Yasuda estaba intrigado y temeroso, dese cuando el doncelito ese y su ex¬-cuñado trabajaban en el mismo edificio; se conocerían, por su bien esperaba que no; además estaba muy molesto, Iokawa le había mentido, porque no le menciono que había encontrado al niñato doncel definitivamente iba a castigar l rubio, sonrió con malicia, en verdad le encantaba hacerle el amor al de anteojos, pero eso no quitaba que estaba a punto de revelar el mal que había hecho.
Iokawa por en cambio se sentía emocionado; estaba punto de lograr un avance sustancial, su iba a estar orgullosa; iba a poder descansar en paz. De pronto lo vio, hay estaba tenia el cabello mas corto, su rostro era la de un adulto y estaba embarazado; por un instante sintió una punzada en s pecho, el espero encontrarse con un hombres triste y hasta ciertamente n poco acabado, pero pronto recapacito, ese doncel era muy joven y no es como si s hijo hubiera desaparecido del mapa, el había enterrado al bebe. Claro que podía volver a tener una familia.
Verdad??
Yokozawa Takafumi tendría un lugar para su hija de diez años, hoy en el presente.
¡NO!
No l e importaba si e doncel tenia una vida nueva, s responsabilidad era decirle la verdad; su conciencia nunca estaría en paz, era ahora o nunca; pero una mano detuvo su avance; parece que sera nunca...
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Kirishima se sentía completo por primera vez en su vida, tenía un trabajo que amaba, un lindo y sensual esposo (todavía no eran casados, pero esperaba solucionarlo pronto), una preciosa hija y un bebe en camino, sonrio orgulloso, todo era perfecto
Papa porque te ríes asi- dijo Hiyo desde el asiento trasero del auto
¡Ah! Hiyo perdón, solo pensaba en lo afortunado que soy al tenerlos
Hiyori se sonrojo – Papa tonto, apúrate que mi mama y mi hermanito nos esperan – rojita como un tomate.
Tienes razón, Takafumi se desespera rápido- acelerando n poco el auto.
Yokozawa se sentía tonto esperando, estaba muerto del cansancio y a pesar que no habia salido de la oficina, salvo para ir al baño, le dolían los pies, y claro moría de hambre, paso una mano sobre sus vientre y lo acaricio suavemente, su bebe se estaba removiendo mucho, no sabia pero estaba empezando a sentir nervios, saco su teléfono y le marco a Zen, tenía que saber que estaba bien solo eso lo tranquilizaría
Zen
¿Qué pasa cariño?- contesto el rubio
Nada, solo ya vienen cerca
Sí; es más ya puedo verte
Yokozawa rápidamente diviso el auto, corto la llamada, y en cuestión de segundos el carro estuvo frente a el. El pelinegro suspiro aliviado, al ver a Zen y a- ¡Hiyo! – la niña le sonrió feliz
Pase por ella, para que fuéramos a comer – decía Zen mientras miraba con devoción al pelinegro
Bien vamos porque no aguanto el hambre – el rubio sonrio, bajándose rápido del auto para abrirle la puerta a Takafumi al lado del copiloto, no sin antes darle un pequeño pero intenso beso.
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Iokawa se sentía asustado, porque Yasuda estaba hay y no lo dejaba avanzar, pero el pelinegro se encontraba sorprendido por lo que había visto entre ese doncel y Zen
-Yasuda porque estas aquí-
-Porque estas a punto de hacer una tontería-
-Tonterías de que hablas-
-Si acaso no ves que el chico esta en cinta, casado y con una hija grande- señalando a Zen y Hiyori
Iokawa trataba de zafarse, que demonios pasaba, además su responsabilidad era decirle al pelinegro; pero, pero como – Yo jamas te dije que ese era el chico que buscaba – confundido
Yasuda sabia que lo había arruinado, y la calle no era realmente n buen lugar para hablar – Vamos – apretó fuerte la mano del rubio y lo subió a su ato
Que haces y contesta a mi pregunta – molesto
Pero el mayor no contesto, simplemente arranco el auto y comenzó a conducir.
Iokawa tenia miedo, si definitivamente eso era lo que sentía, no sabía a donde iban, estaba nervioso tanto que no iba prestando atención los lugares por los que pasaban, su mente se detuvo cuando escucho el freno del auto
Una casa de campo!!!!!!
Yasuda abrió la puerta del ato y sin que se diera cuenta de sus acciones o emociones, se encontraba desnudo en una enorme cama.
¿Q...Que piensas hacerme? – temblaba
Nada que no desees cariño- besando suavemente la frente del menor – Pero lamentablemente no puedo dejarte salir de aquí, no mientras pienses en decirle la verdad a ese doncel
Iokawa estaba confundido, acaso Yasuda tenía algo que ver en esa historia- ¿Qué hiciste? – pregunto
Yasuda solo se encogió sus hombros – Ayude a mi hermana; y hacerle daño a Zen en consecuencia, y también hice que Zen violara al chico para después robarle a su hijo
El rubio se sintió horrorizado y sintió su estómago revolver ante tal declaración.
Una semana después.
Iokawa comenzó a abrir los ojos al sentir el sol penetrar por la ventana. Trato de incorporarse pero el dolor de la cadera era muy incómodo, suspiro decepcionado de si mismo, sintió las lágrimas caer; como podía seguir amándolo, como podía dejar que hiciera lo que quisiera con su cuerpo. No podía. Lo amaba y por eso debía escapar.
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Kirishima estaba cansado y un poco aturdido había sido una semana difícil de trabajo y para agregar Hiyo había pescado un resfriado hace dos días Takafumi no podía trabajar tranquilo pensando en Hiyo, talvez esta situación lograba convencerlo de no seguir trabajando el resto del embarazo.
Abrio la puerta de la casa, el silencio parecía inquebrantable, era obvio era de mañana ya, busco a Yokozawa en s habitación y su lindo embarazado no estaba, fruncio el ceño y salió a la recamara de su hija y hay estaba Hiyori dormía plácidamente en su cama, mientras Yokozawa se removia dormido incómodamente en la silla junto a la cama de la niña.
Zen suspiro y negó con la cabeza, rodeo la cama y tomo al pelinegro como princesa, aunque habia aumentado de peso seguía siendo ligero para el
Zen- Escucho pronunciar al pelinegro, el cual lo hiso sonreír
Camino despacio hasta la cama de ambos le quito la ropa y le puso algo mas cómodo, el dia apenas empezaba pero ellos debían descansar.
Ya era hora de que llegara – hablo Takafumi
Estabas despierto- mientras se metia en la cama
No, pero cuando sentí tus manos en mi vientre alguien se emocionó y me pateo bastante fuerte – adormilado todavíau
Ummm- abrazándose al cuerpo del menor – No me gusto que te durmieras en esa silla
Yokozawa frunció el ceño- Y eso seria
Zen le sonrio – Se que Hiyo esta enferma, pero tampoco puedes descuidarte tu, esa posición de dormir presiona tus órganos – serio
Yokozawa sabia que se Zen tenia razón, asi que no debatió sus palabras; se abrazo al pecho de su amado lo mas que su abultado vientre le permitia y- Disculpa si, yo he estado pensando que no quiero estar en el trabajo y que mis hijos queden descuidados cuando se enfermen o lago, asi que por el momento he decidido no volver al trabajo
Al rubio se le iluminaron los ojos, era justo lo que el deseaba, busco el rostro de Yokozawa y lo beso tiernamente; nada podía salir mal ahora verdad?
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Te ame antes de saber que eras tu
FanfictionQue tal si Yokozawa y Kirishima se hubieran conocido haces 11 años Una historia se oculta tras ese encuentro, y una venganza tambien