Seguramente ella estaba muriendo de frío. El viento en las alturas es mucho más helado que en los suelos cubiertos de árboles y montañas. Aquí todas las ventiscas golpeaban despiadadamente. Su frágil y expuesta piel debe de resentirlo a pesar de estar más fría de lo normal.
¡¿En verdad me estaba perturbando por su comodidad?! Si... Estaba inquieto por que ella la pasara peor de lo que seguramente estaba.
Sus heridas estaban completamente sanas, y eso era un alivio pero el peligro de muerte aun estaba latente...
¿Cómo había sido posible que le sucediera eso? ¿En que cabeza cabía que un simple humano enfrentara solo a tal demonio? No me refiero a que esa calaña sea poderosa, pero su ponzoña es de las mas crueles y letales. Además dejando de lado que sea una criatura débil... en que maldita cabeza cabía la idea de que ella la podría enfrentar sola. Sobre todo si estaba el lobo con ella. Debió de haberlo evitado.
Ella suspiró en mis brazos, y la observé detenidamente.
No. Bufe, recordando la primera vez que la vi en verdad su impulso y temperamento la había impulsado a retarme...
Ella no piensa nunca en su seguridad, ella solo actúa y reacciona, es una estúpida sin juicio... Corriendo riesgos pendejos y sin lógica.
Se removió entre mis labios tras un suspiro profundo.
Estaba despierta.
—¿Como se te ocurrió enfrentar a ese demonio? —le dije con toda mi furia e incredulidad.—esos inútiles...— Solté mostrando mis colmillos.
—A... ¿Dónde me llevas?—dijo con voz rasposa.
"Osada como siempre", pensamos Yako y yo al mismo tiempo, el divertido y yo molesto por que ella ignoraba mi coraje.
—Con ese medio demonio que tiene cultivos medicinales. —me tense abriéndome paso en la oscuridad, aun indignado por su actitud.
De reojo alcance a verla levantando su mano temblorosa, quería tocarme. Y eso me dio un gran placer y satisfacción. Pero una gran impotencia cuando su mano cayó sobre mi pecho para arrugar mi ropa débilmente.
Debe de ahorrar todas sus energías...
—No te esfuerces, mejor trata de descansar. No tardaremos en llegar.
Volvió a asentir y se acurrucó nuevamente en mi pecho.
Al poco rato estaba plenamente dormida.
"Es hermosa ¿cierto?" dijo Yako mientras la observábamos en silencio.
Si. Lo era, incluso con su palidez, y esas horrendas bolsas que hacían demacrado su rostro. Ella era bella.
"Lo que no haz tenido en mente Yako, es que ella desea al híbrido. ¿Se puede saber en donde entra eso en tus planes?" un sabor amargo quedó al final de mi pensamiento.
"No lo está, muerto el perro se acabó la rabia... De todas maneras uno de nuestros objetivos es matar al bastardo"
Oh, si. Esa idea era perfecta. Matar a Inuyasha. Así ella quedaría libre, y dejaría de sufrir.
Llegue a la casucha de maderos que estaba en lo más alto de la montaña. Esa criatura se encontraba dentro. Lo supe en cuanto llegue ya que me golpeo el olor a hibrido.
Una anciana desagradable salió corriendo soltando maldiciones en cuanto llegué. No presté atención a sus palabras, solo quería llegar a ese monstruo. Y si era necesario mataría a esa arrugada mujer.
—¡Largo de aquí demonio del infierno! Mi hijo no tiene porque verte la cara.
—Tsk...—levante mi mano para atacarla extendiendo mi látigo...
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Nuestros Destinos.
FanfictionUn asesino. Eso es lo que soy. Esa palabra significa más de una cosa para mi... Es más que una descripción, es mi vida. Traicionado por mi padre, el Demonio más poderosos de todos los tiempos. El causante de mi odio por los humanos y sus asquerosos...