La Pluma Negra

Capítulo 5 - Casi muere la protagonista

*Narrador*

A Lía le despertó curiosidad aquel comentario que abandonó la boca de Jade. Le preguntó entonces de que se trataba ese sueño.

- La verdad, no recuerdo bien - explicó - pero, sólo se que... vi a una mujer casi no visible al lado tuyo, peinando tus cabellos y tú sonreías.

La cara de Lía cambió respectivamente, ahora parecía confundida.

- ¿Cómo era la mujer? - preguntó Lía.

- Ella... - se acercó más para no tener que forzar la voz - Tenía cabellos largos, cómo tú. Era parecida a ti.

Lía abrió los ojos. - Mi madre.

- Lía, suelo tener visiones mediante sueños - explicó - ¿Por qué soñaría con algo así?

- No sé. - no tardó en responder.

Jade miró hacia ambos lados, tratando de ver si había alguien que podría escuchar la conversación. -¿Te cuento un secreto?

- Adelante, no le diré a nadie, puedes confiar en mí, por su puesto - dijo rápidamente con curiosidad.

- Yo conocí a tu madre, Lía. De hecho, eramos muy cercanas.

- Pero, ¿Por qué?

- Es que... - fue interrumpida inesperadamente por su novio Dracke.

- Jade, ¿Te enojaste? - el chico miró a Lía - ¿Puedo hablar con Jade a solas por favor?

A Lía no le quedó más que asentir y quedar con la curiosidad en su cabeza, volvió con los demás, dejando las prendas en un árbol un poco apartado para que se secaran. Comió callada y luego llegó el momento de seguir con el viaje. Las carpas las desintalaron y comenzaron a caminar por el bosque.

La calor se hizo inmensa, tanto que tuvieron que parar su viaje y bañarse en un enorme río de esa zona.

Corinne se puso su bikini que por cierto, todos los hombres le gustaba el cuerpo de aquella, así que se hacían los coquetos al lado de ella. A veces, recibía unos cuantos agarrones pero en vez de enojarse, sonreía.

Todos se metieron al agua, estaban sonriendo y disfrutando el momento, pero Lía solo se quedaba a la Orilla. Corinne se acercó a ella.

- ¿Por qué no vienes a lo hondo con nosotros? - la invitó hacia allá.

- No, gracias... estoy bien aquí - explicó solemne - no sé nadar.

- ¡Oh pero siempre existe una primera vez, querida! - gritó para que los demás escucharan y algunos se burlaron por que Lía no sabía nadar.

- Si sé, pero éste río es peligroso, tiene una cascada muy cerca y... me siento mejor aquí - dijo un poco asustada. Entonces Corinne asintió, pero pronto la empujó a lo hondo donde Lía no tocaba y comenzó a desesperarse y pedir ayuda, mientras Corinne se reía.

- ¡Pon tus dos manos adelante y haz un movimiento circulatorio! - gritó. Los chicos vieron que Lía se hundió completamente y fueron a buscarla. Ian, que era el más rápido de todos, alcanzó a agarrar su cuerpo antes de que cayera a la cascada. Luego, la llevaron a la Orilla.

- ¡Pudo a ver muerto estúpida! - gritó Jade golpeando a Corinne en la cara, y empujándola al lodo de allí cerca, quiere decir, que se ensució toda.

- ¡Yo solo quería que aprendiera a nadar!

- ¡Así no es la manera idiota! - la agarró del cabello y la golpeó con su puño, una y otra vez. Hasta que Dracke la agarró, llevándola a su pecho y tranquilizarla con un cálido abrazo.