Te amo

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Zen sabía que no podía evitar hablar con ese chico, la única manera de saber si los recuerdos de esa noche, la cual siempre había considerado una fantasía de su sub consiente, eran reales o no, además si era verdad lo que le había dicho Yokozawa, ellos habían tenido un hijo, el hijo muerto de su adorado, un bebe de ambos, era demasiado increíble para ser verdad, pero hay estaba ese sentimiento de tristeza cuando se enteró de la muerte precipitada de esa criatura, hoy en día, le dolía el corazón recordarlo.

Salió de la habitación donde estaba Yokozawa y comenzó a recorrer los largos pasillo del hospital en busca de ese doncel rubio, hasta que coincidió en la cafetería, el chico hablaba con el doctor a cargo de Hiyori

Dr. Tsumori- dio Zen llamando la atención de ambos

Kirishima-san que bueno que está aquí, creo que usted y el joven Iokawa tienen una conversación que tener, además de urgente, lo cual puede ser vital para la salud de Hiyori- dijo el hombre mientras los dejaba solos.

Iokawa se encontraba nervioso, sabía quién era este hombre, pero no lo conocía, no sabía si era alguien de fiar realmente, pero al mismo tiempo tenía otra opción, simple, no podía negarse a darle explicaciones. Todas sus emociones estaban revueltas, a pesar que amaba a su madre con todo su corazón hubiera mil veces deseado que no le hubiera dejado esta tara a él, pero por el mismo amor que sentía y por el sufrimiento que este secreto le causo a su madre, sabía que era el único camino.

Kirishima solo miro detenidamente al doncel, no sabía cómo comenzar las preguntas y para suerte de, el no tuvo que hacerlo.

Lo siento- dijo Iokawa – Por favor yo solo debo... explicar

Kirishima asintió de acuerdo, tomo el asiento frente de él y se sentó – Soy todo oídos – dijo el mayor

Iokawa tomo un respiro grande, como con ganas de darse valor- Primero que nada yo lamento lo que paso más temprano, estaba nervioso, aun lo estoy y no supe como expresarme. – Zen solo pudo observar duramente al oven, asintió con la cabeza indicándole que prosiguiera

Iokawa al ver que el hombre estaba dispuesto a escuchar la explicación sin interrumpir, comenzó a contar la historia que su misma madre le había relatado en su lecho de muerte, incluso aquella documentación reunida que contenía las pruebas de que Takafumi era la legitima madre de Hiyo, Zen estaba estupefacto, no podía creer lo que le decían, pero al mismo tiempo, Yokozawa se lo había dicho, hubo un bebe de ambos, como encajaba todo esto del secuestro de un bebe, todavía no lo entendía...

Yasuda, me lo dijo- silencio – él te drogo, vio como lo tomaste, siguió al chico y después robo a la pequeña- silencio otra vez

Kirishima se consideraba una persona paciente, talvez demasiado pero esto. No. Era algo que definitivamente lo hacía ver rojo de tanta rabia, como ese hombre había sido capaz de hacer eso, se levantó en un instante de su silla, tenía que hacer algo, era alguien que había convivido cerca de, el tantos años, alguien que causo un dolor insufrible a su familia, a su hija, a su amado; apretó los puños con fuerzas y antes que las palabras exigiendo saber el paradero de ese hombre...

No debe preocuparse- dijo el de lentes – Está preso en este instante

Bueno ahora si estaba confundido -¿Cómo?

Es algo de lo que realmente preferiría no hablar, por lo menos no ahora – suspiro – El hecho es que yo lo denuncie por secuestro, y por lo menos ahora bajo ese cargo está encerrado; sin más detalles, el de anteojos

Kirishima tampoco los pidió, podía ver en la mirada del doncel que era algo que no era de su incumbencia. Se despidió del chico, dio las gracias, con las pruebas en mano de quien era Hiyori, y la madre de esta... su amado Yokozawa

Si Yoko era la madre de Hiyori, talvez con un nuevo escenario podrían saber qué es lo que le pasaba a su hija, una pequeña llama de esperanza se hinco en su corazón, decidido comenzó a ir en busca del médico Tsumori.

♪☺♪♪

Yokozawa comenzaba a despertar, sus ojos se sentían pesados, casi como si estuviera pegados sus parpados, no le molestaba realmente seguir así, pero había en el fondo de su cabeza, una pequeña voz que hacía que doliera su corazón, su bebe, debía verlo y que no se repitiera lo de hace 11 años y Hiyori, como estaba su hija y sobre todo una explicación. Se forzó a sí mismo y abrió aquellos ojos, desenfocado al principio, la habitación blanca de un hospital, era claro había dado a luz hacía poco, pronto se encontró con aquellos ojos color miel que tanto amaba.

Zen – dio en un tono ahogado - él bebe

Shhhhh- dijo el mayor- está ahí – señalando una pequeña cuna plástica

Yokozawa con los ojos llorosos, se arqueo tratando de sentarse quería ver a su hijo, saber que era real; Kirishima al ver los actos del pelinegro, se movió rápidamente ayudar a su amado, a que se enderezara sobre la cama de hospital para pasarle aquel pequeño bulto que era su hijo

Era hermoso.

Un sueño

Perfecto – dijo con lágrimas – Te amo bebe- mientras posaba un beso en la pequeña frentesita del recién nacido que solo gimoteo un poco al sentir el contacto de su papi.

Zen sintió como su corazón se llenaba de ternura y amor, esta escena de su vida nunca desaparecería, solo era hermoso.

Pocos segundos pasaron, aunque parecieron una eternidad aquel momento tan íntimo con aquella pequeña personita inocente, sin querer Yokozawa levanto la vista en aquellos grandes y hermosos ojos grises y como si pudieran leerse la mente Zen comenzó a relatar toda la historia que le había dicho Iokawa, de lo mismo que el sintió cuando supo del embarazo de Sakura, de cómo todo era fácilmente comprobado, finalmente dijo- Saber todo esto le a salvado a vida nuestra Hiyori- dijo el mayor

Yokozawa por primera vez reaccionó ante el hecho él era la madre de Hiyori, ese era su bebe que por 11 años creyó muerto, fue una niña, no un niño como le habían hecho creer, por eso sintió tanto amor cuando la conoció , fue casi instantáneo, aquella devoción – Porque lo dices

Zen respiro y soltó el aire – Tu sabes que los doctores dijeron que era na deficiencia congénita lo más probable que se solucionaría con un trasplante de medula con un familiar o persona compatible- termino, mientras el pelinegro asentía – Bueno en realidad al saber que tu eres la madre de Hiyo, sabemos la razón de la deficiencia, falta de lactancia la cual es el doble de necesaria en hijos nacidos de donceles – el pelinegro volvió a asentir- Pues bien dado el nacimiento de Haruka con la células madre de su cordón umbilical y al ser del mismo tipo de sangre es mucho mejor que un trasplante de medula, agregando que eres su familiar mas allegado al ser su madre – dijo con alegría en sus ojos

Yokozawa solo podía llorar, como se podía ser tan feliz en un solo instante, no lo comprendía pero por lo menos el día de hoy tenía todo lo que había querido el amor de su vida, y aquellas vidas que había procreado con él.


Te ame antes de saber que eras tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora