Adiós

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Recuerdo abrir los ojos al día siguiente envuelta en una sensación de cansancio, todo estaba borroso, no era capaz de levantarme, ni siquiera alzar la cabeza para mirar que había a mi alrededor, solo sentía frío y dolor en todo el cuerpo.

- Mari, ¡por fin despiertas!, parece que esto de convertirte en humana te está volviendo perezosa he? - dijo Emmet con una sonrisota en la cara, no pude responder a sus palabras, su expresión cambió, vi cómo se le fruncía el ceño mientras se acercaba rápidamente.

Volví a caer dormida, según me contaron desperté doce horas después bañada en sudor producto de la alta fiebre que me acompañaba. En aquella guarida, que se había convertido en mi hogar con la presencia de las personas que amaba, solo se encontraban los dos hombres de mi vida, Caius y Jasper.

- Mari, amor ¿cómo te sientes? - preguntó Jasper suavemente mientras acariciaba mi brazo, como un instinto me aleje de él tomando la mano de Caius

- ¿quién es este sujeto? – pregunté a Caius

- ¿qué pasa amor? Soy yo ¡Jasper! – la expresión en mi cara debió ser suficiente respuesta porque continuó hablando – Mariana ¡soy yo! tu ... no lo sé, tu novio, tu pareja, tu lo que sea... soy Jas

- ¿Por qué está diciendo esas cosas? ¿amor qué está pasando? - le decía a Caius quien parecía no tener palabras - ¡no te conozco! ¿cómo dices que estamos juntos si ni siquiera se quién eres? ¿ustedes dos son amigos? ¿esto es una broma o algo así? Porque no es divertido

- ¡¿en serio no me recuerdas?! Cariño Emmet y yo llegamos para sacarte de Volterra, ¡no lo puedo creer!

- ¡¿Emmet está aquí?! Recuerdo muy bien haberle dicho que se largara de vuelta a Alaska ¿eres su amigo? Como me negué a irme con él ahora me van a llevar a la fuerza y ¿qué con tu numerito de que eres mi novio? No tengo porque darte explicaciones, pero te voy a repetir lo que le dije a mi primo ¡déjenme vivir mi vida! Me voy a casar con Caius porque es la persona a la que amo y nada de lo que tú, quien quiera que seas, Emmet, o cualquiera de mi familia diga va a cambiar mi decisión. – Jasper se quedó atónito

Mi mente de nuevo me traicionaba, ahora solo puedo pensar en lo difícil que debió ser para Jas, me contaron de nuevo la historia de porque estaba en ese lugar, para mí era inimaginable, solo creí en sus palabras cuando Jasper me habló en privado sobre el hombre del funeral de mi padre, era algo que nadie más en el mundo podía saber. Aun así, seguía aferrada a Caius, quería solo estar con él, para mí era la única persona en quien confiaba, la alta fiebre había hecho que mi sangre se volviese más tentadora de lo normal, es por eso que todos se fueron, Jasper salió al no resistir verme con Caius. Tres horas después ya me sentía mejor, pase el siguiente día con él, viviendo como en aquellos tiempos.

El día de ejecutar el plan ni mi cuerpo ni mi mente se sentían bien, pensamos en aplazar el escape, pero a Caius le había costado demasiado limitar el número de guardias como para desaprovechar la oportunidad.

Nos reunimos todos en la guarida temprano en la mañana, todo comenzó con Tia escabulléndose dentro del castillo, antes de partir se despidió de Benjamín, se dieron un beso, se miraron a los ojos y ella salió en silencio. Esperamos media hora a que se produjera el cambio de guarda, Emmet y Jasper salieron, se acomodaron para tener en puntos estratégicos a los vigilantes. Caius, Benjamín y yo quedamos en la guarida esperando un mensaje de Tia, pasó más o menos una hora cuando este llegó "Los tengo a los dos a la vista, están en la sala de tronos, pueden salir". Con Aro y Marco en el castillo salimos, Caius y yo íbamos adelante pretendiendo ir a cazar, más atrás venia Benjamín atento a cualquier movimiento. Me sentía muy débil por lo que tenia que caminar totalmente apoyada en Caius, cada paso era una tortura. Lentamente salimos de los limites donde normalmente me alimentaba. Empecé a sentir miedo, no tenia mis ventajas de vampiro para defenderme o defender a los demás, estaba totalmente a merced de mis amigos. En el aire había una calma tensa, cada sonido del bosque me ponía los pelos de punta. A pesar del dolor y el miedo tenía claro que debía seguir caminando, lo repetía en mi mente "Eres fuerte, eres valiente, tu resistes", concentrada en mi misión me saco de mi misma que Caius apretara fuertemente mi brazo.

Mantener la distancia, lo haré mientras pueda. (Jasper Hale)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora