Capítulo 10.

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Un escalofrío me recorrió.


No me gustaba que mi nombre en sus labios sonara en todas las notas correctas.


Al igual que en una película romántica.


Frunzo el ceño ante mi reacción, miraba su pecho preguntándome si nada excepto que echarle hielo era una buena idea, pero de alguna manera siento que probar sus límites hoy no es buena opción.


—¿Cómo te sientes? —le pregunté y lo estudie estrechamente.


—Me siento listo para correr —sus ojos se fijaron directamente en mí. —. ¿Quieres ir?


La invitación me hace titubear, es solo que nadie excepto los corredores realmente saben que correr con alguien puede ser un gran trato.


Un trato muy grande.


Especialmente cuando estás acostumbrado a ejercitarte solo. Como Justin y aparte de Melanie, nunca corro con nadie tampoco. Cuando corro es tiempo para mí, tiempo para reflexionar, tiempo para concentrarme, pero asentí. Creo que él realmente lo necesita y yo lo he estado necesitando por horas.


—Deja agarro las bambas y me los pongo.


Diez minutos después estábamos corriendo por la ruta más cercana a nuestro hotel, que es un camino de tierra sinuoso con un par de árboles y por suerte bien iluminado por la noche. Justin llevaba su capucha y la sudadera, avanzaba en el aire al más puro estilo de boxeador, mientras que yo solo disfrutaba la fresca brisa en mi piel mientras trataba de mantener el ritmo. Me había puesto shorts y una blusa deportiva corta con mi par favorito de Asics, Justin traía un par de Reeboks pateadores de traseros para correr, que son diferentes a los tenis que usa para boxear.


—Entonces ¿Qué paso con Peter y Riley?


—Salieron a buscar prostitutas.


—¿Para ti?


Lanzó un puño al aire, luego el otro. —Tal vez ¿A quién le importa?


Estoy realmente decepcionada, había perdido resistencia por media hora en el ritmo que nos propusimos mis pulmones se esforzaban y realmente estaba sudando a pesar la fresca brisa nocturna, me detuve y puse las manos sobre mis rodillas, señalándole que él continuará.


—Continua, solo voy a recuperar el aliento, me está dando un calambre.


Se detuvo conmigo y brincó en su lugar para que su cuerpo no se enfriara y luego se quitó un paquete de gel electrolito del bolsillo de su sudadera y lo extiende para mí, se acerca tanto que puedo tener una bocana de él de jabón, sudor y Justin Bieber, mi cabeza tiene un poco de vértigo, tal vez el calambre que pensé que me estaba dando en mis ovarios quizá no era un calambre después de todo, sino sólo que casi me convulsionaba cada vez que su hombro me rozaba accidentalmente.


Relajo la espalda y sigue empujando el aire mientras me observa abrir el paquete de gel por la esquina y lo deslizaba por mi lengua.

Eres mía (Miley Cyrus & Justin Bieber) JileyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora