La música sonaba en mis oídos cuando caminaba rumbo a la escuela,se trataba de mi tercer día en mi nueva escuela y debo admitir que no la estaba pasando nada mal. Londres es una ciudad hermosa a decir verdad, amaba ir caminando ya que podía disfrutar del recorrido y también del aire fresco y solo quedaba a unas cuantas cuadras de casa.
Al llegar al edificio pude notar como de un porche color negro, el cual se encontraba aparcado en la puerta del establecimiento, bajaba nada mas y nada menos que el rizado que tanta curiosidad despertaba en mi. Le eche una mirada rápida antes de entrar por la puerta y dirigirme a mi casillero, iba vestido igual que el día anterior solo que esta vez vestía una sudadera color blanco y llevaba unos lentes de sol los cuales impedían ver sus ojos.
Me quedé de pie a un lado de mi casillero ya que quería ver cual era su técnica para poder entrar a la escuela sin ser parte de ella. El rizado cuyo nombre era Harry, si mal no recuerdo, se acercó al guardia de seguridad y le estrechó su mano, murmuró algo que no pude escuchar ya que me encontraba un poco lejos y luego entró para dirigirse a la oficina del director. La curiosidad me invadió aun más, ya que suponía que estaba autorizado por el director al entrar a la escuela, pero mi pregunta era ¿Por qué el director dejaba entrar a Harry sin ser un alumno mas? ¿Tendrá un cargo en esta escuela?. No lo sabía pero mi curiosidad pedía que lo averiguara.
Faltaban cinco minutos para mi primer clase, literatura, una de las materias en las que no estoy con Becca. Me dirijo al salón casi sin ánimos ya que no me gusta para nada la materia y debo admitir que jamás me fue del todo bien. Al llegar todos los alumnos ya estaban ubicados en sus asientos y la única que faltaba en sentarse era yo-vaya forma de comenzar la mañana-pensé. Me dirigí al único banco que se encontraba desocupado y tomé asiento, estaba casi al final del salón y eso no me agradaba mucho ya que los maestros siempre piensan que lo alumnos que toman asiento en los últimos bancos no les interesa sus clases, pero ese no era mi caso.
-Hola-saludó el chico que se encontraba a mi lado con una amable sonrisa.-Mi nombre es Liam.
-Hola Liam-sonreí.-Mi nombre es Casey.
-¿Eres nueva aquí?-preguntó.-Jamás te había visto antes.
-Pues sí, soy nueva-hice una mueca.-Hace un par de meses me mudé a esta ciudad.
-Oh, ¿Debe ser difícil adaptarse, no?-preguntó.
-La verdad es que sí-respondí algo apenada.-Londres y Seattle son ciudades bastante distintas.
-Wow, ¡vienes de Seattle!-exclamó sorprendido,-iré a la universidad de Seattle el año entrante.
-¡Eso es genial!-comenté.-De seguro te encantará la ciudad-Liam estaba a punto de responder cuando entró el maestro al salón y de inmediato todas las voces se callaron. Se trataba de un hombre mayor, su ceño se encontraba levemente fruncido, pero no parecía malhumorado.
-Buenos días alumnos-saludó poniéndose de pie en frente de la clase, a lo que todos murmuramos un "Buenos días".-En la clase de hoy cada uno de ustedes deberá redactar un texto en el cual hablen sobre algo que les parezca interesante, ya sea una persona o un animal, también un objeto o algún hecho que les haya ocurrido, deberán escribir con todo lo que recuerden haber aprendido a lo largo de la escuela secundaria desde los comienzos hasta hoy-explicó mientras rebuscaba entre sus cosas.-Por eso mismo haremos primero un repaso y luego comenzarán con la tarea, este proyecto deberá ser presentado dentro de dos semanas y por supuesto, llevará nota.
Pensé que esto no podía empeorar mas ya que no soy para nada buena redactando, debo admitir que no tengo mucha imaginación y además no encontraba nada que me resultara interesante aun que me cansara de buscar en mi cabeza. Permanecí atenta a lo que el maestro decía hasta que sonó el timbre del recreo anunciando que la clase había llegado a su fin.
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Fanfiction..."Me enamoré de su mirada, de la forma en la que me observaba con esos ojos color esmeralda"...