No hay manera de que sepa que cosa está pensando, pero a pesar de que ya no está sonriendo, sus ojos permanecen encendidos con malicia.
Su rostro está un poco hinchado en el lado izquierdo, y mis instintos realmente quieren tomar el gel y ponerlo de nuevo en su mandíbula. Maldición, en mi mente, ya le he puesto la pomada en la cicatriz roja en el centro de su labio inferior. Estoy tan abrumada por estos pensamientos que no me doy cuenta que no puedo confiar en mí misma con alguien tan poderoso y atractivo como él. Todavía, todavía sigo emocionada por estar en la misma habitación que él.
Peter hojea las carpetas. —Estuviste haciendo prácticas en la Academia Militar de Seattle en rehabilitación deportiva para jóvenes adolescentes y veo que te graduaste sólo hace dos semanas. Estamos dispuestos a contratarte por tus servicios, los que serán en ocho ciudades que dejamos para el tour y para que el señor Bieber continúe acondicionando para futuras competiciones. Vamos a ser muy generosos con tu sueldo. Es muy prestigioso tener un atleta y debe ser impresionante en cualquier currículum. Incluso podríamos permitir que seas un agente libre, en el futuro, si decides irte —dice Peter.
Me encuentro parpadeando varias veces.
He estado con ansiedad por la solicitud de empleo, no me habían llamado hasta ahora. La escuela donde hice prácticas me ofrecieron volver cuando se reanuden las clases en agosto, así que por lo menos tengo esa opción. Es, sin embargo, a muchos meses de distancia y la inquietud de tener un título y no hacer nada con ello me está matando.
De repente, me doy cuenta que los ojos de todos están en mí y estoy especialmente consciente de la mirada de Justin.
En mí.
La idea de trabajar para él después de ya haber tenido sexo con él en mi cabeza hace que me sienta un poco más que mareada.
—Tengo que pensar en ello. Realmente no estoy buscando algo lejos de Seattle a largo plazo.—Lo miro vacilante, y luego a los otros dos hombres—. Ahora bien, si eso es todo lo que querías decirme, es mejor que me vaya, dejaré mi tarjeta en tu bar. —Me giro y la voz imponente de Justin me detiene.
—Respóndeme ahora —espeta.
—¿Qué?
Cuando me doy vuelta, él inclina la cabeza y sostiene mi mirada, el brillo de sus ojos ya no es divertido.
—Te he ofrecido un trabajo y quiero una respuesta.
El silencio desciende. Nos miramos el uno al otro. Sus ojos mieles con maldad, este intercambio de miradas es complicada. No puedo decir si es sólo una mirada o algo más. Algo que se siente vivo, respirando dentro de mí, y llamea cuando lo miro a los ojos y veo en la forma en que me mira con esos ojos desgarradoramente intensos.
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Eres mía (Miley Cyrus & Justin Bieber) Jiley
Fanfic◈Hermosa portada hecha por @reyftmaximoff-