Me elevé por los aires en cuanto detecté el aroma de su sangre... ni siquiera yo estoy consciente de que es realmente lo que me llamaba de ello pero mi subconsciente y Yako, prácticamente me estaban obligando a ir en su dirección.
Lo que no comprendía... era la ansiedad que estaba presentando en mi interior... sensaciones extrañas... algo totalmente desconocido... ¿instinto? ¿curiosidad? ¿morbo, tal vez?
Seguramente.
Lo más seguro era que Yako se moría por ser partícipe del derramamiento de su sangre...
Tal vez lo que él quería era verla morir....
Con ese pensamiento me dejé llevar por mi imaginación mientras me dirigía a donde fuera que me guiaba su olor.
La imagen de esa mujer... de sus ojos, de su cuerpo, de su piel, de sus cabellos azabache, del color de su sangre que esa vez imagine... la boca se me hizo agua de pensar que podría tener el olor puro de ese liquido que corría por su cuerpo y pasaba por su garganta, de ese liquido que la mantenía con vida y la dejaba respirar bajo mi mismo aire...
Imagine su cuerpo inmóvil... con deseos de ser yo quien causara eso... con deseos de atravesar su piel con mis colmillos hasta desbordar cada gota de su vida entre mis labios, deseos... de sentir ese liquido ardiente entre la piel de mis mejilla y mi barbilla como en tantas otras ocasiones.
Mi excitación crecía por cada tramo que disminuía mi distancia de ese olor, estaba a poco tiempo de verla en mi deseo más profundo desde la última vez que la vi junto ese ser inferior... de verla en una de mis más bajas pasiones... de verla en sangre.
—¡NARAKU! MALNACIDO... DE ESTA NO TE ESCAPÁS—la voz del hibrido llegó a mis oídos aun quedando una larga distancia.
—¡Excelencia, tenemos que acorralarlo! No podemos permitir que escape...
Como siempre no se encontraban solos... al parecer aun mantenían unión con la exterminadora y el monje... además algo me decía que tanto el mononoke como el kitsune estaban presentes... podía oler a cada uno de esos seres desagradables.
Aun no puedo entender como esos dos seres, siendo ajenos a la raza humana podían mantenerse en unión con ellos. Nos harían un gran favor si tan solo se encargaran de ellos eliminándolos de la faz de la tierra.
Mis labios se curvaron por la idea... tal vez... por si mismos lo hagan más adelante...
Los seres sobrenaturales nunca podrán coexistir con los humanos.
—Inuyasha...—la burla del demonio araña era de una ironía satisfactoria, no dudo que él odie al híbrido más de lo que yo lo odio—¿acaso no lo entiendes? Hoy, mañana cuando sea... yo seré quien te mate...
—No me hagas reír... no dejaré que tus sucias manos sean las que me maten. En cambio no puedo decir lo mismo de ti Naraku... nos haz hecho demasiado...
El coraje de Inuyasha era palpable, no dudo que logre matarlo en algún momento... aunque como siempre su temperamento causará que cometa un error.
Es tan estúpido.
Aunque no lo culpo, ese es el precio de llevar sangre humana. Tan solo de pensarlo me dan nauseas.
—¡Kagome! ¿Estás bien? —esa era la voz de la exterminadora... y lo confirme en cuanto llegué al lugar en donde se estaba llevando a cabo la batalla. El mononoke estaba en el aire llevando a esos humanos en el lomo y al kitsune... los tres viendo hacia el suelo con rostros aterrados. "Ridículos" pensé con burla y seguí sus miradas.
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Nuestros Destinos.
FanfictionUn asesino. Eso es lo que soy. Esa palabra significa más de una cosa para mi... Es más que una descripción, es mi vida. Traicionado por mi padre, el Demonio más poderosos de todos los tiempos. El causante de mi odio por los humanos y sus asquerosos...