Capítulo 15.

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Su energía es tan poderosa esta noche, que realmente atrae a cada célula y átomo de mi cuerpo, bañándome en pura conciencia femenina de su masculinidad.


Ahora veo cómo el vierte algunos tragos de tequila detrás de la barra, y una llamativa rubia a su lado exprime el jugo de limón en su escote y añade un poco de sal, luego exprime un vaso justo entre sus tetas bien apretadas. Ella tira de las muñecas de Justin para que fuera a tomarlo. Los celos aprietan todos los músculos de mi interior, sólo aflojando cuando Justin agarra al hombre más cercano alrededor y empuja su cara en sus tetas, riéndose, fuerte y varonilmente, mientras agarra los dos tragos que había servido y comienza a volver a mí.


Sus ojos se traban con los míos, y se vuelven oscuros y salvajes. Tan oscuros y salvajes como el aleteo en mi interior. Parece que quiere festejar con nadie más que conmigo, y el conocimiento me golpea justo en las rodillas. Entre mis muslos, me he vuelto sensible, mojada e hinchada.


Él lleva un salero y limones en una de sus palmas.


— Ven aquí — dice, brusco pero suave mientras pone los vasos de chupitos sobre una consola de la entrada. Succiona la rodaja de limón entre sus labios, e inclina la cabeza para pasármela a mí. Abro la boca y el jugo de limón se derrama dentro de mí, de su boca, y entonces la aleja y pega su lengua con la mía. Él gime, los dos lo hacemos, mientras nos detenemos y nos besamos, lamiéndonos mutuamente, hasta que él gime una vez más y da un paso hacia atrás para alcanzarme el vaso.


Nunca me he emborrachado con alguien, y de repente me alegro de que sea con él. Temeraria alegría corre por mis venas. Me siento malvada e impulsiva, haciendo todo lo que nunca he hecho. Tomando el vaso entre mis dedos, bebo el líquido y siento arder un camino por mi garganta, y cuando me alcanza el limón de nuevo, estoy completamente loca de emoción.


Repitiendo lo mismo que él hizo, succiono la rodaja de limón en mi boca, y agacha la cabeza y chupa el jugo de limón de mí. Un gemido se me escapa cuándo el aparta el limón y lo reemplaza con su lengua. Necesidad rasga a través de mí, y mis brazos van alrededor de su cuello.


Los vasos vacíos de chupito se estrellan en el suelo mientras el me agarra el culo, me impulsa a la consola, se desliza entre mis piernas y mete su lengua en mi boca. Empuja sus caderas y dureza contra mí, la desesperación en el movimiento disparando rayos a través de mi cuerpo.


— Hueles tan bien...— dice con un tono áspero en mi oído. Sus manos aprietan mis muslos mientras frota su dureza contra mí. Su boca roza un camino por mi sien, mi barbilla, y sus labios mi zumbido, rápido y febril, sobre los míos. — . Te quiero ahora. No puedo esperar para deshacerme de estas personas. ¿Cómo te gusta, Miley? ¿Duro? ¿Rápido?


— De cualquier forma que tú lo quieras.— murmuro, embriagada por la sensación de sus brazos, su boca, del roce a través de la ropa de su sexo contra mi sexo. Creo que mis palabras le hacen recordar la canción que reproduje para él, porque gime y agacha la cabeza para mordisquear suavemente mi labio inferior.


— Espera aquí, pequeño petardo.— dice, y hace su camino de regreso al bar.


Tomamos una segunda ronda de chupitos, y luego él se va por las rondas tres y cuatro, y estoy definitivamente mareada por la cuarta. Nunca he realmente bebido antes, y no creo que mi sistema este equipado para manejar la situación. Mi cabeza gira mientras lo veo ir por la quinta ronda con una sonrisa boba.

Eres mía (Miley Cyrus & Justin Bieber) JileyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora