Cap 17. Carta.

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 Día martes.

Llego el día de la operación, cuando llegamos a hospital, preparan todo para Bliss, la llevan a una habitación para que se cambie a una bata blanca, blanca igual a todas las paredes. Cuando ya esta cambiada y en la cama me permiten verla antes que se la lleven a la sala de cirugía.

Me acerco a ella y me siento en una silla junto a su cama. Tomo su mano con cuidado de no lastimarla ya que una enfermera le puso una vía. Así que con suavidad beso sus nudillos.

-Te amo.- me dice.

La miro y sus ojos estas brillando con lágrimas contenidas. Le frunzo el ceño.

-Ni se te ocurra despedirte.

-No lo estaba haciendo.

-Bien, porque no permitiré que me dejes.

Sonríe tristemente. Sé que esta preocupada por la operación, porque puede que salga mal y también puede que todo salga bien pero debe tener fe o tratar de fingir delante de mí, al menos. Maldición, me duele tanto como a ella.

-Tengo algo para ti.- me dice de repente.- Busca en mis jeans, en el bolsillo de atrás- señala en la silla detrás de mi donde está su ropa y el bolso de su mamá. Me acerco y busco en dicho bolsillo, encuentro una hoja de papel doblada en cuatro partes. Cuando la toco, sé automáticamente lo que es. Y me molesta que haga esto.

-Bliss.- levanto la mira hacia ella. Pero me detiene de hablar.

-No discutas conmigo ¿sí?.  Ábrela cuando estés solo, por favor.

Solo asiento. No quiero que se vaya al quirófano molesta. Me guardo el papel en mi bolsillo y vuelvo a su lado tomando su mano.

-¿Has imaginado nuestro futuro, Logan? Porque te aseguro que ya no seré la tía de tus hijos eh.- intenta aligerar el ambiente. Así que también lo intentaré.

-Eso ya lo sé, desde que te bese la primera vez supe que tu papel no seria ese.

-¿Entonces?

-Pues nada más y nada menos que la madre de mis hijos.

-¿Y si no quiero?

-Fácil, te obligaré.- le sonrió- O te sobornare con sexo, sé que te encanta el sexo conmigo.

Ríe.

-La segunda opción me gusta más.

-Sabia que eras una pervertida.- Se ríe más fuerte.

-Te harás adicta a mi, bebé.

-Ya soy adicta a ti.

Me inclino y la beso un buen rato hasta que escuchamos a alguien toser fuerte. Miramos hacia la puerta y es la señora Bianca sonriéndonos.

-Disculpen chicos olvide algo de mi bolso.- mira a Bliss.- ¿Estas bien, cariño?

-Si, mamá. ¿En que momento debo estar lista?

-En unos minutos más.- se acerca a ella para darle un beso en su frente. Y yo me tenso. No estoy listo para que se la lleven.

-Los dejare mientras tanto, ¿de acuerdo? Todo saldrá bien cariño, confía en mi.- le da otro beso en la cabeza. Y luego volvemos a estar solos.

-Prométeme que regresaras a mi.- digo con la mirada en nuestras manos unidas.

-Regresare.- Niego, no es suficiente.

-No, prométeme que regresaras, prométeme que estaremos juntos después de esto. Siempre juntos.- Miro sus ojos verdes. -Prométemelo, Bliss.

Dijiste para siempre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora