Cap 18. Esperar.

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Esperamos y esperamos, dos horas para ser exactos, pero no nos dieron noticias sobre la operación, no nos decían nada. Cada que la puerta, por donde se llevaron a Bliss, se abría, juro que mi corazón dejaba de latir. Para luego darme cuenta que solo era una enfermera, y no el Dr. Duran.

Esto es pura mierda, mi padre me dice que vaya a tomar o comer algo pero simplemente mi estomago no puede recibir nada. Está con un nudo enorme, que hasta no saber nada de Bliss no se desvanecerá.

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Miro la pared donde esta esta cosa redonda con números en ella, que se supone debe funciona. Maldigo al reloj por ser tan lento. Por estar jugando con mi cabeza, que cuando volteo a ver la hora, y creo que han pasado quince minutos, en realidad solo fueron cinco. Discuto con él, gritándole internamente que corra, que avance por que yo ya quiero verla. Rezo y le pido a Dios que todo salga bien. Que ahora que la tengo no me la quite. Me tardé mucho tiempo en darme cuenta que la amo. No puede dejarme ahora. No cuando daría mi vida por ella.

Aiden esta a mi lado con su brazo en mi hombro, dándome ánimos.

-Todo saldrá bien, hombre. Ya lo veras, Bliss es fuerte.- repite por tercera vez en una hora.

Sé que tiene razón, solo quisiera no sentirme impotente, quisiera estar en el quirófano con ella. Así que en vez de decirle eso, le digo lo único que he podido decir desde que estoy en este pasillo.

-No puedo perderla.- Me he dicho esto un millón de veces y cada que lo vuelvo a repetir en mi cabeza, o en voz alta. Sigue doliendo más o quizás peor.- Ella lo es todo para mi. Vivo por ella, ¿entiendes lo que es eso?- asiente, aunque dudo mucho que sepa realmente lo que significa.

Una voz profunda nos llama la atención.

-¿Parientes de Bliss Mendoza?

La señora Bianca, se le acerca.- Soy su mamá.

Mi padre, Aiden y yo nos levantamos también.

Lo reconozco como el Dr. Duran. Mi padre me señalo quien era para estar pendiente. El doctor nos observa a cada uno y su rostro refleja cansancio. Al momento en que su mirada regresa a la señora Bianca la mira disculpándose.

-Lo siento mucho. No pudimos...

Y esas primeras palabra me basto para desconectarme de todo. Lo veo mover su boca mientras sigue hablando pero yo ya no quiero oír más, no quiero oir sus lamentos del porque tardaron tanto. Solo salí corriendo de esa sala.

Escucho la voz de mi padre decir mi nombre y también la voz de Aiden pero yo sigo corriendo aun más rápido.

Mi mundo se derrumbó en ese instante. Lo perdí todo. La perdí. Perdí a mi chica.

Bliss rompió su promesa, no regresara a mí. No estará conmigo. Las palabras "Siempre" se desvanecieron.




Dijiste para siempre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora