy y vamos a sacarte de aquí – lo abrace con todas mis fuerzas
- No me dejes sola otra vez – dije llorando recostada en su pecho
- Nunca mi vida, aquí estoy, nada te va a pasar – me dio un beso en la cabeza, lo mire y pude ver lagrimas saliendo de sus ojos, las limpie con mis manos y le di el beso que estaba anhelando desde hacía mucho.
Soy una mujer fuerte, pero en ese momento solo quería permitirme ser débil en los brazos de la persona que amaba. Con la llegada de Jasper no podía sino sentir que todo iba a estar bien, él era mi hogar. El beso interminable en que nos fundimos era como volver a la vida después de muchos días en el infierno, no era solo la acción de besar, era todo lo que significaba, una luz de esperanza, de que la vida me podía volver a sonreír. Cuando nos separamos cada parte de mi piel se había erizado, tener sensaciones humanas hacia que mis sentimientos fuesen imposibles de ocultar, nos volvimos a abrazar fuertemente. A lo lejos escucho a alguien hacer sonidos con la garganta, carraspeando como quien quiere llamar la atención, lo miro y es nada más y nada menos que Emmet Cullen en persona.
- ¡Emmet! – corrí a abrazarlo
- ¿cómo es que logras que tenga que venir a sacarte de Volterra dos veces en mi vida? – decía entre risas
- Prometo esta vez no echarte a las patadas
Junto a Jasper y Emmet venían dos vampiros más, ambos tenían dos sonrisas enormes en sus caras, venían tomados de la mano y parecían muy cómodos de estar en ese lugar. Sus nombres eran Benjamín y Tia, jamás los había visto en mi vida, pero por lo me explicaron eran viejos amigos de Carlisle que tras el llamado de Jasper no dudaron en venir en mi ayuda. Benjamín podía controlar los elementos, tierra, agua y aire, era lo más increíble que había visto. Eran demasiado valientes, no conozco muchas personas que decidan arriesgar su vida por una desconocida.
Pasados los abrazos y las bienvenidas, fue hora de trazar un nuevo plan, era un hecho que no podía salir de allí por lo subterráneo, tendríamos que escapar por la superficie evitando la guardia Vulturi, Caius parecía tenerlo todo planeado.
- Así lo vamos a hacer, todo va a simular ser una simple salida a alimentarte Mariana, los guardas nos han visto hacerlo varias veces así que no sospecharan nada, saldremos y nos encontraremos con Benjamín, él retendrá el aire a nuestro alrededor para evitar que se esparza tu aroma, que déjame decirte cariño, cada día se empeora, si algún vampiro llega a olerte no dudará en ir a buscarte.
- Eso no evitará que la vean huyendo – interrumpió Jasper
- Ahí es donde entras tu cerebrito, haré todo lo posible para que ese día solo haya dos vigilantes en el área por donde Mariana saldrá, tendrás que estar lo suficientemente cerca de ellos para sentir sus emociones y nos avisaras si alguno se pone en alerta. Con los ánimos calmados, Benjamín podrá provocar una ventisca de hojas que nos permitirá salir sin ser vistos.
- Pero la ventisca hará que todo mi olor se esparza, se darán cuenta que estoy allí – dije preocupada
- Una vez eso ocurra ya habrás salido de sus territorios, por eso no podemos fallar. Alguien tendrá que estar en el palacio vigilando que no haya actividad extraña, no hay nadie que desee más tu sangre que Aro Vulturi, él estará atento a cualquier movimiento.
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Mantener la distancia, lo haré mientras pueda. (Jasper Hale)
FanfictionMariana es una joven que se cree, nunca debió nacer. Es un milagro de la naturaleza. Su llegada al mundo va a poner en peligro la estabilidad del tan amado clan Cullen, son su familia, los ama. Pero, cuando Jasper Hale entra a su vida, no hay nada q...