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El entrenamiento había acabado. Marco se dirigió a las duchas junto con sus compañeros de equipo que iban platicando muy animados.

-Oye Marco, ¿crees que tu amigo Marcel quiera reservarnos hoy en el Cocaine? Ya sabes, es viernes y no nos puede faltar la fiesta-.

-Si,ya sabes que no hay problema. Es más, pueden llegar y en ese momento los pasa-.

-¿Como? ¿Que acaso tu no piensas ir? ¡No nos puedes hacer esto Reus!-.

-Cálmate Durm, no dije que no quisiera ir, solo que no ando de humor-.

Durm le dio una mirada de desaprobación y se dirigió a su casillero mientras que Marco seguía sentado con solo una toalla en su cintura mirando hacía la nada.

-¿Que pasa bro? ¿Por que no quieres salir con nosotros en la noche?-.

-No es que no quiera Mats, solo que, no ando con muchos ánimos-.

-Ve para que te sientas mejor hermano, unos tragos y nuestra compañía te ayudarán- le dijo Mats levantándose y guiñándole el ojo. Marco solo se limitó a reír.



Estacionó su auto y se dirigió a la entrada del antro. Las palabras del capitán lo habían hecho reflexionar y aunque no se sintiera muy bien del todo, decidió pasar un rato con sus amigos.

-Vaya, vaya. Mr. Reus se dignó a aparecer, ¿no que te sentías muy mal?- le reclamaba Durm.

-¿Que tiene de malo querer estar con sus amigos y tomar unos tragos?-.

-¡Así de habla hermano! Ahora entremos que ya necesito una deliciosa bebida- dijo Auba pasando su brazo por los hombros de Marco.

Entraron al lugar y Marco sintió como todas las miradas se dirigían hacía ellos. Ya era costumbre, pero esta vez sentía algo diferente, algo así como presentir que algo iba a ocurrir.

Llegaron a la zona VIP del lugar, ya los esperaban unas cuantas bebidas en la mesa y unas chicas que tenían la pequeña esperanza de bailar con alguno de los apuestos jugadores. Marco seguía en su mundo, aún sentía esa sensación extraña que le dio desde que entro al antro.

-Vamos amigo, saca tu trasero de ese sillón y vente para acá, se ve toda la pista y desde aquí puedes escoger- le grito Durm.

Sin tantas ganas se levantó y se dirigió al barandal donde estaban sus amigos. Vio como todos haya abajo estaban divirtiéndose y la pista estaba completamente llena, pero algo llamó su atención, bueno mas bien, alguien. Concentro su mirada en una mujer de cabello castaño y largo. Por lo que vio, iba con sus amigos y pensó que sería difícil acercarse a ella.




No le ah quitado la mirada de encima. Desde que la vio, ah tratado de seguirla con sus ojos a donde vaya. Ahorita la esta viendo bailar y tomar junto con su amiga y su ¿novio? se había hecho esa pregunta pero llego a la conclusión de que solo es su amigo.

Cansado de solo mirar, se dirige de nuevo al sillón sin antes dar una última vuelta con sus ojos cuando se da cuenta que la castaña se dirige sola a la barra. Esta es mi oportunidad pensó el delantero.

Bajo la escaleras y mientras mas se acercaba a la barra se dio cuenta que no medía mas de 1.60 y eso que usaba zapatos de tacón. No era tan delgada, pero tampoco estaba gorda. Muchas cosas pasaban por su cabeza y no se dio cuenta que ya había llegado a su destino.

-¿Por qué una mujer tan hermosa está sola en la barra sin que nadie la saque a bailar?-.

Sintió como su cuerpo se tensaba al notar que aún no había respuesta. Cuando sintió que era necesario repetir lo que dijo, ella volteó y sus ojos se conectaron, Marco se quedo atónito ante la mirada de esos ojos color miel.

-Porque quiero, ¿acaso es un delito querer estar sola?-.

-No, sólo preguntaba. Y otra pregunta que te quiero hacer es ¿quieres bailar conmigo?-.

-La verdad, así estoy bien. Me quedaré otro rato aquí disfrutando de los shots- dijo dándole la espalda.

Toda la sangre se le bajo ante tan cortantes respuestas. No sabía que más preguntar, entonces ahí fue donde su ego empezó a salir.

-¿Que acaso no sabes quien soy? ¿No me reconoces?- el esperaba una respuesta positiva.

-La verdad no, ando entrada y todo me da vueltas, en algún momento no sabré ni quien soy yo- dijo soltando una pequeña sonrisa haciendo que Marco llevará sus ojos a los labios de ella.

-Pues soy una persona muy conocida en Dortmund. Soy famoso-.

Ella volteó a verlo con una mirada confusa y Reus sintió que su mundo se venía abajo, ¿como no puede saber quien es? Si el aparece en casi todos los panorámicos de la ciudad, en la televisión siempre hablan de el y no se diga cuando hay partido, la ciudad entera se paraliza. Ella estaba apunto de responderle pero llego el amigo y prefirió pedir otro shot con el. Vaya que inoportuno eres pensó rodando los ojos.

-Bueno sr. Famoso- dijo entre risas la pequeña joven , - lamento no reconocerlo y... ¿Que más?, bueno ya me voy-.

Marco solo hizo su sonrisa de lado y vio como ella se alejaba tomándose un shot y guiada por su amigo.



Eran las cuatro de la mañana y no podía dormir aún. Esa mujer le había hecho algo. No se había sentido así desde que conoció a la que fue su última relación formal y eso que ni si quiera sabía el nombre de esta pequeña chica castaña, pero el no se iba a detener. Algo en ella hizo que el se sintiera mejor, aunque su conversación no fue la mas amena, el sintió como todo su cuerpo se relajaba al estar cerca de ella pero no se iba a precipitar. Voy a encontrarte, platicaremos y ahora si no te iras de mi lado, porque, desde hoy, quiero saber todo de ti.

She m.rDonde viven las historias. Descúbrelo ahora