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Capítulo 10

Unos incesantes golpes a mi puerta me obligaron a quitarme los audífonos. Casi siempre que quería escapar de la realidad me colocaba los audífonos para no pensar o tal vez deprimirme aún más. 

-Casey, debes bajar a almorzar-suplicaba mi madre desde el pasillo.

-No tengo hambre-repliqué.

-Hija, no puedes permanecer con el estómago vacío-oí un suspiro de su parte.-Te enfermarás. 

Desganada, me puse de pie y caminé hacia la puerta de mi habitación. Al abrirla, mi madre se encontraba allí recargada sobre la pared. 

Al verme, sonrió esperanzada.

-No te hagas ilusiones, mamá-rodé los ojos.-¿William ya se marchó de aquí?

-Tu padre-me corrigió mi madre.-Decidió almorzar fuera, quería darnos nuestro espacio. 

-De acuerdo-suspiré.-Enseguida bajo.

No ganaba nada quedándome en mi habitación, solo mucho mas hambre del que ya tenía. Ni siquiera desayuné por la mañana. 

Después de echarle un vistazo al espejo me dirigí escaleras abajo.

-La comida ya esta servida-informó mi madre una vez que entré en la cocina. 

Tomamos asiento a la misma vez y comenzamos a comer de nuestro plato.

-William se hospedará esta noche en un hotel-comentó.-No tendrás que verlo por aquí.

-¿Por qué regresó?-escupí mas bruscamente de lo que pretendía. 

-Pues, parece arrepentido-se encogió de hombros para luego soltar un suspiro. 

-Mamá, ¿En verdad le crees?-pregunté incrédula. 

-Casey yo...yo en verdad amé a tu padre, y quizás no lo entiendas pero estoy confundida-expresó mirando un punto fijo.

-¿Algún día te atreverás a decirme porque nos abandonó?

-No los abandonó,hija-suspiró.-El se marchó de casa para que ustedes pudieran crecer en paz. 

-El era alcohólico-afirmé. 

Mi madre levantó la cabeza de su plato sorprendida.

¿P-por qué dices eso?-balbuceó. 

-Mamá, no soy tan inocente como parezco-repliqué.-La noche en la que el se marchó de casa...yo...yo estaba escuchándolo todo. 

-¿Cómo?-sus ojos se abrieron como platos. 

-Lo que acabas de escuchar-suspiré.-Todo este tiempo estuve fingiendo para que tú no te preocuparas. Entendí que no querías que supiéramos la verdad para que no nos enfadáramos con nuestro padre. Y para que no lo tomáramos como un ejemplo a seguir. 

-Casey-susurró al borde de las lágrimas.-A mi no me quedó otra alternativa que dejarlo ir...

-Lo sé, mamá-asentí.-Y entiendo la situación.El problema no es contigo, entiendo tu preocupación...hiciste bien. Nuestras vidas hubieran sido aún más desastrosas si William hubiese seguido llegando ebrio a casa por las noches. 

-Pero crecieron sin un padre-sollozó.-Tal vez yo debería haberle dado una oportunidad y ayudarlo a recuperarse. 

-¡Ya es tarde para preocuparse por el pasado!-exclamé.-Por algo suceden las cosas, mamá. 

-Claro-dijo ya mas calmada.-Perdóname, Casey. 

-Todo está bien-sonreí tomando su mano a través de la mesa.-No te preocupes.