She m.r

10.

Götze la dejó en la entrada de su edificio, estaba feliz. Había intercambiado número con Robert y hacía que su cuerpo se estremeciera, no es que se guíe solo por lo físico, pero a nadie le viene mal alguien así.

-Buenas noches señorita Kast, alguien vino y le dejo esto-. La señora Greshel, dueña del edificio, le entregó un gran ramo de rosas rojas a la castaña; lo tomó un poco confundida y dándole las gracias subió hacía su departamento.

Lo siento, fui un verdadero tonto
MRXI

Vaya que si había sido un tonto. Dejo las flores en la pequeña mesa del comedor, tendría que ir a buscar un gran florero para que todas cupieran.

Se sentó en su sofá y checo sus redes sociales, después se dio cuenta que tenía varios mensajes en whatsapp.

MarioG: De verdad pase un buen tiempo contigo chaparra, gracias por seguir estando para mi a pesar de los años. Te quiero💕

Rl9: Me dio mucho gusto conocerte Amara. Si no hubiera sido por la ardilla de Mario no te hubiera pedido el cel, pero aquí estamos. Espero y me aceptes una cita pronto. Robert.

La castaña río por el mensaje de Mario y sintió que la piel se le erizaba cuando vio el de Robert. Vamos Amara, es un futbolista. Te quitaste a Reus de encima y ahora quieres con este se dijo a si misma y siguió en el celular.

MRXI: De verdad lo siento, no era mi intención lastimarte, fui un idiota. Quiero empezar desde cero contigo ya que, ya tenía algo de tu confianza y lo eche a perder por estupido; discúlpame. Espero y te hayan gustado las flores.

Pd: no sabía en que departamento vivías y las dejé en recepción.

No pudo evitar una pequeña sonrisa cuando leyó el mensaje de Marco, estaba realmente arrepentido por sus actos y eso era algo que Amara valoraba mucho, el hacerse responsable sobre lo que haces y aceptar las consecuencias.

AmaraK: Veo que estás realmente arrepentido. Tus disculpas son aceptadas Mr. Reus, y claro que podemos empezar desde cero.

Pd: Gracias por las flores 😌

Bloqueó el celular y fue a la cocina por una de sus cervezas favoritas cuando escucho que su celular vibraba, era un mensaje. Lo leyó y corrió hacía la puerta para darle paso a la persona que, para ella en cierto punto, era un fastidio.

-¿De verdad que tu nunca te rindes Reus? ¿Como supiste que este es mi departamento?- le dijo la castaña recargándose en el marco de la puerta.

-Tuve que usar mis beneficios como futbolista y darle un autógrafo a la bella dama de la recepción para su pequeño nieto- dijo el rubio guiñando el ojo haciendo que Amara los rodará y riera un poco, - a demás, traigo comida y unas cervezas que creo que son tus favoritas- levantó las cosas que traía en la manos y las sacudió un poco.

Cenaron y platicaron un poco de sus vidas mientras toman la cerveza. Amara solo le platicaba cosas comunes, no quería que el medio campista supiera su vida personal. En cambio Reus contaba todo lo relevante sucedido a lo largo de su vida.

-Y dime, ¿cuál es la razón por la que no te gusta el fútbol?-.

-Es algo muy personal, aparte de una historia muy larga, prefiero no contarla- dijo ella dándole un trago a la cerveza, -¿te molesta si salimos al balcón? Quiero un cigarrillo-.  Marco asintió con la cabeza y fueron hacía el balcón; ella tomó un cigarro de su cajetilla y lo prendió haciendo que el humo llegará hasta el rubio.

-¿Sabes que es malo que yo este inhalando esto verdad? Harás que mi rendimiento baje y ya no sea jugador estrella- dijo tapándose la nariz y haciendo cara de disgusto.

-Tu aceptaste a venir conmigo, a demás, solo es un cigarro. En los antros que vas has inhalado más humo que ahorita-.

-Esta bien, te perdono solo porque quiero estar contigo aquí afuera-.

La castaña se ruborizó un poco, ¿como este pedazo de rubio la hacía sentir así? No Amara, acuérdate, nada de enamorarte de nuevo y menos de uno de ellos.

-¿En serio odias demasiado el fútbol?-. Otra vez la misma pregunta. Sabía que el rubio quería adentrarse en su vida personal haciendo que las preguntas parezcan menos directas.

-¿Podrías ya dejarlo? Es algo que no te contaré hoy, ni nunca-.

-Solo te pido el porque Amara, no te digo que me cuentes toda la historia. Te vuelvo a preguntar, ¿por que lo odias?-.

-Me rompió el corazón-.