Capitulo 2: el cambio

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Mi cuerpo dolía, mi razón regresaba poco a poco y con ella un poco de energía llenaba mi cuerpo.

-Donde... ¿Dónde...estoy?-

Me incorpore con un gran esfuerzo y me encontré en un lugar que no había visto en toda mi corta vida.

-Así que ya despertaste-

Por una puerta entro un hombre con una túnica blanca y un casco algo extraño.

-¿Quién?... ¿Dónde?...-

-¿Cómo, cuándo y por qué? Déjame te explico todo, mientras deberías descansar un poco más, tu cuerpo todavía no recupera todo el poder perdido-

Me recosté nuevamente, algo me decía que no debía hacer enfurecer ni actuar hostil frente a ese hombre.

-Te encontramos hace dos semanas-

Aguarden, dijo ¡¿dos semanas?!

-Estuviste inconsciente durante todo este tiempo a causa de que usaste un gran poder y tu cuerpo, principalmente tu mente no lo soportaron. Por cierto, disculpa mis modales yo soy el patriarca Sage, y nos encontramos en una habitación separada en la cámara de Athena en el santuario, en Grecia.

-¿El santuario?-

No podía ser verdad, solo había escuchado del santuario por historias que me contaba mi madre ¿sería verdad lo que me decía Sage?

-Así es, aquí entrena gente, con un sexto sentido al cual llamamos cosmos, estas personas llegan a ser conocidas como caballeros de Athena, quienes se dividen en cuatro rangos: aprendices, bronce, plata y oro, siendo los de oro los más fuertes, los que entregan y dan su vida por la diosa de la guerra, que reencarna cada cierto tiempo para librar una guerra santa contra el dios del inframundo Hades-

-Claro, por supuesto- pensé- esto es lo más común del mundo-

-Continuando con el cómo llegaste hasta aquí, el caballero dorado de sagitario te encontró inconsciente en un bosque a las afueras de un pequeño pueblo, eras la única viva de las demás personas que se encontraban allí, incluyendo un espectro-

-¿Qué es un espectro? ¿Y quiénes más estaban allí conmigo cuando me encontraron?

-Los espectros son los vasallos de Hades, y el que estén apareciendo significa que su despertar esta próximo, respondiendo a tu otra pregunta, en el lugar también se encontraban una mujer y un hombre ¿sabes quiénes eran?-

-*Así que no fue una pesadilla* Si, eran mis padres, ese espectro los asesino-

No pude evitarlo, mis ojos se llenaron de lágrimas y el pareció sentirse culpable, al momento que se iba a disculpar otro hombre entro por la puerta, un caballero a juzgar porque llevaba armadura, y del rango de oro.

-Patriarca ¿Cómo se encuentra la joven?...Valla, parece que por fin despertaste. Soy Sísifo, caballero dorado de sagitario ¿y tú eres?-

-Soy Yume- dije mientras me limpiaba mis lágrimas y retomaba la compostura.

Wow! Un caballero dorado justo frente a mis ojos, sorprendente, esto sí que no se ve todos los días.

-Sísifo, perdona si mi pregunta te parece un tanto grosera pero quiero que me la respondas ¿Por qué la trajiste al santuario? Bien podías dejarla al cuidado de las personas del pueblo-

Eso me dolió, claro al no poseer ese tan aclamado sexto sentido no pertenecía al santuario.

-Pues la traje porque donde la encontré era la única sobreviviente y no pude sentir la presencia ni el cosmos de ningún caballero cerca capaz de derrotar a aquel espectro por lo que pensé que ella había sido la causante de ese escenario-

-*¡¿Yo?!*-

Debía ser un error, yo no era capaz de aquello ¿¡matar a un vasallo del mismísimo dios del inframundo!? Imposible.

-¿Cómo dices Sísifo? Pero en ella no percibo ninguna señal de ningún tipo de cosmos-

-Tal vez sea cierto que no tiene cosmos, todavía no lo tiene. Así que se lo pido patriarca, déjeme encargarme del entrenamiento de Yume, sé que tiene un gran potencial escondido en algún rincón de su cuerpo y mente-

-Pues, si me lo pides así...*suspiro* pero deberías preguntarle a ella primero-

Sísifo se llevó una mano a la nuca y una sonrisa tímida apareció en su rostro, se había percatado de que no me había preguntado antes mi opinión, y regresando a donde yo me encontraba tomo mi mano y formulo la pregunta que cambiaría mi vida para siempre.

-¿Qué te parece Yume, quisieras ser mi aprendiz y luchar en el nombre de Athena? Claro que no te obligare, estás en tu libre albedrío-

¿Qué debería hacer? Si me rehusaba ¿A dónde iría? No tenía a donde regresar, mis padres estaban muertos y no sabía cuán lejos estaba de mi pueblo. El rehusarme dejo de ser una opción, seguro que la vida de aprendiz de caballero seria dura y tendría que aprender muchas cosas, pero que más daba, ya me encontraba en el santuario y tal vez no tenía todo lo que se necesitaba para ser un caballero pero este tipo de oportunidades solo se dan una vez en la vida.

-Sí, claro que me gustaría ser un aprendiz de caballero, estoy dispuesta a dar mi vida por Athena-


Regulus y Antares [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora