Dijiste para siempre.

Cap 13. ¿Limosina, en serio?

Viernes.

Hoy fui a mis clases, me puse al día en todo, ya que ayer no pude llegar a tiempo. Al comenzar la tarde llegue mi apartamento y me duche, luego fui a la casa de Bliss y pase una parte de la tarde con ella. Esta un poco débil, y pálida pero según ella esta bien. Tengo un plan y es que debo distraerla de esos nervios que tiene por la operación. Quiero llevarla a nuestra primera cita. Pero quiero algo tranquilo, para que no se canse.

Así que aquí estoy, mirándola de reojo, preparándome para preguntarle, no sé porque eso me pone nervioso.

-¿Bliss?

-Mmm

-¿Crees... que... uh, en la noche podamos salir? Sólo si para entonces te encuentras bien, claro.- me apresuro a decir.

-Estoy bien y creo que para la noche también lo estaré., ¿por qué?

-Yo... quiero que tengamos una cita, solo algo tranquilo. No quiero que luego te pongas mal.

-Si, me gustaria eso.- me sonríe. Ya tiene color en sus mejillas.- ¿me sorprenderás?

-Claro, ya lo veras. A las siete vendré por ti. Quiero que te pongas más bella de lo que ya eres, ¿de acuerdo?- Asiente y le doy un pequeño beso.

Seguimos viendo películas en su sala de estar con sus piernas en mi regazo. Hasta que son las cuatro y media de la tarde para irme y organizar todo. ¿Qué haré?

****

Ahora me encuentro en casa de Aiden, le conté que ahora Bliss en mi chica, se alegro por mi y me felicito. Vine para que me de ideas de citas. Quiero que con Bliss sea perfecto, se merece lo perfecto.

-El cine.- opina Aiden.

-Se asusta si la llevo en mi moto. Con suerte y entra en el auto de su madre para la escuela. No la quiero nerviosa toda la película. Tiene suficiente con la operación.

-De acuerdo. ¿Caminata en la playa?

-No hay ninguna playa cerca.

-Cierto. Uh, ¿el parque de diversiones? Han traído más juegos.

-Uh, no me convence. Tendría que caminar, se va a cansar.

-Te das cuenta que la estas tratando como si fuera de cristal, cierto. Ella se molestará.

-Lo sé., lo sé. Solo no quiero que se canse.

-Está bien.

-¿Entonces?

-Amigo, solo una cena. Luego la llevas a tu apartamento a ver una peli, ahí se pueden acurrucar en el sofá, sin embargo en el cine no pueden hacer eso.

-Si, pero la cena lo hace cualquiera.

-Si, pero no se trata de eso. Si no, de lo especial que lo hagas para ella. Eso es distinto.

Lo miro.- Sabes, tienes razón. Eso haré. Me lo hubieras dicho antes.

-Si, uh, no se me ocurrió.

-Amigo, con ideas así, ¿por qué no tienes novia?

-En realidad, estoy saliendo con alguien.

-Ah, si. ¿Cómo se llama?

-Jessica.

-¿Y van en serio?

-Bueno yo si, espero que ella también.

-Te deseo suerte amigo, te lo mereces.

-Gracias. Ahora que ya tienes una idea en la cabeza, que tal pasar un rato en la Xbox.

Rio.-Quieres perder, ¿eh?

-Ya lo veremos.

Paso la un rato con Aiden y en un momento hago una llamada a un restaurant lujoso. Y pido una mesa privada para dos personas. Todo listo para esta noche, solo falta el auto. Llamo a mi padre pidiéndole prestado uno de sus tantos autos de ultima generación.

***

A las seis en punto, una limosina se estaciona en la acera de mí apartamento. Mierda, no lo hizo. Solo le pedí un maldito auto prestado, no una jodida limosina. ¿En que pensaba mi padre?

Marco su número y al segundo timbre me contesta.

-Hijo hola, te gusto la..

-¿Que carajo es esto? Te pido solo un auto, no una limosina. ¿Quieres que a mí novia le de un infarto?

-Creí que querías sorprenderla y que no olvidara su primera cita contigo.

-Claro que quiero sorprenderla, pero no quiero que se desmaye apenas lo vea. Quiero que al menos lleguemos a la cena, no que quede esparcida en la acera por tremenda sorpresa.

-No va a pasar eso, créeme. Le va a gustar. Confía en mí.

Suspiro derrotado. No tengo tiempo para discutir. Se demoraran en traer otro auto.

-Me quedó con este. Pero para la próxima ya sé para no pedirte prestado ningún auto.

-De nada, hijo.

-Si, si, gracias.- Y cuelgo.

Bajo a donde se encuentra la larguísimalimosina. Juro que si Bliss se desmaya, lo mato. Ella no esta acostumbrada a esto.

Toco la ventana del auto, el vidrio baja y me encuentro con Henry, el chofer de mi padre.

-Hola, Henry.

Asiente a modo de saludo.-Señor Reyes, ¿cómo esta?

-Solo Logan, Henry, solo Logan. "Señor Reyes" es  mi padre.- Vuelve a asentir.

-A las siete estaré listo, ¿de acuerdo?

-Si, señor. Digo, Logan.

-Muy bien. Si quieres dar una vuelta mientras me preparo.

Niega.- Descuide aquí lo espero.

-Bueno, esta bien.

Y vuelvo a mi apartamento a alistarme. Cruzo los dedos para que esto no sea mucha sorpresa para Bliss.