Capítulo 11 - Jamás perder las esperanzas.

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*Narra Corinne*

Mierda. ¡Qué acabo de hacer! Fui una tonta, no me supe controlar, ¿Ahora qué haré?
Sentí la mirada pesada de los demás, y también los gritos de Jade. Antes éramos más unidas, ahora me odiaba completamente, le arrebaté la vida a su amiga, obviamente tenía razones para odiarme.

- ¡Muere, perra! - gritó desesperadamente, tratando de empujarme pero su novio Dracke la detuvo. Ella comenzó a llorar.
- ¿Por qué hiciste eso? - se acercó Ian, quien estaba alterado, pero trataba de no hablarme tan fuerte.

No pude más y solté una lágrima.
- Lo siento. - dije. - De verdad, lo lamento demasiado.

No podía más con esto, por lo tanto, miré hacia el suelo de la montaña tratando de ver el cuerpo de Lía, o si estaba viva. Pero sólo veía niebla negra.

- ¿Qué estás pensando? - me dijo un miembro del grupo.
- ¿En qué crees? - lo miré.
- Corinne basta, no lo hagas. No todo está perdido. - agregó Jade con positividad.

Pero estaba equivocada, ya no había nada que hacer. Hubieron muchas muertes y eran de mis amigos. Comencé a llorar más fuerte, pedí perdón un montón de veces sabiendo que no arreglaría nada con eso.

Me lancé, sentí mi último respiro, mi último momento con vida, miré que todos se aproximaron a la orilla viéndome caer. Estaban hablando, gritándome, pero no sabía que decían. Creo que no oía nada, cerré lentamente los ojos.

*Narra Jade*

Que alguien pare el tiempo en este maldito estante, que yo no sé, si podré soportar.

- Lía dijo que teníamos que seguir porque el camino se va a cortar. - le dije al grupo fuertemente para que escucharan.
- ¿Y? Ya no hay nada que hacer. - agregó Ian, tratando de ocultar sus sentimientos. - Tú no entiendes. Esa pluma negra es peligrosa, y a la vez poderosa. Podemos pedir que nuestros amigos vuelvan a la vida, o por lo menos intentarlo y hacer que las muertes no sean en vano.

Todos me entendieron, arreglaron las cosas y empezamos a correr velozmente, creo que estuvimos toda esa tarde corriendo, trotando, saltando... el camino parecía que no tenía fin, que jamás iba a terminar.

Todos nos sentíamos mal y extraños, nadie hablaba ni sociabilizaba con nadie, estabamos todos deprimidos y avanzando hasta lo más alto de la montaña.

~

*Narra Lía*

Desperté en un lugar bastante raro, nunca antes lo había visto, estaba oscuro, se veía tranquilo. Quizá cuanto tiempo estuve inconsciente, y lo más extraño es que no he muerto con la caída, sólo rasguños y heridas en todas partes.

Me muevo y veo a mi derecha a Corinne. Estaba quieta y sus ojos estaban cerrados, los tenía un poco hinchados. Su piel estaba sucia, al igual que la mía. Tenía el cabello despeinado, heridas abiertas en sus extremidades, creo que estaba peor que yo.

- Corinne. - susurré, tratando de encontrar respuesta. No quería estar sola aquí abajo, tenía mucho miedo. ¿Qué pensarán los demás? , ¿Qué estoy muerta?

Un momento, ¿Por qué Corinne está conmigo?, ¿Jade la habrá lanzado? Dios, estaba tan confundida.

- Lía... - me volteé. Corinne me estaba mirando. - Perdóname. - me abrazó.
- Quiero golpearte. - la abracé sabiendo que no iba a lograr nada haciéndolo.
- ¿Cuánto tiempo ha pasado? Siento que años. - me dijo.
- Creo que estuvimos aquí toda la tarde.
- ¡No puede ser! Tenemos que avanzar. - me aseguró, por lo tanto asentí sin quejas.

Ambas nos paramos, empezamos a correr y observar el lugar, nos deteníamos y hacíamos trotes más lentos.

- Corinne. - la llamé. Ella me miró enseguida. - Estamos en la neblina negra.
- Supongo. Ya se está oscureciendo, creo que el equipo está por hacer una fogata y dormir, creo que deberíamos hacer lo mismo, Lía.
- Busca ramas, yo me encargo de como dormiremos.

Así nos organizamos, Corinne había conseguido muchas ramas, ya que en este lugar estaba lleno, había hecho una fogata. Junté muchas hojas enormes, las acomodé alrededor de la fogata.

Empezamos a buscar comida, y en los árboles vimos unos frutos extraños, sacamos la gran mayoría y estabamos tan muertas de hambre que no nos preocupamos si fueran mortales, sólo comimos y comimos. El lugar estaba frío, gracias a la fogata estabamos a buena temperatura.

- Creo que le gustas a Ian. - me dijo Corinne de repente, todavía comiendo de ese fruto.
- Eso ya no importa.
- No pierdas las esperanzas, vamos a lograr subir, Lía. - Dijo Corinne haciendo unas especies de cuchillos con piedras y madera.

Luego de un rato, nos dormimos.

~

*Narra Jade*
Luego de ver que el camino detrás de nosotros se había acortado, y se había cerrado, hicimos una fogata y nos preparamos para dormir.

Pero yo no podía. Me acerqué a la orilla, tratando de ver si había vida abajo, pero sólo veía la estúpida neblina negra.

- Sé que estás ahí, Lía. Lo presiento. - solté una lágrima, que prontamente sequé.

La vida cambia de sentido de repente, a veces estás realmente bien, pero todo acaba mal. Es realmente estremecedor.

Luego de un instante, veo que cae una rosa a mi lado, me sorprendo y la tomo en mis manos, leo el papel.

"Se acercan buenas noticias, jamás rendirse".

Mañana será un nuevo día, espero que sea de lo mejor.

- Ten, Lía. Espero que te encuentres bien, porque pronto volverás a estar con nosotros. - lancé la rosa.

Vi como caía en medio de toda la niebla oscura y intensa, era tan hermosa y a la vez tan aterradora.
De pronto me sentía tan feliz, como si algo bueno iba a pasar, y entendí que jamás tendría que perder las esperanzas.

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⏰ Última actualización: Nov 16, 2016 ⏰

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