La tarde acabó, no pudieron avanzar demasiado, entonces prefirieron solamente poner sus sacos de dormir en el suelo, rodeando la fogata. Luego de comer se fueron todos a la cama.
Lía despertó, traumada por un sueño, un sueño demasiado extraño para su parecer. Prefirió dar una vuelta para calmarse un poco, ya que se trataba de que su madre muerta le había dado un mensaje, pero no lo recordaba.
Se traumó por que su madre tenía todo su cuerpo lastimado en el sueño, la sangre recorría mojando toda su piel y alguna de ella, estaba arrancada.
Se sentó de espaldas al árbol, sintió frío y pánico, comenzó a llorar. Recordaba cuando Jade le dijo que mediante sueños, veía visiones.
Supo que tenía que conversar con ella.En unos segundos después, sintió unas pisadas en su espalda, se estremeció asustada, estaba quieta de tanto miedo, ni si quiera respiraba, no se atrevía a mirar hacia atrás, donde venían las pisadas.
- ¿Lía? -. La muchacha dió un respingo, luego se tranquilizó, ya que era la voz de Ian.
El se acercó más hacia ella, la miró a los ojos, notando su tristeza por sus ojos hinchados.
- ¿Qué sucede?.- preguntó al notar que Lía seguía muda y desorientada.
- Nada, solo que no podía dormir.
Contestó con normalidad y rápidamente, no quería dar explicaciones pero sentía que era necesario, no quería quedar con mucho peso forzándola a llorar.
- Cálmate, mañana avanzaremos más rápido.
- Es que no puedo evitar sentir miedo. - el la abrazó inesperadamente. Estaba sentado junto a ella. Quien estaba ruborizada por la acción de aquel.
No le dijo nada más, pero de seguro iba a ser un " no temas ". O por lo menos, eso siempre le decía su abuela.
Ambos quedaron mudos por el momento, el silencio no era incómodo, si no satisfactorio.
- Supuse qué... - agregó Ian, mostrando una frasada gruesa y opaca.- necesitabas esto.
Lía la miró, claro que la necesitaba, el frío bailaba en su piel fina. Sonrió y agradeció la frasada, aquel la acobijó, la tomó en brazos, a lo que nuevamente se ruborizó.
- Es mejor que estés con los demás.- dijo Ian serio.- es peligroso, y nosotros estamos haciendo este viaje por ti, ¿recuerdas?
- Sí.- movió la cabeza con la acción de asentir-. no es necesario que me lo digas.
Aquel pareció ignorar el comentario, la recostó nuevamente y se fue a dormir.
**
No volvió a soñar nada más, quizá le sirvió la vuelta para calmarse, o quizá, se calmó gracias a Ian.Apenas abrió los ojos en la mañana, vio que todos estaban despiertos ya terminando de comer.
Entonces, aquella comió rápido y fue a lavar sus prendas.
Continuaron el viaje, estaban pasando por un bosque, donde el frío reinaba allí. Además, tuvieron que tomarse de las manos para no perderse, había una neblina que apenas dejaba ver algunos troncos cercanos.
Conversaban en el viaje, lía tomó la mano de Jade y aquella de su novio Dracke, hasta formar un tipo de cadena humana.
**
El cabello estaba alborotado, la ropa era más antigua, estaba sucia y quebrada, con grandes rasguños en sus brazos.
La cara estaba toda golpeada, no caminaba bien, le costaba demasiado. Se estaba acercando a Lía con pasos lentos y sus huesos sonaban, como si estuvieran rotos.
Era horrible ver a su madre así, con los ojos llorosos, y lo peor, la piel arrancada. Lía comenzó a llorar desconsoladamente, aterrada.
- N-no... - dijo su madre. Le costaba pronunciar las palabras - teng gas mied do.- decía entrecortadamente.
Comenzó a llorar y gritar más fuerte, alejándose de su mamá ya que le daba miedo verla así, su cuerpo todo golpeado.
* Fin del sueño *
Lía fue despertada por el grupo de supervivencia. Abrió los ojos y se encontró con todas las miradas de aquellos y la neblina rodeando todo el oscuro lugar.
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La Pluma Negra
Teen FictionLa cabaña había permanecido todo el día con húmedad. Los techos de madera estaban cada vez más débiles y parecía que con tan solo una gota más, se iban a caer. Aquella anciana llamada María, no necesitaba todas esas cosas, solo quería una PLUMA NEGR...