Capítulo 5

12 1 0
                                    

Toda la semana ha transcurrido lenta y de paso no me he sentido muy bien; el miércoles fui al médico a hacerme unos exámenes de sangre pero los resultados estarán en una semana. Es sábado por la tarde y estoy acostada en mi cama debido a las náuseas y como es de esperarse Brandon no está.

-- Levantate -- entró furioso a la habitación.

-- Me siento mal, no lo entiendes?-- apenas pude hablar.

-- No me importa como te sientas-- dijo jalándome por el brazo y levantandome bruscamente de la cama.

-- Me estás lastimando-- traté de soltarme pero él es muy fuerte.

-- Y tu me lastimas a mi viendote a escondidas con el tipo del metro-- contraatacó

-- No se de qué hablas-- mentí

-- Crees que soy estúpido? Yo se que ese imbécil te va a visitar todos los días-- su manera de intimidarme me asusta.

-- El imbécil eres tu por siempre espiarme y por no confiar en mi -- le grité.

-- ¡Eres una cualquiera!-- me gritó. Por respuesta le di una cachetada.

-- Alejate de mi-- grité saliendo de la habitación. Él me persiguió y me golpeó en el ojo izquierdo.

-- Eres un cobarde-- le grité llorando.

-- No te quiero volver a ver con ese idiota, entendido?-- apretó fuertemente mis mejillas. Yo solo lo miraba con cara de odio.

-- No me mires así nena, sabes que nunca podrás deshacerte de mi y yo hago contigo lo que me de la gana-- sonrió sínicamente.

-- Te odio.

-- Yo te amo-- trató de besar mis labios pero volteé mi cara.

-- Bien como quieras, pero cuando vuelva ya sabes lo que te espera-- dijo subiendome la camisa y besándome el cuello. Después de eso se fue del apartamento.

Fui corriendo para agarrar el teléfono y llamar a Ethan.

-- Hey-- saludó

--Ethan -- empecé a sollozar

-- Angela qué ocurre?-- preguntó preocupado

-- Bran-Brandon....-- tartamudeé

-- Ahora que hizo ese desgraciado?-- dijo fúrico

-- Me golpeó-- dije llorando.

-- Voy para allá

-- Ethan, no por favor-- supliqué

-- Angela no puedo permitir que te haga eso-- protestó

-- Ethan, tranquilo-- suspiré-- necesito que me ayudes

-- Claro en lo que sea -- dijo

-- Quiero largarme de aqui antes de que Brandon vuelva pero no tengo a donde ir, porque si voy a casa de Candace él irá para allá--expliqué angustiada

-- Quédate en mi casa-- soltó de una

-- No de ninguna manera quiero que te involucres en esto, solo queria que me recomendaras un sitio donde quedarme-- me negué

-- Nada de eso, te vienes para mi casa y punto

-- Ethan, me da vergüenza...

-- Te iré a buscar-- dijo de inmediato.

-- No, mejor vamos a emcontrarnos en el Oz Park-- sugerí

-- Entonces nos vemos allá en cuanto?

-- En 20 minutos-- respondí

-- Bueno entonces nos vemos-- se despidió.

-- Adiós, Ethan.

Hice una maleta rápidamente sin ordenarla ni nada, solo tiré ropa al azar y ya. Me coloqué unos lentes de sol para que no se viera el morado que tenía en el ojo. Salí de mi casa directo al parque.

-- Hola-- le dije apenas llegué, él besó mi mejilla dulcemente.

-- Te sientes bien?-- preguntó ayudándome con la maleta.

-- No mucho pero ya se me pasará-- me encogí de hombros. Estoy asustada mirando a mi alrededor.

-- Estas siendo muy paranóica-- se burló

-- Ethan, no lo entiendes, no conoces a Brandon.

--Quieres ir por algo de comer?-- cambió de tema

-- La maleta pesa--dije avergonzada

--Oh descuida, no importa -- dijo buscando un taxi. Nos montamos en uno y fuimos a un restaurante italiano. Él colocó la maleta en un pequeño rincón. No me quité los lentes.

-- Me gusta el lugar-- dije detallando el sitio

-- Es uno de mis favoritos-- sonrió

-- Brandon no me llevaba a lugares asi-- dije con un hilo de voz

-- Angela-- sostuvo mi barbilla y me observó fijamente-- Ya no pienses más en él, conmigo no te pasará nada, lo juro-- dijo sincero

-- Te lo agradezco, Ethan--sonreí. En eso llegó la mesera. Yo ordené unos raviolis y Ethan una lasaña. Tuvimos una agradable charla.

-- Desean algún postre?--dijo la chica. En ese momento las náuseas volvieron de nuevo. Me levanté rápidamente y corrí hacia el baño. Todo el mundo se me quedó viendo.

-- Angela...-- escuché a Ethan.

Entré al baño y empecé a vomitar desesperadamente todo lo que comí. Me lavé la cara y me comí un caramelo de menta que tenía en el bolsillo.

-- Te sientes mejor?-- preguntó él cuando volví a la mesa. Acarició mi mano pero la aparté. Soy una estúpida.

-- Solo quiero recostarme-- dije después de tomar mucha agua. Después de que Ethan pagara todo, nos fuimos en taxi hasta su casa.

-- Bienvenida a mi dulce hogar--dijo apenas llegamos y al abrirse la puerta estaba su amigo, desnudo, viendo por la ventana y con una pizza en la mano. Okey esto es traumante.

-- Ethan por fin lle....-- se volteó y quedó paralizado cuando nos vio. Por desgracia vimos su pene. Me volteé rapidamente y él se fue corriendo a su habitación.

-- Dulce hogar no?-- dije riendo.

-- Lo siento... Jasper es único en su especie-- dijo Ethan avergonzado. Llevó la maleta a su habitación y yo me senté en el sofá.

-- Dormirás en mi habitación-- ordenó

-- No, Ethan, eso es pedir mucho-- protesté

-- Tranquila, este sofá es más cómodo asi que yo dormiré aqui-- volvió a sonreir cosa que me mata. Dudé por unos segundos pero luego acepté.

-- ¿Por qué Brandon hizo eso?-- preguntó curioso

-- Estabamos discutiendo y pues se molestó mucho y...-- me quité los lentes oscuros.

-- El muy cobarde te golpeó en el ojo-- dijo furioso

-- Discutiamos por ti-- admití.

-- Él nos vió ayer cuando estabamos charlando en Friday's y pues se molestó porque me dijo que no me queria ver más contigo y bla bla bla-- expliqué.

-- Es un psicópata y esa no es razón para golpearte y mucho menos si eres una mujer--hizo una pausa para respirar hondo-- Tienes que demandarlo.

-- Ethan, si lo hago se vengará de mi-- dije llorando. Se acercó y me abrazó. Me recosté de su hombro y me quedé dormida. Después de unos minutos sentí que me cargó y me llevó hasta su habitación. Tenia los ojos un poco abiertos para que él no se diera cuenta. Se veia tan tierno quitandome los zapatos y arropandome. Cuando alzó la vista cerré los ojos. Luego de eso cerró la puerta y se fue de la habitación.

Safe with youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora