Capítulo 10

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Sam

Estoy intranquila e inquita, en unas horas será mi boda solo pienso en que pase ese momento rápido porque ya necesito descansar mis piernas.

Tengo años de estar sentada en esta silla por dios, esta señora de maquillaje se está demorando mucho, que desespero.

-Por favor deja de moverte tanto, deja las piernas quietas- me dice la maquilladora algo furiosa porque no he dejado de moverme desde que me senté pero es que ella no me entiende, yo estoy extremadamente nerviosa.

-Listo, he terminado, ya puedes verte en el espejo- Me acerco al espejo para ver los resultados.

No lo puedo creer, me veo diferente, tengo un delineador negro en mis ojos que hace que resalte el color azul mucho más, tengo una máscara negra que hace que se me vean las pestañas muy largas y hermosas, la sombra son colores neutros muy bien combinados, rubor rosado y un labial rosa muy suave y lindo. Mi peinado es semi recogido a un lado y tengo una hermosa flor como decoración.

-¿Quién es ella?- digo bromeando.

-Te ves hermosísima Sam- Me dice Cecilia con mucho entusiasmo.

-Muchas gracias-

Llego la hora del vestido, del lindo y hermoso vestido o como yo le digo mi bebe.

-Bien Sam ya puedes verte en el espejo-

Es precioso, es estilo princesa y blanco, es tallado desde mi pecho hasta la cintura con una bella pretina plateada, en la parte de abajo tiene un bordado de flores muy hermoso con una cola no muy larga.

-Bueno Sam es hora de irnos-

-Si claro-

Después de estar sentada 45 minutos en el auto llegamos por fin a la iglesia, es muy grande simplemente es divina.

Me dan la orden de bajar del auto y me dicen que vaya caminando hacia el altar, delante de mi van una pareja de niños aproximadamente de 6 años. Ya vi a Santiago, se ve muy apuesto con su traje completamente de blanco, yo quería otro color pero él no quería, de todos modos se ve apuesto.

Al llegar donde está el, toma mi mano y planta un beso en mi muñeca para así disponernos a comenzar la ceremonia.

-Queridos hermanos:

Estamos aquí junto al altar, para que Dios garantice con su gracia vuestra voluntad de contraer Matrimonio ante el Ministro de la Iglesia y la comunidad cristiana ahora reunida. Cristo bendice copiosamente vuestro amor conyugal, y él, que os consagró un día con el santo Bautismo, os enriquece hoy y os da fuerza con un Sacramento peculiar para que os guardéis mutua y perpetua fidelidad y podáis cumplir las demás obligaciones del Matrimonio. Por tanto, ante esta asamblea, os pregunto sobre vuestra intención.

Santiago, ¿Quieres recibir como esposa a Samantha y prometes serle fiel, tanto en la prosperidad como en la adversidad, en la salud como en la enfermedad, amándola y respetándola el resto de tu vida?-

-Si quiero- Dice Santiago mirándome fijamente a los ojos.

-Samantha, ¿Quieres como como esposo a Santiago y prometes serle fiel, tanto en la prosperidad como en la adversidad, en la salud como en la enfermedad, amándolo y respetándolo el resto de tu vida?-

-Si quiero- le respondo de igual manera de como él lo hizo conmigo.

-El señor confirme con su bondad este consentimiento vuestro que habéis manifestado entre la iglesia y os otorgue su copiosa bendición. Lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre.

El señor bendiga estos anillos que vais a entregar el uno al otro en señal de amor y fidelidad-

Llego la hora de Santiago ponerme el anillo, él toma mi mano y mientras me mira a los ojos y me va colocando el anillo dice:

-Samantha, recibe esta alianza, en señal de mi amor y mi fidelidad. En el nombre del padre, del hijo y del espíritu santo-

Ahora me toca a mí hacer lo mismo.

-Santiago, recibe esta alianza, en señal de mi amor y mi fidelidad. En el nombre del padre, del hijo y del espíritu santo-

-Hermanos oremos por estos esposos unidos en matrimonio, ante el altar de Dios...-

Escuche un disparo, todas las personas a mi alrededor están gritando, que está pasando.

Lentamente voy cayendo hasta quedar completamente acostada en el suelo, me duele la espalda y poco a poco voy perdiendo la vista, alguien me está hablando, es hermosa y se parece mucho a mi abuela fallecida.

-Te extrañe abuela, gracias por volver- Son las últimas palabras que digo sonriendo antes de cerrar por completo mis ojos.




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