Sam
Por fin salgo de ese hospital, lastimosamente no puedo caminar, necesito esperar a que mi herida en la espalda se recupere, porque me dejan montar en caballo si no lo sé manejar, estúpido animal por ti estoy en silla de ruedas.
-Wen, bienvenida a casa- Me dice la señora Cecilia.
El chofer me ayuda a salir del auto para luego sentarme en la silla, Santiago me empuja hasta un portón negro grande, un señor uniformado abre la puerta con una gran sonrisa.
Lo primero que veo son varios edificios, esto parece una mini ciudad, como es posible una casa ser así tan grande.
-¿Todo esto es una casa?- pregunto asombrada.
-Claro que no, ya te llevaremos a tu casa, lo que estás viendo es el palacio Vila- Me responde Cecilia sobando mi cabeza.
Ósea que todo esto le pertenece a ellos, vaya esto quiere decir que soy millonaria.
Cada vez nos acercamos más a la casa, por fuera se ve un hermoso jardín con hermosas flores.
Al llegar a la casa lo primero que hago es contemplar lo bella que es. Es beige de dos pisos y tiene ventanas blancas muy grandes, la puerta es de madera y tiene escalados para poder llegar a ella.
Al entrar, lo primero que se ve son las gigantes escaleras de mármol y un comedor de seis puestos muy elegante; hay un armario lleno de cosas lujosas como unas copas; también puedo ver una lámpara muy grande arriba del comedor y los muebles dan una sensación armoniosa.
-Esta es tu casa Wendy- Me dice Cecilia abrazándome.
Estaba impactada por la hermosura de la casa, perdón, de mi casa. Seguí observando todo de ella hasta que Santiago me cargo para poder conocer mi cuarto que está en el segundo piso.
No puedo creer lo que veo, es muy grande, todo está decorado a la perfección, la cama es de dos cuerpos y al frente de ella hay un televisor muy grande.
Santiago me sienta en la cama para luego el hacerlo al lado mío.
-Chicos los dejo, que disfruten todo- Se despide Ceci con una gran sonrisa en su rostro.
Este momento es algo incómodo, ninguno de los dice nada es como si fuéramos dos desconocidos que los ponen juntos en un cuarto, pero para mí el si lo es porque apenas lo conocí ayer.
-Entonces-pienso lo que voy a decir-Eres mi esposo-
-¿Estas nerviosa?- lo miro y el voltea también, alza una ceja y sonríe hacia un lado.
-¿Nerviosa?-vaya sus ojos son muy lindos, me dejan embobada-Jajajaja- me echo a reír a carcajadas.
-Wendy- Dice mi nombre agarrando mi mano-Yo te amo, yo quiero saber si tu sientes lo mismo por mí-
No puede ser, quería evitar esto, no sé qué responderle, no puedo herir sus sentimientos.
-Santiago yo- Tartamudeo- Lo siento pero ahora no sé qué es lo que siento por ti- Su rostro se pone pálido tras escuchar mi respuesta, no quería hacerlo intencionalmente pero la verdad esto es lo que siento y no puedo mentir.
-Ah!-exclama deprimido-Sabía que podía pasar algo así, tu cabeza no puede recordar pero yo sé que tu corazón si lo hará- Me dice apretando mis manos.
-Quiero recordar tu amor, ¿Puedes ayudarme?- lo digo mirando sus hermosos ojos verdes.
-Yo ayudare a mi princesa siempre y para poder estar con ella, tengo que encontrar la llave que abrirá el candado que está guardando todo su amor- Santiago finaliza dando un beso en mi frente, un beso que para mí significa protección y mucho amor así como han endulzado mi oído sus bellas palabras.
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Secuestro Inmemorable
RomanceSamantha Bruce es una chica de 16 años que siempre ha vivido en una familia humilde con su mamá y su pequeña hermana. Ella es llevada a un nuevo mundo donde conocerá a su primer amor que la protegerá de maltratos, violaciones y muertes, pero ¿Qué p...