El chico de los dibujos (Niall y tú)(2013)

Capitulo 9

Narra ___________:
El timbre de casa sonó y me dirigí a la puerta. Abrí y me encontré con una familia.
- Hola.- dije con una gran sonrisa.
- Hola, somos tus nuevos vecinos.- dijeron ellos devolviendo una sonrisa.
- Claro, mi mamá me habló de ustedes. Pasen.- dije haciendoles una reverencia para que se sentaran.- Dejó un regalo para ustedes.- dije y se los entregué.-
- ¿Tus padres?.- preguntaron.
- Ya vienen, estaban haciendo unas compras.-
- Bueno. Sabes, tenemos dos hijos. Les diremos que vengan a presentarse.- dijo sonriendo.
- ¿Como se llaman?.-
- Niall Horan, y Chad Horan.- dijeron y puse una sonrisa.
- Soy compañera de Niall, nos llevamos muy bien.- dije
La charla con los padres de Niall progresó. En verdad eran buenas personas. Mamá llegó y se quedó hablando con ellos, yo subí hasta mi cuarto, y por mi ventana pude ver la casa de Niall. El estaba en la ventana, a la cual yo podía verlo. Entré a mi balcón y me senté allí. Niall me vió y puso una sonrisa.
- Hola.- dije y se podía escuchar

 Hola _______ - dijo en el balcón de su casa.
- Estan tus papas acá.- dije riendo.
- ¿Encerio? Yo no sabía que eramos vecinos.- dijo el con una sonrisa.
- Yo nisiquiera sabía que esa casa estaba en venta.- dije con una risa.

 Claro. Esque es nuestra hace un tiempo.- dijo el apollado en el balcón.
- Ah, esta bien.- dije.- Niall, me tengo que ir a bañar. Luego hablamos, ¿si?.- dije parándome de la silla.
- Claro.- dijo el
Lo saludé desde el balcón y entré a mi pieza. Agarré una toalla, ropa y entré al baño. Permanecí allí adentro como por media hora, odiaba estar sucia después de venir del colegio, por... más limpia que estubiera.
Salí de la ducha, las gotas me caian, otra cosa que no soporto es estar tan mojada después de bañarme. Me sequé rápido y me cambié. Salí del cuarto y me puse a cantar y dar vueltas arreglando la ropa, y peinandome un poco. Para mi sorpresa, Niall me estaba mirando del balcón. Yo dejé de bailar y me puse roja, lo saludé con la mano. El hiso lo mismo, rió y se metió en su casa.
Me agarró mucha verguenza. ¿Se reíra de mí mañana en la escuela?. No logré aguantar la risa de mi misma, sabiendo que había quedado al ridículo.
Nuevamente salí al balcón y me quedé sentada, mirando a su ventana.